13 de agosto de 2009


Mi patria es dulce por fuera
y muy amarga por dentro....


Ana Dolores García

Nicolás Guillén escribió estos versos en 1947. Poeta ingenuo del son entero y el no sé por qué piensas tú, soldado que te odio yo, déjame decirte, porque hace veinte años que faltas, que en tu patria -ya sin yanquis-, sigue siendo de sangre la palmera y el mar aún más que nunca es de llanto; que el hombre de monte adentro sigue en el hoyo metido muerto sin haber nacido; y que el hombre de la ciudad sigue siendo pordiosero y anda hambriento y sin dinero.

Mi patria es dulce por fuera,
y muy amarga por dentro;
mi patria es dulce por fuera,
con su verde primavera,
con su verde primavera,
y un sol de hiel en el centro.

¡Qué cielo de azul callado
mira impasible tu duelo!
¡Qué cielo de azul callado,
ay, Cuba, el que Dios te ha dado,
ay, Cuba, el que Dios te ha dado,
con ser tan azul tu cielo!

Un pájaro de madera
me trajo en su pico el canto;
un pájaro de madera.
¡Ay, Cuba, si te dijera,
yo que te conozco tanto,
ay, Cuba, si te dijera,
que es de sangre tu palmera,
que es de sangre tu palmera,
y que tu mar es de llanto!

Bajo tu risa ligera,
yo que te conozco tanto,
miro la sangre y el llanto,
bajo tu risa ligera.

Sangre y llanto
bajo tu risa ligera;
sangre y llanto
bajo tu risa ligera.
Sangre y llanto.

El hombre de tierra adentro
está en un hoyo metido,
muerto sin haber nacido,
el hombre de tierra adentro.
Y el hombre de la ciudad,
ay, Cuba, es un pordiosero:
Anda hambriento y sin dinero,
pidiendo por caridad,
aunque se ponga sombrero
y baile en la sociedad.

(Fragmento)

Imagen: AP, Google.

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