24 de junio de 2012

TALIN, ESTONIA


Talín

Ana Dolores García

Talín (en estonio Tallinn) es la capital de la república de Estonia y, a la vez, su principal ciudad y puerto. Nuestro crucero la encontró en una fría mañana casi estival a orillas del golfo de Finlandia, porque es puerto obligado de los cruceros que hacen el recorrido por el Mar Báltico. La visita resultó inolvidable y solo es de lamentar el corto tiempo que te ofrecen los cruceros para admirar una ciudad. Conocer Europa viajando en crucero es nada mas que asomarte a lo que te espera en cada desembarco. Talín tiene mucho que disfrutar, recorrer y admirar, por eso no nos alcanzó el tiempo para deambular por el espléndido casco medieval que es el centro de la ciudad y de sus atracciones. Complemento de la visita fue el breve recorrido en ómnibus por los barrios mas modernos para poder dar así una ojeada exterior a los edificios oficiales.
   
La historia conocida de Tallin se desarrolla a través de varios milenios, incluso antes de nuestra era cristiana, cuando la costa sur del golfo de Finlandia estaba poblada por tribus ugrofinesas.   Comenzó a aparecer gráficamente en un mapa del año 1154 como una fortaleza bajo el nombre de Kaluria.  A partir de entonces se hicieron notorios su importancia estratégica y el apetito de dominio que despertaba en las incipientes naciones vecinas.

El Reino de Dinamarca fue tal vez el primero, ya que en 1219 ocupó toda la  parte norte del territorio estonio. Pocos años después, en 1227, llegaron los alemanes, que conquistaron Talín y se establecieron allí con la ayuda de los Hermanos Livonios de la Espada, una orden religioso-militar, también alemanes. Nueve años  después, los estonios se sublevaron y vencieron a los invasores germanos, por lo que la orden militar de los livonios decidió devolver Talín a los daneses (1236). Durante siglos, daneses y germanos se entretuvieron en eso: entrar y salir de Talín, alternando con teutones y las breves sublevaciones de los propios estonios.


Hasta que llegaron los suecos a mitad del siglo XVI, incorporaron Estonia a su dominio y la defendieron del acoso del zar Iván el Terrible y sus sucesores. La dominación sueca duró más de siglo y medio hasta la Gran Guerra del Norte,  -1710-, en que se impuso la superioridad del imperio ruso.  Estonia pudo conservar cierta independencia económica y cultural al crearse el Ducado de Estonia, y su importancia creció ampliamente al conectarse Talín por ferrocarril, en 1870, con San Petersburgo, la ciudad de los zares.

Así y todo, Estonia pudo proclamar su independencia el 24 de febrero de 1918, si bien esta duró apenas veinticuatro horas porque al día siguiente fue ocupada por los alemanes. Allí permanecieron durante toda la Primera Guerra Mundial y, al marcharse estos, comenzó la lucha contra los bolcheviques.

No deja de ser una movidísima historia la de este pequeño país. Por algo nuestra guía contaba que por aquellos tiempos los vecinos de Talín  lo primero que hacían cuando se levantaban era mirar para los edificios oficiales y ver qué bandera  ondeaba sobre ellos.

Mención especial merece el relato de nuestra joven guía sobre el tiempo vivido bajo la bota soviética. Mis compañeros de viaje la escuchaban con cierto asombro. Yo no, porque lo que contaba era exacto a lo que viví en Cuba sin haber sobrepasado, incluso, la primera década del castro-comunismo. Cuando aproveché un aparte con ella y me identifiqué, sentí la compasión y simpatía que la animaban cuando concluyó la conversación con una frase de consuelo, -(que me había dicho  también el guía que nos enseñó Berlín)-,  «La esperanza es lo último que se pierde».

Estonia es también un país musical, y fue Talín, precisamente, quien dio nombre a “La revolución cantada” que precedió al desmorone del muro de Berlín y la liberación consecutiva de las naciones forzadas a integrar la llamada unión soviética.
  
Veinte años después de la "Revolución cantada", frente al "Campo de las Canciones" en Talín

Allí, en su “campo de las canciones”, el Lauluväljak, por años y años  se venía produciendo un multitudinario festival anual en el que sus participantes cantaban a coro y al unísono durante más de cuatro horas. A partir de 1986 esas canciones empezaron a tomar cada vez mas un cariz libertario, canciones patrióticas estonias prohibidas por el régimen soviético. Así fueron reivindicando la independencia de Estonia. Una revolución cantada, pacífica que, al combinarse con otros factores que se producían en  Europa, lograron el derrumbe del  comunismo europeo. Estonia es hoy un país libre y próspero y Talín su orgullosa capital. Una república parlamentaria, miembro de la Unión Europea. 
Texto y fotos: adg

EL SAN JUAN CAMAGUEYANO



EL SAN JUAN CAMAGUEYANO

Evocando la celebración sanjuanera de nuestro Camagüey, recogemos hoy en este blog tan principeño una estampa costumbrista de aquellas fiestas. Su autor, un puertorriqueño tan camagüeyano como los tinajones: Juan B. Castrillón, el popular “Don Pancho”, a cuyo dinamismo y gestiones mucho tenemos que agradecer los camagüeyanos. Fue él, precisamente, quien se encargó de animar -¡y vaya lo bien que lo hizo- los últimos sanjuanes de nuestra historia republicana. [adg]

Mucho antes de la época del “Indio Bravo”, la Villa de Puerto Príncipe celebraba los carnavales, organizados por colonos y ganaderos, los que después de vender el ganado y las cosechas asaltaban la población para gastar las monedas de oro de sus ganancias. Pudiéramos decir que ésa fue la primera etapa de los carnavales camagüeyanos, porque los camagüeyanos, hasta el año 1958 tuvieron tres etapas distintas de carnavales y entre ellas incluso se registraron paréntesis de ausencia sanjuanera.

En su segunda etapa, establecida la paz, como en otros tiempos lejanos y después que se fundara Ia República en el 1902, el Carnaval o los “Sanjuanes” tuvieron un verdadero sabor de leyenda: las volantas, los coches, el cloretilo en los salones, el almagre en las calles… La serpentina y los confetis llenaban las aceras, hasta el punto en que era necesario tener al cuerpo de bomberos sobre aviso para apagar las candelas que producían las colillas de los cigarrillos sobre el colchón de serpentinas.

Después de esa segunda época en las Fiestas del San Juan, llegó la tercera etapa, del 1950 al 1958. Los camagüeyanos saben que fueron ellos los primeros en Cuba en coronar Reinas en las calles, en las aceras y en cada cuadra. Todos querían disfrutar de la casi locura del San Juan, de los bellísimos adornos de las calles, las enramadas, la iluminación y las sorpresas que guardaban los fiesteros para llenar más de emoción el evento.

Y era así como aparecían calles enteras con adornos y alegorías de países amigos. Entre esas calles, justo es decir que se destacaban Joaquín Agüero, de Ia Vigia; Finlay, Santa Rita, Santa Rosa, Maximiliano Ramos, (Horca), y muchas más que discutían los Premios que ofrecían los Bandos del San Juan camagüeyano.

Manos de mujeres confeccionaban farolitos, guirnaldas y cuadros pintados a mano. Cada cual se esmeraba en presentar lo mejor y lo más vistoso. Los Comités de Festejos en las cuadras y calles, escogían a la muchacha que por su belleza y simpatía mereciera ser Reina, y a sus Damas de Honor, para ser coronada en una noche de esplendor y alegría, con música, fuegos artificiales, ponche y bocaditos. Se bailaba hasta la madrugada en aquellas calles engalanadas. El pueblo se volcaba en las calles para aplaudir el arte y buen gusto de los que habían organizado la fiesta y disfrutar con ella.

Recordando algunas cosas de las coronaciones, nos viene a la mente la noche en que fuimos a coronar a una Reina Infantil en una calle al final de la simpática barriada de “La Vigía”… Habíamos coronado en ese sector de la ciudad ocho Reinas, y a las doce de la noche nos faltaban la Reina Infantil y sus Damas, niñas de más de 4 años de edad.

Para demostrar que la popularidad de los carnavales camagüeyanos abarcaba a todas las esferas sociales, diremos que cuando llegamos frente al lugar de la coronación, la Reina y su Corte se encontraban dormidas y sentadas sobre cajas de madera forradas con papel crepé… El trono era de cartón y pegado a la pared de tablas de Ia casa, y el piso de tierra del portal había sido regado con agua para aplacar el polvo. Son detalles que dan a conocer la pobreza del lugar y de la familia.

La madre de la pequeña Reina nos entregó la abrillantada corona, que era un pedazo de cartón cortado con tijeras y formando un arco. Cuando la orquesta repitió la fanfarria para el momento de su coronación, las niñas despertaron sorprendidas y algunas de ellas llorando. El gran público que nos acompañaba rompió en aplausos y la humilde familia nos obsequió con una bebida color rosado, en vasos de cartón. La tomamos y saboreamos con alegría y agradecimiento como si se hubiera tratado del mejor licor del mundo.

Es imposible olvidar aquellos rostros llenos de humildad y alegría, y cuando nos despedimos de aquel lugar llevábamos en el alma la convicción de que dejábamos en el seno de aquella humilde familia la contentura más grande de su vida.

Juan B. Castrillón, "Don Pancho", 1968
Foto y texto: revista "El Camagüeyano", Miami,
Junio 1985

REFLEXIÓN


El domingo de Juan Bautista 

A ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, 
porque irás delante del Señor
 a preparar sus caminos.
 Lc. 1,76

Que yo, Señor, también te anuncie

por mis senderos y mis propias calles,
llevando a los que me rodean a tu camino  
y te conozcan y te amen
al igual que yo lo hago contigo.
Que en medio de tantos desiertos
de los que te buscan y no te encuentran
de los que andan perdidos 
y no quieren dar contigo
de los que te conocieron y te olvidaron,
nunca me eche atrás, Señor,
y siga siendo heraldo de tu Evangelio,
pregonero de tus gracias y de tu presencia,
altavoz de tus verdades grandes y ciertas.
Javier Leoz, betania.es

FRASE DE SABIDURÍA

Utiliza en la vida los talentos que poseas, el bosque estaria muy silencioso si solo cantasen los pájaros que mejor cantan,
- Henry Van Dyke

23 de junio de 2012

LA RAE INCORPORA NUEVOS VOCABLOS SU DICCIONARIO

La RAE incorpora "chatear", "SMS", "USB, "Bloguero" y "friki" al diccionario de la Lengua

La Real Academia Española (RAE) ha actualizado en la red, por quinta vez desde su aparición en 2001, la vigésima segunda edición impresa del Diccionario de la Lengua Española, que es la última publicada hasta ahora. En total se han efectuado 1,697 cambios que pueden consultarse en el portal de la Academia (www.rae.es), concretamente en la ventana que da acceso al Diccionario.
Las modificaciones corresponden a las debatidas y aprobadas desde septiembre de 2007 hasta diciembre de 2011 y aparecen distinguidas con la leyenda “artículo enmendado” o “artículo nuevo”. Los cambios del DRAE, al igual que ocurre con el resto de las obras académicas desde hace mas de una década, se realizan con el consenso de las veintidós Academias de la Lengua Española.

Junto a otros vocablos técnicos o derivados de estos, algunos sin razón de ser, y aprobados por el mero hecho de que “se usan” popularmente, como “chatear”, bloguero, o “usb” (¿uesebe?), se da legitimidad a vocablos como “acojonamiento”, “canalillo”, (significado adicional), “culamen”, “friki”, “gayumbos”, “okupa” (sic), “pepero”, “sms” (¿esemese?), “sudoku” (sic), “sociata”, “ugetista”… 

Gramaticalmente hablando, según la Real se podrá llamar “matrimonio” a la unión entre personas del mismo sexo, pues ha incorporado esta definición a las que da para la palabra “matrimonio” en su Diccionario.

Las nuevas modificaciones se suman a las ya realizadas en los años 2004 (2,576), 2005 (9,029), 2007 (4,618) y 2010 (2,996). Todas ellas formarán parte de la próxima edición impresa del Diccionario (DRAE), la vigésima tercera, prevista para el año 2014.

(Palabra que me estoy kuestionando seriamente si en realidad la RAE limpia, fija y da esplendor a nuestro idioma).

LAS HOGUERAS DE SAN JUAN

 
Las hogueras de san Juan

La noche víspera  de San Juan es una festividad muy antigua en la que se celebra la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera, danzar en torno a ella y, los mas atrevidos, saltar sobre ella. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol" que, a partir de esos días, iba haciéndose más "débil" —los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno—. Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.

Esta fiesta se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, Portugal, los países escandinavos y el Reino Unido. En Sudamérica, Brasil tiene Festas Juninas, y en Bolivia, Chile y Venezuela celebran también la noche de San Juan.

En la mayoría de los lugares en los cuales se celebra actualmente continúa la tradición original, aunque en España y Portugal se ha perdido parte de su significado. Habitualmente se realizan hogueras en las calles y plazas de las poblaciones donde se reúnen familiares y amigos.

La fiesta en España se celebra la noche que va del 23 al 24 de junio, aunque en realidad la noche más corta del año -que corresponde con el solsticio de verano- es la del 21 de junio. En algunas zonas del Atlántico europeo como Inglaterra, también se celebra el día 28 (vísperas de San Pedro) una fiesta similar.

A la noche de las hogueras de San Juan se le agregan tradiciones diferentes en las distintas comunidades españolas. En toda la costa cantábrica (norte), por ejemplo, se dice que esa noche mágica se comunican el mundo del más allá con el del más acá. Es el momento de espantar los malos espíritus. En Galicia, la noche de San Juan “meigas” y brujas huirán (En San Xoán meigas e bruxas fuxirán). Las hogueras se encienden llegado el día 24, es decir, pasada la media noche. Se le atribuye protección y buena suerte al hecho de saltar nueve veces una hoguera esa noche.

Es importante mencionar las hogueras en la Isla de Arousa (Galicia), ya que cada año en este solsticio más de 50 hogueras se encienden en el lugar. Con un ambiente festivo, las preciosas playas de arena blanca se llenan de gente a la anaranjada luz del fuego. Por la noche se recogen plantas aromáticas de varias clases que se dejan en agua para lavarse en la mañana siguiente; se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras. Hacer dibujos o manchas esa noche también tenía un carácter clarividente, y también en ese sentido, acostarse con un manojo de hierbas de San Juan hacía que al despertarse se supiera la identidad de la futura pareja.

En la ciudad de A Coruña, en la costa norte gallega, la fiesta ha logrado el mérito de ser considerada como Fiesta de Interés Turístico Nacional. La ciudad entera sale a la calle a festejar su noche más mágica, siendo de especial relevancia la gran concentración de gente en las playas de Riazor y Orzán, en pleno corazón de la ciudad.

Los coruñeses celebran la llegada del verano con multitud de hogueras, sardiñadas y buen ambiente, en una fiesta que cada año atrae un mayor número de turistas, principalmente nacionales, que se ven atraídos por esta atmósfera festiva, por las verbenas y los fuegos artificiales. La comida típica de esa tarde-noche son los cachelos (patatas asadas con su piel, que se retira luego) y las sardinas asadas.

Fuente, web
Ilustración, Google
Reproducido de los archivos de La Gaceta de Puerto Príncipe

JORGE BATISTA MIRANDA, EL HIJO DE FULGENCIO BATISTA


 

Jorge Batista Miranda,

el hijo de Fulgencio Batista


Jorge Batista, hijo del dictador cubano Fulgencio Batista -que fue derrocado por Fidel Castro en enero de 1959- eligió Lima como su último destino. En un departamento con vista al mar, rodeado de perros y fotos antiguas, repasa su vida en la isla y en el exilio. Y, sobre todo, sigue defendiendo con firmeza a su padre.

No estamos en diciembre ni en octubre, pero la casa de Jorge Batista (70) está decorada con un gran Papá Noel y las típicas calabazas y brujas de Halloween. Vive rodeado de símbolos norteamericanos para rendir tributo al país donde más años ha vivido desde el día que huyó de Cuba, la madrugada del 1 de enero de 1959, de la mano de su padre, Fulgencio Batista, dos veces presidente de Cuba. La primera vez, entre 1940 y 1944, mediante elecciones (aún hay dudas si limpias o no) y la segunda, entre 1952 y 1959, mediante un golpe de Estado.

Jorge Batista ha elegido Lima como su último destino. La neblina se cuela por el ventanal de un departamento con vista al mar. Cuatro perros (Parsons, Chalaca, Lola y Madie) emiten ladridos que acompañan el recorrido de Jorge por las fotos de su infancia. “Este soy yo con mi padre”. “Aquí con Pío XII”. “Ella es mi hija de 46 años, vive en Madrid.”  

Jorge alguna vez estuvo casado. Ahora está solo. Bueno, con sus perros. También tiene un amigo que podría ser su sobrino, pero él prefiere llamarlo hijo adoptivo. Conoció a Christian en Nueva York y cuando éste decidió volver a su país, Perú, Jorge pensó que era momento de vivir frente al mar, en un lugar tranquilo. “Yo vine a morir a Lima”.

En las fotos que revisa, Jorge es un niño risueño, un adolescente guapo y elegante, al estilo Rodolfo Valentino. Sigue teniendo estilo. Es un hombre imponente, robusto, con voz cavernosa. Tiene una frente amplia, pelo blanco y una larga cola de caballo. Camina apoyado en un bastón, debido a las lesiones que le dejó su afición a la hípica.

Jorge, que creció en una burbuja de poder y privilegios, pudo convertirse en el hijo excéntrico del dictador. Pero no. Prefirió vivir lejos de los focos y su máxima excentricidad fue dejarse el pelo largo hasta viejo y pedir que lo entierren con las cenizas de sus perros y coloquen la escultura de un caballo encima.
Un padre no se elige. A Jorge le tocó un dictador, a quien todos llamaban “El Hombre”, y tuvo que huir con él ese 1 de enero en un avión, donde también se dice viajaban 100 millones de dólares para los gastos del exilio. Un exilio que pensaron duraría un par de años y duró toda la vida.

¿De qué ha vivido todo este tiempo? En tantos años de exilio, ¿Fulgencio Batista trabajó como cualquier hijo de vecino para mantener a su familia? Jorge es escueto. “Vivimos del dinero familiar, del azúcar”. Y luego, dice, de las inversiones que hicieron con ese dinero.

En sus tardes limeñas recibe llamadas telefónicas de amigos, de su hija, del veterinario de sus perros, de su hijo adoptivo. Lee, ve documentales de National Geographic, espera que pase el tiempo. Además de esta entrevista, sólo ha dado otra en su vida, cuando fue modelo de una marca de ropa deportiva en Miami, en los 80. No ha querido hablar de Cuba hasta hoy, pero sí escribir sobre ella. En su departamento, sobre un escritorio que mira al mar, descansa el manuscrito de Batista´s son. The Final And Simple Truth. “Es para dejárselo de regalo a Cuba, no lo hago con fines de lucro. Y para no aburrir, empiezo con el día que nos fuimos de La Habana”.

La "dictablanda"


En la madrugada del 1 de enero de 1959, Jorge entró en la habitación de sus padres y encontró a Fulgencio discutiendo con su madre, Martha Fernández.

“Díselo, tú, Martha”.

Martha era la joven que casi 20 años atrás paseaba en bicicleta cuando se cruzó con Batista en el camino. El le pegó con el coche, ella lo arañó y llamó dictador, él le envió flores y se hicieron amantes. Tuvieron a Jorge, en 1942, y se casaron en 1945. Martha fue su segunda esposa y tuvieron seis hijos.

“Nos marchamos de Cuba. Ve a despertar a tus hermanos”, dijo la madre.

La idea era volar a Daytona, donde los Batista tenían casa, pero una vez en el aire, tal vez considerando que Estados Unidos les había retirado su apoyo, Fulgencio le ordenó al piloto cambiar rumbo hacia República Dominicana. Allí le pediría refugio a su supuesto amigo, Rafael Leonidas Trujillo, el dictador a quien Batista consideraba un asesino, pero también alguien políticamente conveniente.

Mientras tanto, los rebeldes irrumpían en Kuquine -la finca familiar de Batista en Cuba- y celebraban el triunfo, eufóricos, con los fusiles en alto, haciéndose una foto montados en el cochecito del hermano menor de Jorge.

“Hay una foto en Kuquine muy bonita, de mi padre con los perros y el pony. Teníamos muchos animales”, recuerda Jorge. Muchos animales y muchos libros. En Kuquine, Batista tenía una biblioteca de más de siete mil volúmenes. Muchos se perdieron y otros fueron donados a la Universidad de Miami. En este lugar sagrado para Batista tuvo lugar su breve encuentro con Fidel Castro.

“Llegó acompañado de su cuñado, Rafael Díaz Balart”, recuerda Jorge. “Se puso a ver la biblioteca de mi padre y le dijo: ‘Aquí le falta un libro’. ‘¿Qué libro?’, respondió mi padre. ‘Técnica del Golpe de Estado, de Curzio Malaparte’”.

Corría 1950 y Fidel Castro era un abogado sin clientes que se sumaba a cualquier protesta. Batista no vio en ese joven de 24 años una amenaza. No intuyó a un dictador eterno. Ni Batista ni nadie.

“Nadie pensó que duraría tanto”. Jorge empieza a hablar de Cuba con distancia, pero por dentro algo se va calentando hasta que hierve. “Todo lo que sucedió, mi padre lo dijo. Dijo que era comunista, pero él bajo de la sierra con rosarios y, recién después de un año, dijo que su gobierno era marxista leninista y empezó a nacionalizar todas las propiedades. Por el capricho de Fidel te quitaban la casa, te quitaban tu finca y allí ponían un Meliá. Qué vergüenza”.

“Yo a Fidel Castro lo llamo el aborto político de Cuba”, Jorge se eriza. “Tiene una inteligencia maquiavélica para crear su propia historia. Es un genio, pero un genio para la maldad”.

¿Y su padre? ¿Acaso no fue también un dictador como Castro? “Eso no fue una dictadura. Fue una ‘dictablanda’. Había un Congreso, se proponían cosas y se las tumbaban en mesas redondas. Había una oposición admitida y oficial, una Constitución…”.

Sin embargo, Jorge sí percibía que algo se descomponía. Iba en bus al colegio, siempre custodiado por un auto oficial. Pero un día “las cosas se pusieron feas” y un guardaespaldas, metralleta en mano, impidió que un enemigo del régimen de su padre le pusiera las manos encima.


Creció entre uniformados y hasta hoy es acérrimo defensor del servicio militar obligatorio (“todo el mundo debería pasar por el ejército”). La disciplina militar, dice, sólo le dejó cosas buenas. En concreto, dos hechos: hacer la cama de tal manera que una moneda pueda rebotar sobre ella y llevar los zapatos muy lustrados. ¿El truco? Unas gotas de saliva en la punta y frotar hasta ver su propio reflejo.

Las críticas y la mentira


Con un whisky en la mano y el coro perruno de fondo, Jorge habla del pasado, de ese país que desapareció cuando tenía la renta per cápita más alta de América Latina “gracias a las relaciones con Estados Unidos”. “Teníamos televisor a color, cuatro canales, refrigeradores, autos. Dicen que porque había mucha inversión norteamericana. ¿Y qué más da? Ojalá hubiera habido más”. ¿Y los burdeles?, ¿los casinos? “Nos acusaron hasta de prostituir a los cubanos para atraer a los americanos. No hay más prostitución de la que existe hoy en Cuba. Hasta nos acusaron de tener un brujo que iba a la casa, mataba corderos y gallos y nos rociaba con la sangre para decirnos lo que nos iba a suceder. Hasta eso inventaron”.

“Mi padre era un hombre autodidacta, hecho a sí mismo. Yo le tenía una admiración increíble por su hambre de aprender. Era un hombre muy controlado, un hombre de orden”.

Si las cosas iban tan bien, si en Cuba todos vivían tan felices, si Batista era un hombre de orden, ¿por qué se desmoronó su gobierno?, ¿por qué llegó Castro al poder? Para Jorge la culpa fue de Herbert Matthews, el reputado periodista del NewYork Times. Entrevistó a Fidel Castro, a quienes todos daban por muerto. Tras la entrevista, “el gringo”, según le contó Castro a su amigo Che Guevara, “se mostró amigable y no hizo preguntas capciosas”.

Bastaron tres reportajes, traducidos y difundidos en Cuba, para que con sólo un par de frases (“Su personalidad es avasalladora. Es evidente que sus hombres le adoran y se comprende fácilmente por qué ha despertado las simpatías de la juventud cubana…”) Matthews le regalara a Castro el más grande de los triunfos publicitarios. Después de esa entrevista, publicada el 24 de febrero de 1957, Castro se convirtió en un héroe. “Empezaron a dudar de la fortaleza de mi padre… y el pueblo empezó a volcarse”.

Batista pronunció su discurso final (“Juzguen ustedes mismos”) y se fue pensando que volvería. El exilio fue “un alivio” y Jorge, mientras su padre estuvo vivo, nunca sintió el desamparo del poder. “Gracias a Dios, hijito, que estamos aquí”, solía decirle. La villa que tenían en Estoril, Portugal, era una suerte de Kuquine. El gobierno de António de Oliveira Salazar les otorgó privilegios. Mantuvieron su vida de influencias y vivían rodeados de agentes. Franco también los recibía en España con honores. “Nunca nos faltó la ceremonia”, precisa Jorge.

Cuba nunca le ha sido indiferente, Jorge dice que le genera más nostalgia que irritación, aunque a veces se le nota más irritado que nostálgico, sobre todo cuando habla sobre quiénes cayeron (Mubarak, Gadafi, Hussein) y quién no. “A este hombre nadie le hace ningún juicio con tantos muertos y fusilamientos. Hasta el Che Guevara tenía una ventana por donde veía los fusilamientos con sus amigos. ¿Cómo no los juzgan?”.

Fulgencio Batista presidió, para muchos, uno de los gobiernos más corruptos de Latinoamérica, pero Jorge es categórico: “Todo eso es mentira”. En sus recuerdos de infancia, en una de esas tardes luminosas en Kuquine, Cuba era un país feliz. La Historia podrá decir otra cosa, pero en el cuento que es su vida, su padre -como para muchos mortales- lleva una capa y es un héroe.

http://diario.latercera.com.
(El Semanal, Chile) - Recibido de Elsa M. Rodríguez

FRASE DE SABIDURÍA (POPULAR GALLEGA)

Costureira sen dedal cose pouco e cose mal. 
- Anónimo 

22 de junio de 2012

HISTORIA DE LOS CARAMELOS


Los caramelos

El caramelo es un alimento preparado generalmente a base de la cocción de azúcares. Se puede consumir tanto líquido, -como en el caso   del caramelo que se añade por encima del  flan-, o como sólido,  dejándolo deshacer en la boca. En este caso se le suelen añadir sabores de frutas, hierbas u otros aromas.


Nacieron a raíz de la necesidad del hombre por encontrar un alimento ligero que le sirviese de sustento para sus largos viajes, algo pequeño pero que además le produjese energía. También está íntimamente ligado al descubrimiento de lo dulce y sobre todo de la miel. Los primeros dulces, fueron creados con pulpa de fruta, cereales y miel.


Ya en tiempos de Noe, los viajeros preparaban una pasta dulce y jugosa con pulpa de fruta y cereales pulverizados. Incluso los antiguos egipcios preparaban sus caramelos mezclando miel y fruta, y moldeándolos de muy diversas formas. Pero es de la India de donde procede el descubrimiento de usar azúcar para elaborarlos, allí se produjo por primera vez azúcar sólido.


El nombre de caramelo procede del descubrimiento de la caña de azúcar, también llamada “caña de miel” y que en latín la denominaban “canna melis”, lo que finalmente dará lugar a la palabra “caramelo”. Con la “caña de miel” se desarrollaron nuevas y mejores técnicas de repostería, el problema fue que durante siglos fue un producto de lujo no alcanzable por cualquiera.


Se sabe que en la Baja Edad Media se les encuentra en las mesas de la clase social más acomodada, siguiendo el ejemplo de Italia, probablemente porque desde Venecia y Génova se introducía antes que por ninguna otra puerta el azúcar de caña de los árabes. Se trataba de especias (granos de anís o de enebro, clavos... aunque también piñones o almendras) bañadas en el dulce, que se utilizaban de una manera a medio camino entre la golosina y la medicina, teniendo en cuenta que solían tomarse como supuesto remedio contra las pesadas digestiones que provocaban las comidas de la época. De tal manera, los comensales acostumbraban a llevarse a la cama algunos de estos dulces en pequeñas cajitas para facilitar el sueño.


En época renacentista esta especie de bomboneras –(o carameleras, en rigor, aunque el término caramelo no aparecerá hasta el reinado de Enrique IV)- ya eran tan cotidianas que algunos caballeros las llevaban consigo incluso al campo de batalla. Precisamente con la que sería  esposa de Enrique IV, María de Médicis, llegó a París el confitero italiano Giovanni Pastilla, que pondría muy de moda sus caramelos -pastillas- en la Corte.

Fue entonces cuando los niños de la nobleza bautizaron todo este tipo de golosinas  como   bonbon (a la manera infantil, “bon, bon”), algo así como nuestro “rico, rico”.

Parece más obvio que de ahí saliera el “bombón” castellano, aunque para nosotros esta palabra está limitada a la conocida golosina de chocolate, palabra que los portugueses comparten como bombom, los franceses cambian por chocolat y los italianos por cioccolatino.

Es curioso señalar que en países como Venezuela, los caramelos reciben el nombre de "chupeta" y en casos como Perú reciben el nombre de "chupete", mientras que en Colombia se les denomina popularmente colombina o bon bon bum; este último nombre debido a la marca de caramelos colombiana. En los Estados Unidos de Norteamérica reciben el nombre de lollipop, también llamados así en ciertos países de Hispanoamérica.    
    
Fuentes:  wikipedia, funversion.universia.es & elbocho.com 

FRASE DE SABIDURÍA

Los celos se nutren de dudas y la verdad los deshace o los colma.
- François de la Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés

21 de junio de 2012

UNA PILA BAUTISMAL JOYA DE NUESTRO PATRIMONIO HISTÓRICO



UNA PILA BAUTISMAL
JOYA DE
NUESTRO PATRIMONIO HISTÓRICO

La historia de esta joya habría que comenzarla no en la parroquia de Nuevitas donde se encuentra actualmente, sino en la Parroquial Mayor de Santa María del Puerto del Príncipe (actual catedral de Camagüey), lugar donde se colocó por primera vez. El obispo Fr. Gerónimo Valdés, en una fecha tan remota como el 27 de julio d 1704, hace alusión a esta pila bautismal, pero es el obispo Pedro Agustín Morell de Santa Cruz quien, en mayo de 1754, nos da su descripción exacta: "La Pila Bautismal es de piedra lisa y sólida con su pilar y basa de lo mismo y su tapa de caoba". Lamentablemente se desconoce el lugar de origen y su artista escultor.

En el año de 1801 es erigida como parroquia la Iglesia d Nuestra Señora de la Soledad (Camagúey) y a ella es trasladada la pila bautismal de la Parroquial Mayor. Unos sesenta años después, concretamente en 1862, se hace cargo de la parroquia de la Soledad el P. Ceferino Silva, quien encarga una nueva pila bautismal. Esta nueva pila, de mármol y proveniente de Barcelona, fue colocada en la iglesia parroquial el 16 de marzo de 1864. “La pila vieja fue regalada a la parroquia de San Miguel de Nuevitas, en virtud de carecer aquella parroquia de ella. Pues se bautizaba en un lebrillo, siendo cura interino de la misma el Pbro. D. Severino Álvarez”.

Son tres, por tanto, las iglesias donde ha estado esta pila bautismal: la Parroquial Mayor de Camagüey, la iglesia de Ntra. Sra. de la Soledad, en Camagüey y, por último y hasta el presente, la Iglesia de San Miguel en Nuevitas.

Bastaría solo su antigüedad y su tránsito por varias iglesias para justificar el cuidado especial que los nueviteros tienen para con la pila bautismal de su iglesia. Fue ella donde se bautizaron (y se bautizan) generaciones de cubanos.

Como dato importante señalamos que esta pila bautismal, mientras se hallaba en la parroquia de la Soledad, acogió entre sus aguas, el 6 de enero de 1842, a un niño nacido catorce días antes y cuyo primer apellido identifica actualmente a toda la provincia camagüeyana: el Mayor General Ignacio Agramonte y Loinaz, que fuera bautizado por el sacerdote Joaquín de Cisneros.

También bautizados en esa pila bautismal han sido, entre otros, los seis hermanos de Ignacio Agramonte; la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda; los patriotas Eduardo Agramonte Piña, José Tomás Betancourt, Ubaldín y José Agustin Barranco, Lope Recio Loynaz, Maximiliano Ramos, Manuel Ramón Silva, Manuel Agramonte Boza, José Alberto Agramonte Piña, Juan Arredondo Pichardo, Leonte Guerra Cisneros,  Luis José Betancourt Agramonte y las benefactoras Eusebia Ciriaca de Varona y Ángela Hidalgo.  También el actual obispo de Ciego de Ávila, Mons. Mario Mestril Vega, y nuestro inolvidable arzobispo, Mons. Adolfo Rodríguez Hererra.

Ojalá que todos los que hoy día son bautizados en esa histórica pila bautismal de Nuevitas, así como sus padres y padrinos, se sientan parte de esta historia nuestra donde la fe católica y el amor a la Patria cubana han marchado de la mano de generación en generación.

El Boletín Diocesano de Camagüey agradece a la Lic. en Historia Amparo Fernández y a Enrique Palacios, Archivero de la parroquia de la Soledad, la valiosa colaboración de ambos.
Reproducido del Boletín Diocesano de Camagüey, Nº 50

PLATO PARA TODOS LOS DÍAS

Plato para todos los días

Esther Rodríguez Monnet

Póngase a cocinar a fuego vivo
un buen trozo de amor
en agua de ilusiones y esperanzas
que le dan mas sabor.
Cuando esta se evapore, se le agregan
cien gramos de pasión,
un miligramo apenas de locura,
dulzura y alegría, a discreción.
Y cuando se disipe la fragancia
de este primer hervor,
añádase abundante tolerancia
y especias de paciencia y buen humor.
Cuézase a fuego lento
en un litro de agrado y comprensión;
(no ponerle vinagre al condimento)
y agregarle una libra de perdón.
Y se tendrá por fin, ya sazonado
con un poco de sal espiritual
un plato bien servido y presentado
del menú conyugal.