Mitos y verdades de la cerveza
Ana Luisa Islas
ABC, Madrid
En España, no son pocos los que han sido blanco de burlas cuando al
servirse una cerveza han conseguido que la espuma suba hasta al borde,
ocupando la mitad del vaso. Buenas noticias para todos ellos. En realidad, servir
la cerveza provocando la espuma es la forma correcta de hacerlo. La espuma que se crea al servirla
correctamente ayuda a ensalzar sus propiedades, su sabor y a deshacerse del
CO2, que se le introduce para lograr su sabor y embotellarla, explica Yolanda
Bravo Martín, maestra cervecera.
La espuma se debe formar tirando la cerveza justo
en el centro del vaso. De esta forma, los gases se irán evaporando y la
bebida que dejen detrás no solamente tendrá el sabor que debería tener, sino
que además será más saludable.
Al no provocar la espuma o beberla directamente
de la botella, se ingieren los gases y estos son los que pueden provocar
inflamación, pérdida de apetito y flatulencias. “La cerveza nos tiene que
dar apetito, si nos lo quita, es porque está mal tirada”. Beber una buena “birra” no depende tan solo de
la paciencia con que se sirva, también de dónde se sirva.
Esta
bebida es de las pocas que puede maridarse con espárragos, vinagretas,
escabeches, comida picante, alcachofas y anchoas, explicó. Aunque para algunos,
no hay nada como el vino, también va muy bien con pescados, aperitivos y
carnes.
“Depende del tipo de cerveza, una cerveza de
trigo, turbia, marida muy bien con un corte de carne”, apuntó la especialista. “La cultura cervecera es como la del vino, algunas
van mejor con ciertos sabores”, insistió.
La forma correcta de beberla es a una temperatura
intermedia, entre 4 y 8 grados centígrados. Si bien es cierto, explica, que “depende
de la temperatura del ambiente en donde se beba”. No es lo mismo consumir
cerveza en Alemania a 10 grados bajo cero que en Andalucía a más de 40.
En cuanto a su conservación, esta bebida debe
guardarse en un sitio en donde no le dé la luz. “Igual que el vino, en un
sitio oscuro y húmedo”, comenta la especialista. El sol es uno de sus
peores enemigos, por eso, agrega, la mayoría de los botellines son oscuros.
Sobre la creencia de que la cerveza, una vez fría, no debe dejarse a
temperatura ambiente y luego enfriarse nuevamente, porque pierde propiedades,
explicó que se trata de “leyendas raras que existen”, sobre el tema. “Lo
importante es no dejarlas al sol”, subrayó.
Resumido de abc.es
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