Desde Cuba
Confusa muerte de un periodista
José Antonio Fornaris
LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - “Me lo mataron porque quería regresar a su patria”, dijo entre lagrimas la madre del periodista independiente Adrián Leiva Pérez, que murió ahogado el 24 de marzo, según lo informado por la policía política, aunque el cuerpo le fue entregado a sus familiares trece días después.
Eva Leiva Pérez, hermana del colega fallecido, narró que el lunes cinco de abril se personó en Villa Maristas, cuartel principal del Departamento de Seguridad del Estado, para indagar por el paradero de su hermano, pues desde Miami, familiares y amigos le habían comunicado en varias ocasiones que Adrián había salido para Cuba en una lancha.
“Me presenté allí por la mañana, y sobre las tres de la tarde, luego que dos médicos me tomaron la presión, dije que me iba, porque no estaba allí detenida; que había ido a averiguar por mi hermano. Fue entonces que me dijeron que Adrián estaba en Medicina Legal y que hacía falta que los acompañara a identificar el cadáver”.
“Los agentes dijeron que mi hermano había llegado a las costas de Cuba en una lancha, por la zona de Jaruco, junto a tres hombres que se encuentran detenidos. Que la embarcación los dejó como a una milla de la orilla, que lo rescataron vivo en el agua, pero no pudieron salvarlo porque estaba en muy mal estado, y murió ahogado”.
También le dijeron que no habían informado a la familia porque tardaron en establecer su identidad. Que los restos mortales de su hermano serían llevados para la funeraria a las ocho de la mañana del martes 6, y que sólo podría ser velado hasta las cuatro de la tarde de ese día.
El cuerpo llegó a la funeraria de Santa Catalina y Buenos Aires, en la barriada de Santos Suárez, por un presunto error en los documentos confeccionados por Medicina Legal, a las once y veinte. Cuatro horas y cuarenta minutos después, partió el cortejo fúnebre hacia el cementerio.
Durante ese tiempo estuvieron presentes en la funeraria un teniente coronel de la policía política, de completo uniforme, y varios oficiales vestidos de civil. Seguridad del Estado había anunciado oficialmente que estarían presentes durante el velorio.
Adrián Leiva Pérez, de 51 años, formó parte durante varios años del Movimiento Cristiano Liberación, que preside Oswaldo Paya. Luego pasó a integrar la prensa independiente dentro de la isla. En el año 2005 llegó a Estados Unidos con visa de refugiado político.
En mayo de 2008 regresó a Cuba con la intención de establecerse nuevamente en el país. Aquí están su madre, que tiene 81 años, su única hija, su hermana y sus sobrinos. En octubre de ese propio año, fue obligado por las autoridades migratorias y la Seguridad del Estado a regresar a Estados Unidos.
Sus familiares aseguran que en 2009 compró hasta el boleto de avión para regresar de visita a Cuba, pero las autoridades de la isla no le otorgaron el permiso de entrada.
Durante sus varios años de opositor pacífico y periodista independiente, Adrián Leiva Pérez fue interrogado y retenido por la policía política en múltiples ocasiones. Sus datos personales, por las gestiones que hizo para salir del territorio nacional, se encuentran en las oficinas de Emigración y Extranjería. Todos los cubanos poseemos un carné de identidad que entrega el Ministerio del Interior. Su rostro no sufrió ninguna transformación o deformación por la muerte. Es imposible creer que el motivo para no haber avisado de inmediato a los familiares y retener el cadáver durante tantos días, en una especie de secuestro, fuera la imposibilidad de establecer su identidad.
Su sobrino, Denis Leiva, asegura que Adrián tenía hematomas en el pecho, debajo de la región glútea y en ambos costados en la zona de las costillas.
Foto y Texto: cubanet.org
LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - “Me lo mataron porque quería regresar a su patria”, dijo entre lagrimas la madre del periodista independiente Adrián Leiva Pérez, que murió ahogado el 24 de marzo, según lo informado por la policía política, aunque el cuerpo le fue entregado a sus familiares trece días después.
Eva Leiva Pérez, hermana del colega fallecido, narró que el lunes cinco de abril se personó en Villa Maristas, cuartel principal del Departamento de Seguridad del Estado, para indagar por el paradero de su hermano, pues desde Miami, familiares y amigos le habían comunicado en varias ocasiones que Adrián había salido para Cuba en una lancha.
“Me presenté allí por la mañana, y sobre las tres de la tarde, luego que dos médicos me tomaron la presión, dije que me iba, porque no estaba allí detenida; que había ido a averiguar por mi hermano. Fue entonces que me dijeron que Adrián estaba en Medicina Legal y que hacía falta que los acompañara a identificar el cadáver”.
“Los agentes dijeron que mi hermano había llegado a las costas de Cuba en una lancha, por la zona de Jaruco, junto a tres hombres que se encuentran detenidos. Que la embarcación los dejó como a una milla de la orilla, que lo rescataron vivo en el agua, pero no pudieron salvarlo porque estaba en muy mal estado, y murió ahogado”.
También le dijeron que no habían informado a la familia porque tardaron en establecer su identidad. Que los restos mortales de su hermano serían llevados para la funeraria a las ocho de la mañana del martes 6, y que sólo podría ser velado hasta las cuatro de la tarde de ese día.
El cuerpo llegó a la funeraria de Santa Catalina y Buenos Aires, en la barriada de Santos Suárez, por un presunto error en los documentos confeccionados por Medicina Legal, a las once y veinte. Cuatro horas y cuarenta minutos después, partió el cortejo fúnebre hacia el cementerio.
Durante ese tiempo estuvieron presentes en la funeraria un teniente coronel de la policía política, de completo uniforme, y varios oficiales vestidos de civil. Seguridad del Estado había anunciado oficialmente que estarían presentes durante el velorio.
Adrián Leiva Pérez, de 51 años, formó parte durante varios años del Movimiento Cristiano Liberación, que preside Oswaldo Paya. Luego pasó a integrar la prensa independiente dentro de la isla. En el año 2005 llegó a Estados Unidos con visa de refugiado político.
En mayo de 2008 regresó a Cuba con la intención de establecerse nuevamente en el país. Aquí están su madre, que tiene 81 años, su única hija, su hermana y sus sobrinos. En octubre de ese propio año, fue obligado por las autoridades migratorias y la Seguridad del Estado a regresar a Estados Unidos.
Sus familiares aseguran que en 2009 compró hasta el boleto de avión para regresar de visita a Cuba, pero las autoridades de la isla no le otorgaron el permiso de entrada.
Durante sus varios años de opositor pacífico y periodista independiente, Adrián Leiva Pérez fue interrogado y retenido por la policía política en múltiples ocasiones. Sus datos personales, por las gestiones que hizo para salir del territorio nacional, se encuentran en las oficinas de Emigración y Extranjería. Todos los cubanos poseemos un carné de identidad que entrega el Ministerio del Interior. Su rostro no sufrió ninguna transformación o deformación por la muerte. Es imposible creer que el motivo para no haber avisado de inmediato a los familiares y retener el cadáver durante tantos días, en una especie de secuestro, fuera la imposibilidad de establecer su identidad.
Su sobrino, Denis Leiva, asegura que Adrián tenía hematomas en el pecho, debajo de la región glútea y en ambos costados en la zona de las costillas.
Foto y Texto: cubanet.org
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