espías que dejaron huella
Un repaso por los grandes casos de espionaje
que cambiaron el rumbo de la historia
Por
Constan Doval
Reproducido
de La Nueva España, Oviedo
El
espionaje, con sus intrigas, misterios y engaños, ha llenado páginas y páginas
en la literatura. Historias alejadas de la realidad, aunque no tanto. Ahora los
espías vuelven a estar de moda, pero no en los libros sino en la vida real
gracias a un tipo llamado Edward
Snowden, que ha puesto en jaque a la administración Obama.
Un
buen día, este hombre, consultor tecnológico, informante y antiguo empleado del
servicio de inteligencia de los Estados Unidos (CIA), decidió dejar a su guapa
novia bailarina y compartir con el mundo algo que muchos ya sabían: que los yanquis nos espían.
Según
Snowden, el Gobierno de Barack Obama ha
espiado a millones de ciudadanos en todo el mundo escudándose en que es
necesario para prevenir ataques terroristas. Entre ellos, algunos tan
importantes como la mismísima canciller alemana Angela Merkel e incluso es probable que hasta a Mariano Rajoy. Solo en España se
habrían pinchado más de 60 millones de llamadas entre abril de 2012 y enero de
este año.
Antes
que Edward Snowden hubo otros mitos del
espionaje que, en algunos casos, cambiaron el rumbo de la historia.
La
legendaria Mata-Hari
Margaretha
Geertruida Zelle, Mata-Hari, es
la espía más famosa de la historia, aunque no por su valía como tal. Su vida
estuvo rodeada de misterio, lujo y amantes por doquier. Nació en Holanda y se
hizo pasar por bailarina hindú gracias a su exótica belleza, llegando a realizar espectáculos de strip-tease.
Uno
de sus múltiples amantes la convenció para que espiara a los franceses para
Alemania. Ella aceptó debido a su penosa
situación económica. De este modo, se convirtió en agente doble.
En
1917 fue sometida a juicio en Francia acusada de espionaje. Aunque no había pruebas concluyentes fue
declarada culpable de la muerte de miles de soldados galos. Fue ejecutada por
un pelotón de fusilamiento el 15 de octubre de 1917. Cuentan que los soldados
tuvieron que vendarse los ojos para no caer en sus encantos.
Joan
Puyol, el espía español
Conocido
como “Garbo” en el Reino Unido, y “Arabel”, en Alemania, Joan Puyol fue un
agente doble español cuyo papel fue decisivo en el desembarco de Normandía que puso fin a la Segunda Guerra
Mundial. Su papel consistía en desinformar
a los alemanes. Les enviaba informes ficticios sobre movimientos de
barcos mercantes y les convencía de que eran datos valiosos.
Gracias
a esta labor logró que Adolf Hitler y
muchos de sus colaboradores creyeran que la invasión aliada se produciría en el
estrecho de Calais y que el desembarco de Normandía era sólo una maniobra de distracción para atraer a
las tropas alemanas lejos de Calais.
“Garganta
profunda” (Deep Throat)
Bajo
este pseudónimo (por la famosa película que protagonizó Linda Lovelace) se escondía William Mark Felt, por aquella época número 2 del FBI. En 1972,
Felt reveló al periodista Bob Woodward la
participación del entonces presidente de EEUU Richard Nixon en el espionaje de
la sede del Partido Demócrata en el complejo residencial y de oficinas de Watergate en Washington. El caso
supuso el final de la carrera política de Nixon y el prestigioso premio
Pulitzer para Woodward y Carl Bernstein,
el otro periodista que destapó el escándalo.
Kim
Philby, el gran espía
Harold
Adrian Rusell Philby, más conocido como Kim Philby, está considerado como el mejor espía de la historia. Nacido
en la India británica en el seno de una influyente familia, Philby fue un
comunista convencido que formó parte de la red de espionaje conocida como “Los cinco de Cambridge”.
Trabajó
como periodista (cubrió para el “Times” la Guerra Civil española) y fue herido
en la batalla del Ebro, lo que le supuso una condecoración del propio Franco. Ingresó en el servicio secreto
exterior británico, ejerciendo de agente doble tanto para el Reino Unido como
para los soviéticos, a quienes proporcionó información sobre el arsenal nuclear estadounidense.
En
Washington ejerció de enlace entre la embajada del Reino Unido y la CIA, que sospechaba que espiaba para los
soviéticos, aunque Philby siempre se las ingenió para evadir esas
sospechas. Gracias a su la labor para la URSS fue condecorado con la “Orden de la Bandera Roja”, uno de los
más altos honores de la Unión Soviética. Murió en Moscú en 1988 a los 76 años.
Aldrich
Ames, el traidor
Ames,
natural de Wisconsin (EEUU), traicionó a la CIA proporcionando a la KGB la
identidad de todos los agentes que trabajaban para Estados Unidos en la Unión
Soviética.
Fue
arrestado por el FBI en 1994 junto a su esposa y acusado de filtrar información clasificada a la KGB.
Durante el juicio reconoció que proporcionó a la URSS enorme cantidad de datos sobre seguridad, defensa y política exterior de
EEUU. Cumple cadena perpetua en la cárcel de alta seguridad de Allenwood, en
Pensilvania.
Ellsberg
y los “papeles del Pentágono”
Daniel
Ellsberg, analista de las Fuerzas Armadas de EEUU, destapó en 1971 los llamados “papeles del Pentágono”,
más de 7.000 informes reservados sobre la guerra de Vietnam que filtró a varios periódicos norteamericanos. Estos
papeles ponían de manifiesto las mentiras del Gobierno de Nixon sobre la
contienda en Vietnam. Ellsberg fue acusado de robo, espionaje, y conspiración.
El juicio, sin embargo, se anuló tras comprobarse que la administración Nixon ocultó testigos y suprimió pruebas.
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