23 de febrero de 2010


La Hermana Melancolía

Amado Nervo


En el convento vivía
una monja que pasaba
por santa, y que se llamaba
la hermana Melancolía:
fruto de savia tardía
que olvidó la primavera,
su rostro de lirio era,
y sus pupilas umbrosas
dos nocturnas mariposas
en ese lirio de cera.

Nadie la vio sonreír,
porque quiso, en su entereza,
ennoblecer de tristeza
la ignominia de vivir;
tan sólo cuando al morir,
miró a la faz del Señor,
arrojando su dolor
como se arroja una cruz,
mostró en la frente la luz
de un relámpago de amor.

Y aquella monja sombría,
que nunca se sonrió,
cuando en su cripta durmió
sonreía, sonreía ...
Hermana Melancolía:
dame que siga tus huellas,
dame la gloria de aquellas
tristezas, ¡oh taciturna!
Yo soy un alma nocturna
que quiere tener estrellas.


Amado Nervo, (1870-1919) poeta mexicano cuyo nombre real era Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, perteneciente al movimiento modernista.

Sobresalió en el servicio diplomático, y murió en Montevideo el 24 de mayo de 1919, a los 48 años. Su cadáver fue conducido a México por la corbeta Uruguay escoltada por barcos argentinos, cubanos, venezolanos y brasileños. En México se le tributó un homenaje sin precedente. Fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres (antes llamada Rotonda de los Hombres Ilustres), el 14 de noviembre de 1919.[4]

Como dato curioso, al morir el maestro Nervo, fue mandada a hacer una mascarilla mortuoria en oro, misma que fue enviada a México junto con el cuerpo del poeta. Sin embargo, el molde que había servido para su realización fue obsequiado por el escultor - tras haber sido restaurado, ya que se había roto -, a la notable actriz mexicana, ya también desaparecida, María Tereza Montoya que en aquel momento se encontraba en Montevideo de gira artística. La diva conservó con respeto y cariño durante toda su vida dicha mascarilla, que la acompañó así en todas sus giras.

Texto: Wikipedia.org
Ilustración: Google
________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario