12 de julio de 2010


Habanera, tú

Marlene M. Pérez Mateo

«La Habana es mi obsesion…..
Estoy en el exilio, pero sueno con la magia de la Cuba que vivi
y la reconstruyo con mi imaginacion»
Jose Maria Mijares


Como hombre de isla ha perpetuado José María Mijares (La Habana 1921-Miami 2004) el azul en su obra.

El Maestro Mijares estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes “San Alejandro”, donde luego enseñó. Formó parte del Grupo “Diez pintores concretos de La Habana” . Fue expositor y premiado en varias Galerías y Doctor “Honoris Causa” de la Universidad de Miami, su urbe adoptiva. Confesaba que le costaba separarse de sus pinturas y mucho más, rencontrarlas y volverlas a dejar. Esa era a su entender una sensación indescriptible de desgarro en alguien que se sentía feliz, pues todo lo que tenía en su opinión era bueno.

La descomposición geométrica ante sus ojos de La Habana, la ciudad que más amó, es recurrente en sus cuadros. Cosmopolita con brisa de salitre, metrópoli majestuosa en sobria silueta, de entre balaustres, rejas y vitrales. La Habana que conoció a todas horas y bajo todas las luces, se rehízo en las memorias llevándola a sus pinceles sin descanso.

En esa ciudad portuaria sus mujeres, que al decir del Maestro le besaban todas las noches. - «¿Quieres cosa más bella que un beso?». Pasaron de la música de Sebastian Iradier, Ignacio Cervantes y Sánchez de Fuentes a la plástica: “Las Habaneras” de Mijares, retratadas en sus lienzos tanto como pudo, con sombreros y flores de trópico, de una campiña cercana al mar, a las olas y de la gente. Caras asomadas a los ventanales, a los balcones, a las calles, a las barandas. Rostros entre llegadas y despedidas, serenos y apacibles, de querer de marineros. Por sobre todo rostros tristes, muy tristes, al propio decir del creador. Cabría preguntar entonces: -¿Por qué tanta belleza en las femeninas formas? - El cuadro solo, te responde: «Es una tristeza privilegiada».

Con Las Habaneras, Mijares, pintó a sus novias, sus amigas, sus modelos de una vida eternamente bohemia y noctámbula. Doblado ya por los años las recordaba y las trazaba una y otra vez. -«La Habana es una ciudad preciosa» repetía, embriagado por el humo de cigarros, entreabriendo la cortina de sus recuerdos.

Las Habaneras de Mijares son La Habana, la personificación de una ciudad con la que nunca se acaba de soñar.

Marlene María Pérez Mateo
Elizabeth, NJ
23 de junio de 2010

Ilustración: Joven, (1980) óleo sobre lienzo, José María Mijares.
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1 comentario:

  1. Anónimo7/24/2010

    Considero que “ Habanera, tú” es una interesante y concisa aproximación al arte de Mijares. Revela una fina sensibilidad para descubrir las aristas de este diamante de su talento pictórico. Nos hace apreciar la nostalgia de quien se siente indisolublemente unido al cielo azul en el que por primera vez bebió el aliento de vida. La mujer y la tierra quedaron eternamente aprisionados en su pupila creativa. Las Habaneras de Mijares son la purificación de las almas desoladas por la distancia y el desencuentro. Su memoria de plastico singular, nos permite “ entreabrir lo cortina de los recuerdos” , para seguir soñando en nuestro paraíso perdido.

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