8 de junio de 2011

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1783: el volcán Laki, en Islandia, comienza una erupción de 8 meses que matará al 20% de los islandeses y en los dos años siguientes causará una gran hambruna, que dejará un saldo de 6 millones de muertes en todo el mundo. Se ha descrito como «una de las mayores catástrofes medioambientales en la Historia europea.

1810:  nace en Zwickau, antiguo reino de Sajonia, Robert Schumman, uno de los más importantes compositores musicales del romanticismo en los comienzos del siglo XIX. *

San Medardo, obispo.


* El dedo de Schumman

Quizá la anécdota más famosa acerca de Schumann es la concerniente al abandono de su carrera como pianista debido a que inutilizó uno de sus dedos por emplear artilugios mecánicos destinados a mejorar su técnica. En efecto, artilugios de este tipo, ideados por pianistas como Friedrich Kalkbrenner (1784-1849) o pedagogos como Johann Bernard Logier (1777-1846), fueron bastante conocidos en la época, y algunos de ellos fueron utilizados presumiblemente en algún momento por Friedrich Wieck (su profesor y padre de su esposa Clara) así como por la misma Clara. 

En el año 1832, Schumann, quien residía en casa de los Wieck como alumno privado suyo, aprovechó una ausencia de Wieck con motivo de una gira con Clara, para imponerse un draconiano plan de estudios. Como refuerzo, empleó un misterioso “aparato cigarrero” (Cigarrenmechanik) con el que mejorar su “tercer dedo” (corazón) de la mano derecha, inutilizándolo por completo, hecho que le obligó a renunciar a su carrera como concertista de piano. 

Para curar su dedo, Schumann recurrió tanto a las terapias más tradicionales (introducir el dedo en vísceras de animal) como a las más vanguardísticas (sometimiento del brazo derecho a corrientes eléctricas).

El mito sobre el dedo viene de la biografía de Robert Haven Schaufer en los años cuarenta, en el que se da crédito a una teoría según la cual Robert se cortó las membranas interdigitales para ganar independencia. 

Sin embargo, no parece cierto que la invalidez de Schumann se debiera únicamente a este incidente, pues ya en 1830 escribió al Dr. Carus acerca de su entumecido dedo (en este caso el anular): “Tras seis minutos de ejercicios siento un terrible dolor en el brazo que no me permite continuar”. Es más posible que este desenlace se debiera a problemas nerviosos derivados de su atroz miedo escénico: (“cuando pienso que voy a tener que tocar ante alguien se apodera de mí una inhibición y ansiedad que me lleva a la desesperación”). En definitiva, se cree que sufrió una tendiditis nerviosa. 

El certificado médico que le excluyó del servicio militar cita ambos dedos como defectuosos.

Reproducido de

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