El Camino de la Cruz

Segunda Estación

Jesús carga con la cruz

Enséñame, Señor, tu camino
para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
por el amor de tu nombre.
[Salmo 85, 11] 

Jerusalén arde en fiestas:

¡Qué tremenda diversión

ver al justo de Sión

cargar con la cruz a cuestas!

Sus espaldas curvas, presta

a tan sobrehumano exceso,

y olvidándose del peso

que sobre su hombro gravita,

con caridad infinita

imprime en la cruz un beso.

Tú el suplicio y yo el regalo,

yo la gloria, y Tú la afrenta

abrazado a la violenta

carga de una cruz de palo.

Y así, sin un intervalo,

sin una pausa siquiera,

tal vivo mi vida entera

que por mí te has alistado

voluntario abanderado

de esa maciza bandera.

Enséñame, Jesús, 

a abrazar mi cruz,
a quererla, a aceptarla 

y seguir caminando junto a ti,
sin renuncias, sin temores.
Me pesa, Señor,  

abandonarla a cada instante
y sentarme 

a la orilla del camino de la vida
y ver cómo ya vas  

por el sendero del Calvario,
solo, cuando yo debería estar allí,
para ayudarte 

en el que está acongojado,
abandonado, llagado por el dolor
o lacerado por la necesidad. 

Versos de Gerardo Diego

Reflexión, Santiago Soto Obrador

Foto: Escena del filme «Jesús de Nazaret»

Via Crucis, Saint-Anne-de-Beaupré, Québec, Canada

Montaje, Ana Dolores García

Serie/pps Cuaresma 2009

 ___________________