el Gran Capitán de la Fe
La vida de este
pertinaz fraile, llamado en su bautismo Miquel Josep (Petra,
Mallorca, 1713) y su influencia en la vida de los indios y de la cultura
californiana es el objeto de la gran exposición que se inauguró el día 17 en la
ciudad de San Marino, concretamente en la Biblioteca Huntington, bajo el nombre de “Junípero Serra y los legados
de las misiones de California”.
Una muestra que estudia la vida y la carrera de
Serra en Mallorca y España, su esfuerzo misionero en México y California, y
también, como explican los organizadores, «la diversidad y la complejidad de las culturas indias de California,
y las experiencias de los misioneros y los indios que vivían en las misiones». Además,
la exposición también se pregunta si es cierto que las culturas indígenas
desaparecieron debido a la proliferación de las misiones franciscanas
inspiradas por Serra.
La exposición también incluye relatos y
declaraciones de descendientes de los nativos de las misiones, y aporta objetos
como cuadros raros e ilustraciones que documentan la historia de Mallorca, la
vida de Serra, el arte litúrgico católico del siglo XVIII y la Nueva España,
así como varios bocetos y acuarelas que son una de los primeras
representaciones visuales de California y sus nativos.
Se calcula que el número de nativos que habitaban
California en aquella época era de setenta mil, y se hablaban cerca de cien
lenguas distintas. Cada pueblo tenía sus propias costumbres y cultura. Fray Junípero Serra los incorporaba a
sus misiones para evangelizarlos, pero este viaje a menudo se convertía en una
tragedia, sobre todo por las enfermedades que mermaban a los indígenas.
Serra comenzó su tarea en 1769, cuando desde
España se pensaba que aquella tierra californiana podía ser ocupada por otros
europeos. Ayudados por decenas de
soldados fundaron primero San Diego y Monterrey, donde en 1770, Serra y
Gaspar de Portolá, el gobernador interino de California, tomaron posesión de la
Alta California para España.
Entre los
indígenas y los españoles hubo tensiones, pero también mezcla de
culturas, por ejemplo en cuestiones musicales. La exposición enseña igualmente
los registros sacramentales de los franciscanos, sobre bautismos, matrimonios y
defunciones.
Serra murió en 1784, después de la construcción
de nueve misiones. Sus restos descansan en la Basílica de la Misión de San
Carlos Borromeo, en Monterrey. El papa
Juan Pablo II lo beatificó el 25 de septiembre de 1988.
Reproducido
de ABC, Madrid
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