6 de noviembre de 2009


Clinton… Kosovo… y…
¿Una isla para todos?


Tiberio Castellanos

Recientemente, se ha inaugurado en Kosovo, no puedo precisar en que ciudad, una estatua del Presidente Clinton. Agradecen así los albaneses-kosovares la ayuda de los Estados Unidos, bajo la presidencia de Bill Clinton, al logro de su independencia de Serbia.

Como conocen muchos, Kosovo era una provincia o departamento de la nación serbia, frontera con la pobre Albania. Los albaneses pasaban la frontera y se establecían en Kosovo (como hoy hacen los pobres haitianos, hacia Dominicana). No conozco el detalle, pero es posible que los prósperos serbios, por entonces yugoeslavos, al igual que hoy hacen los empresarios dominicanos con los haitianos, explotaban a los trabajadores albaneses pagándoles bajos salarios y dejándolos vivir en condiciones deplorables. No conozco el detalle. Pero la historia es que los albaneses siguieron entrando a Kosovo y en tal cantidad, que un día llegaron a constituir la mayoría de la población de esa provincia serbia.

Entonces, comenzaron los problemas. Quiérase que no, serbios y albaneses, aunque muy vecinos, tienen diferente cultura, historia y tradiciones. No quiero entrar en detalles. Pero esas diferencias motivaron choques, y al parecer abusos de los serbios contra los albaneses-kosovares. Y es ahí cuando intervienen los Estados Unidos y otras naciones (no preciso ahora si la OTAN o la UE), para apoyar a los albaneses-kosovares en su lucha contra Serbia.

Estos hechos coincidieron con aquel horrible desmadre de la antigua Yugoeslavia, nación artificial formada de muy distintas etnias, creación de las naciones triunfadoras en la Primera Guerra Mundial, con partes del derrotado Imperio Austro-Húngaro, Serbia y creo que alguna otra pequeña comunidad balcánica. La mano dura de Tito, el dictador, mantuvo unida, hasta un poco después de su muerte, esta multiétnica nación.

Lamentablemente para Serbia, varios de sus líderes político-militares, en un equivocado afán patriótico, devinieron en criminales de guerra. Esto puso en mucha desventaja moral a Serbia en estos líos del desmadre yugoeslavo, y finalmente en el asunto de Kosovo. Serbia vio su hermosa capital Belgrado, bombardeada selectivamente: sus puentes sobre ríos llenos de leyendas, fábricas, fortalezas, etc. hasta que, al fin. aceptó su derrota.

Y bien, el Presidente Clinton, con estatua en Kosovo, trata ahora de ayudar a Haití. (Según aquel famoso sabio francés Jacques-Yves Cousteau, Haití es un desastre ecológico. Y Carlos Alberto Montaner ha propuesto, en un articulo, que se envíen unos cuantos millones de haitianos a la antigua Guayana Francesa) .

El buenmozo y simpático ex mandatario norteamericano, según parece, tiene las mejores intenciones para los haitianos, que no parecen ser tan buenas para sus vecinos dominicanos. Intelectuales y políticos dominicanos, han denunciado un proyecto de norteamericanos, canadienses y franceses para eliminar la frontera domínico-haitiana, al igual que se está haciendo en los países de la Unión Europea. Es decir: una isla para todos.

Según parece, la mayoría de los dominicanos no está de acuerdo con esta idea. Pero, igual que lo hicieron los serbios en Kosovo, ellos ven con aparente indiferencia el masivo ingreso de haitianos al territorio nacional.

Los haitianos en Dominicana (además de pedir en las calles; congestionar con sus parturientas los hospitales de maternidad; y formar pequeños haitíes en mercados y cruces de caminos), cortan la caña, siembran y cortan los plátanos, recogen el café, trabajan en los arrozales, realizan las labores duras en la industria de la construcción, etc. etc. Y según parece, no desplazan a los dominicanos en estas labores, pues éstos no se ven ya motivados a solicitar dichos empleos, por los bajos salarios y escasos beneficios que ofrecen los patronos dominicanos. Los jóvenes dominicanos que debían hacer estos trabajos, los que de ellos no están haciendo carreras universitarias o técnicas, que son muchos, están hoy más empeñados en los trabajos de las zonas francas o en ser músicos o artistas, peloteros, políticos, emigrantes, o en involucrarse en los trabajos con los turistas. Trabajos mucho más productivos que los que hoy hacen los haitianos y que van desde intérpretes y buscones, hasta alcahuetes y chulos, etc.

Así las cosas, no estará lejano el día que el Presidente Clinton tenga también su estatua en esta isla que en un tiempo se llamó La Española.

Tiberio Castellanos
Ilustración: Google
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1 comentario:

  1. Si exactamente estan correcto los datos sobre la muerte del bolerista Wilfredo Mendi.
    Yo me he cansado de buscar y creo que aparte de lo que puse en mi pagina este es el primero que encuentro.
    Da pena que hasta el valor humano estemos perdiendo.

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