Avanzar por caminos
de
renovación y esperanza
EL COBRE, martes 27 marzo 2012 (ZENIT.org) Palabras de Benedicto XVI al público congregado frente a la Basílica del Santuario Nacional del Cobre.
Queridos hermanos y hermanas:
He venido como peregrino hasta la casa de la
bendita imagen de Nuestra Señora de la Caridad, «la Mambisa», como ustedes la
invocan afectuosamente. Su presencia en este poblado de El Cobre es un regalo
del cielo para los cubanos.
Deseo saludar cordialmente a los aquí presentes.
Reciban el cariño del papa y llévenlo por doquier, para que todos experimenten
el consuelo y la fortaleza en la fe. Hagan saber a cuantos se encuentran cerca
o lejos que he confiado a la Madre de Dios el futuro de su Patria, avanzando
por caminos de renovación y esperanza, para el mayor bien de todos los cubanos.
También he suplicado a la Virgen Santísima por las necesidades de los que
sufren, de los que están privados de libertad, separados de sus seres queridos
o pasan por graves momentos de dificultad. He puesto asimismo en su inmaculado
Corazón a los jóvenes, para que sean auténticos amigos de Cristo y no sucumban
a propuestas que dejan la tristeza tras de sí.
Ante María de la Caridad, también me he acordado
de modo particular de los cubanos descendientes de aquellos que llegaron aquí
desde África, así como de la cercana población de Haití, que aún sufre las
consecuencias del conocido terremoto de hace dos años. Y no he olvidado a tantos
campesinos y a sus familias, que desean vivir intensamente en sus hogares el
evangelio, y ofrecen también sus casas como centros de misión para la
celebración de la Eucaristía.
A ejemplo de la Santísima Virgen, animo a todos
los hijos de esta querida tierra a seguir edificando la vida sobre la roca
firme que es Jesucristo, a trabajar por la justicia, a ser servidores de la
caridad y perseverantes en medio de las pruebas. Que nada ni nadie les quite la
alegría interior, tan característica del alma cubana. Que Dios les bendiga.
Muchas gracias.
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