20 de febrero de 2011


Y llegó la Mambisa a Puerto Príncipe…

Por: Osvaldo Gallardo González
Camagüey: febrero 18 (10.00 p.m)

La imagen de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, que se venera hace más de 200 años en la parroquia de Santo Tomás Apóstol, en Santiago de Cuba, y que recorre la isla de Cuba por segunda vez en una peregrinación nacional, fue recibida hoy viernes, un poco después de las 5.00 p.m. en la ciudad de Camagüey, por una multitud que la aclamó a su entrada en la Avenida de la Caridad (hoy llamada "de la Libertad").

Desde antes de las cuatro de la tarde, comenzaron a reunirse los fieles para esperar a su Madre; con cantos y oraciones la multitud dispuso el corazón para el encuentro. Frente al popular Palacio de los Matrimonios, donde contraen nupcias civiles una gran cantidad de parejas cada año, se congregaron varias decenas de matrimonios católicos. 



Las parejas de todas las edades vistieron de gala y a la llegada de la Virgen, escoltada por un nutrido grupo de ciclistas con camisetas blancas; y ante una exhortación de Mons. Juan de la Caridad García Rodríguez, todas corearon a una sola voz el número de años de fidelidad y entrega. Lecturas de la palabra de Dios referidas al mandato divino de la unión entre el hombre y la mujer, fueron compartidas en un bello momento de oración por algunas parejas con Mons. Juan García, arzobispo de Camagüey, quien acompaña a la imagen de la Caridad desde su entrada a esta provincia el pasado domingo 30 de enero por la "puerta histórica" de Guáimaro.

Una larga procesión escoltó a la imagen por toda la avenida: cirios, la Cruz de Cristo; las enseñas del Vaticano, la Demajagua (primer estandarte del alzamiento por la independencia) y la bandera nacional cubana; junto a una representación de la isla de Cuba de la que colgaba un rosario, portada por muchachas con trajes típicos cubanos, y a otra bandera cubana gigante, sostenida por jóvenes vestidos de mambises, iniciaron el desfile. Después de la Virgen, los matrimonios, el obispo y gran parte de los sacerdotes, diáconos y religiosas de la diócesis, el Coro diocesano y la Banda de Concierto de Camagüey, junto al pueblo de Dios.


 La marcha se detuvo frente a la funeraria, ubicada en esta importante arteria de la ciudad, para rezar por los difuntos y sus familiares. Otra obligada parada se realizó frente al seminario diocesano, donde el arzobispo Mons. Juan pidió por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que la Virgen de la Caridad mueva los corazones de los jóvenes y entreguen su vida a Dios en un servicio que la patria y el pueblo necesitan mucho.

Casi al anochecer, la imagen de la Virgen arribó a la histórica Plaza de la Caridad -recordada por los cubanos como la sede de la reciente beatificación del Padre Olallo en el año 2008-. Durante una hora se sucedieron cantos, lecturas de la palabra de Dios, oraciones, bendiciones de velas y flores para ofrecer a la Madre de los cubanos, que visitará todas las parroquias y comunidades de esta ciudad, durante una estancia que comienza hoy y terminará el próximo 3 de marzo, cuando se dirija a los municipios de la zona norte de la provincia.

 La ciudad de Camagüey, antiguo Puerto Príncipe, lleva varios meses esperando esta cita con la Patrona de Cuba, como testimonio de una antigua devoción por esta advocación mariana en la región, cuyos primeros indicios se remontan al siglo XVIII; a partir de la construcción de una pequeña ermita, precisamente en las cercanías del lugar que acoge hoy al santuario diocesano.


 La imagen peregrina, conocida como la Mambisa, comenzó su periplo por todo el país el 8 de agosto de 2010, enviada por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba con una misa celebrada en el Santuario del Cobre. Esta peregrinación nacional, que recuerda una celebrada hace 60 años (1951-1952) para conmemorar las primeras cinco décadas de la República, tiene como lema "A Jesús por María: la Caridad nos une". Este es el mensaje que han querido enviar los obispos católicos al pueblo de Cuba: María nos conduce al encuentro con su hijo Jesús, el Hijo de Dios; y la Virgen de la Caridad -un símbolo de cubanía muy arraigado en la historia patria y la tradición eclesial cubanas- nos trae un mensaje de amor y reconciliación nacional.



Primera Misa con la Mambisa en la ciudad de Camagüey

Por: Pablo M. Marrero Álvarez y Ahmed A. Puig Lamela
Camagüey, febrero 18 (10:00 p.m.). 

A las ocho y treinta de la noche, dio inicio la primera misa celebrada en la ciudad de Camagüey con motivo de la vista de la imagen peregrina de la Virgen de la Caridad. Esta celebración eucarística se ofició en el santuario diocesano de Nuestra Señora de la Caridad, colmado con la presencia de los fieles camagüeyanos.

Esta eucaristía fue presidida por Mons. Juan García, arzobispo de Camagüey, quien durante su homilía expresó: "…estamos colgados de Dios totalmente, Él vive regalándonos milagros: la vida, la familia, la naturaleza. Nosotros le podemos pedir el milagro a la Virgen, pero ella nos tiene otra respuesta… así que en esta noche, no pedimos milagros, sino sencillamente escuchamos a la Virgen: "Hagan lo que Jesús les diga". Lo que Jesús dice está en el evangelio, lo que Jesús dice está en el catecismo, lo que Jesús dice está en el interior de nuestras personas que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios".



 Junto al prelado, concelebraron los sacerdotes salesianos P. Miguel Ángel Fernández, párroco de este santuario; Daniel de los Santos y Dariuzs Izykowski, también estuvo presente el sacerdote jesuita, P. Jorge William Hernández y los diocesanos Castor Álvarez, Raúl Fernández y Manuel Puga. Con la presencia de los diáconos permanentes Rafael Marrero, Miguel Ángel Ortiz, Fulgencio Palacio y Eugenio Viñas. 

La celebración estuvo animada por los matrimonios y adolescentes de la comunidad. Durante el momento del ofertorio, estos pusieron a los pies de la Virgen un sobre con las oraciones y peticiones enviadas a la dirección electrónica virgenmambisa y el blog de noticias creados con el objetivo de informar y dar testimonio sobre el paso de la imagen de la Virgen en su peregrinar por la Arquidiócesis de Camagüey.  

 En el momento de la bendición final, Mons. Juan invitó a pasar al presbiterio, a recibir la bendición solemne, acompañado por sus familiares a un niño que recientemente estuvo gravemente enfermo.

Publicado por la Arquidiócesis de Camagüey
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