- Carmen de Carlos, ABC Madrid
Más de veinte mil personas aspiran a lograr un cargo en las elecciones generales de mañana domingo. La batalla por la Presidencia la encabeza Dilma Rousseff, favorita de Lula y de las encuestas, que la colocan en torno al 50 por ciento de popularidad.
Lejos en los sondeos le sigue el socialdemócrata José Serra —en el mejor de los casos con un 30 por ciento— y, en tercera posición, la revelación «verde», la ecologista Marina Silva, con un 15 por ciento.
Ellos son los rostros de la política tradicional, pero Brasil ofrece otro perfil de las elecciones más frívolo y arriesgado: «Tiririca», un payaso analfabeto que puede convertirse en el diputado más votado; «Netinho», un «showman», procesado por golpear a su mujer, que aspira a senador por el PT (Partido de los Trabajadores) de Lula; Romario, ex jugador de fútbol de sobra conocido en España; Gabriela Leite, una mujer de 58 años que figura en la papeleta como «Una puta diputada», y, entre las figuras internacionales, «Nelson Mandela», «Barack Obama» y «Bin Laden».
La legislación brasileña permite a los candidatos inscribirse con el nombre, apodo o expresión que consideren oportuno. Es el caso de «Tiririca», cuyo verdadera identidad es Francisco Oliveira Silva.
Considerado el fenómeno más espectacular de las elecciones, los sondeos le atribuyen cerca de un millón de votos. Hizo su carrera en el circo, es racista, triunfó en televisión, vendió un millón y medio de CD y ahora se descubrió que es un auténtico analfabeto. «No leo nada, pero mi mujer me lo lee todo», confiesa.
«Peor imposible»
Al frente del Partido de la República, forma parte de la alianza de izquierda que lidera el PT. «El problema es que si logra un millón de votos, no entra solo en el Congreso, arrastrará a cuatro o cinco diputados de condición parecida», advierten Ricardo Mendonca y Victor Ferreira, periodistas de la revista «Epoca» que pusieron en un brete al payaso al pedirle que leyera un mensaje de texto.
El candidato más «friki» evita someterse a una prueba de analfabetismo porque quedaría inhabilitado para mantener su candidatura. Iletrado consumado, compensa sus carencias académicas con la intuición popular que le ha llevado a dictar sus lemas: «Vota por Tiririca, peor de lo que estamos no vamos a estar».
Y el desafiante: «¿Usted sabe lo que es un diputado federal (nacional)? Yo no, vote por mí y se lo contaré».
Más «celebrities»
Según un estudio de Ibope, casi el 90 por ciento de los electores no tiene claras las funciones de un diputado. En este escenario, que surjan figuras como las mencionadas o Netinho de Paula, la versión mejorada de «Tiririca» al Senado, tampoco sorprende. Primer negro en la historia de la televisión local en tener un canal y un programa de variedades propio, es el multimillonario designado por Lula para compartir cartel con Marta Suplicy, en la lucha por los dos escaños que le corresponden a Sao Paulo.
Netinho, artífice en la televisión de hacer realidad el sueño de las jóvenes negras de ser princesas por un día, le puso a su mujer, Sandra Mendes, los ojos morados a golpes. Suplicy, su compañera de papeleta, es una sexóloga de origen aristocrático y firme defensora de los derechos de las mujeres en el Partido de los Trabajadores. Verlos juntos en campaña significa reconocer que el «más difícil todavía» se inventó en Brasil.
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