26 de septiembre de 2009


Pablo Pineda
Concha de Plata al Mejor Actor
en el Festival de Cine de San Sebastián

El desinterés que, por lo general, rodeó a una sección oficial francamente decepcionante, culminó este sábado con la indignación de gran parte de los periodistas acreditados a esta 57 edición del Festival de San Sebastián, que abuchearon el palmarés anunciado.

La decisión más sorprendente fue la de otorgar la Concha de Plata a la mejor interpretación masculina a Pablo Pineda, que se convierte así en la primera persona con síndrome de Down en ganar uno de estos premios. También cogió a todos de imprevisto el que la película china City of life and death, de Lu Chuan, obtuviera Concha de Oro a la mejor película, mientras que Lola Dueñas, por su trabajo en Yo, también (donde comparte protagonismo con Pineda) haya sido elegida mejor actriz.

Contra todo pronóstico, el cineasta argentino Juan José Campanella, su película El secreto de sus ojos, elegida por Argentina para competir en los Óscar, y el actor Ricardo Darín se han ido de vacío, ya que la Concha de Plata al mejor director ha correspondido a Javier Rebollo por el filme La mujer sin piano.

El Premio Especial del jurado, que ha estado presidido por el cineasta francés Laurent Cantet, ha sido para la película francesa Le refuge, de François Ozon, y el Premio FIPRESCI, que concede la crítica internacional, ha ido a parar a la cinta española Los condenados, de Isaki Lacuesta.


El jurado, formado por el director coreano Bong Joon-ho, el actor mexicano Daniel Giménez Cacho, la actriz española Pilar López de Ayala, el director de cine y teatro británico John Madden, la directora iraní Samira Makhmalbaf y la actriz portuguesa Leonor Silveira, ha decidido conceder el premio a la mejor fotografía a City of light and death y el de mejor guión a la australiana Blessed.

Eso sí, finalmente ha sido Lola Dueñas, la que se ha impuesto a Carmen Machi, protagonista de La mujer del piano, y a otras como Chiara Mastroianni, cabeza de cartel del filme de Christophe Honoré, Making plans for Lena, o Frances O'Connor y Miranda Otto, miembros del reparto coral de la australiana Blessed, de Ana Kokkinos.

Lo que está claro es el carácter español de estos premios, que han elegido también a Javier Rebollo como mejor director e Isaki Lacuesta se ha llevado el de la crítica.

Pero si por algo pasará a la historia esta edición que hoy termina es porque de la noche a la mañana, su jurado lanza internacionalmente a Pablo Pineda, que a sus 35 años es, además de la primera persona con síndrome de Down en tener una titulación universitaria, en el primer actor con una discapacidad de este tipo en conseguir un premio de cine de carácter internacional.

No ha sido muy bien acogido este galardón por la prensa acreditada, que ha abucheado en su mayoría la decisión del jurado. Entre los premios paralelos, el público ha elegido Precious, de Lee Daniels; los jóvenes han votado por la turca-alemana The children of Diyarbakir, de Miraz Bezar, y el Horizontes Latinos ha sido para la uruguaya Gigante, de Adrián Biniez, con una mención especial en este apartado para Francia, de Israel Adrián Caetano.

Foto y texto recogidos de:
http://www.20minutos.es/noticia/527540/0/festival/san-sebastian/palmares/


Nota: Las objeciones al premio otorgado a Pablo Pineda como mejor actor se basan en la consideración de que realmente no se trata de una actuación, sino de la natural forma de conducirse quien sufre, como él, de síndrome de Down. Me inclino a pensar que la decisión del premio habrá sido motivada en parte para reconocer el gran esfuerzo de este hombre en memorizar y desempeñar su papel. Esfuerzo que no deja de ser de gran mérito. adg

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