7 de julio de 2010

Gustavo Sánchez Galarraga


Gustavo Sánchez Galarraga,
el poeta en su barrio natal.

Maria Teresa Villaverde Trujillo

Escritor, poeta y animador teatral, hijo de un acaudalado matrimonio, nació el 2 de febrero de 1893 en La Habana, en el barrio de El Cerro, el barrio inmortalizado en pinturas y poemas, donde también nacieron otros tantos famosos artistas y donde vivieron científicos importantes.

Los habaneros, que amaban de manera entrañable a su ciudad, tenían en El Cerro, por su historia patriótica y su riqueza artística, uno de sus mayores orgullos; zona donde destacaban: la casa quinta del Marqués de San Miguel de Carvajal, la del Conde de Fernandina, la del conde de Santovenia, la del Marqués de Pinar del Río y la de Doña Leonor de Herrera. La urbanización de esta zona y muy en especial la barriada residencial que surgía a lo largo de la Calzada del Cerro, alcanzó por sus valores artístico y arquitectónicos relevancia nacional en el siglo XlX. Fue el barrio residencial habanero de moda.

Gustavo Sánchez Galarraga, por su lírica musical plena de sentimiento, se hizo acreedor a un puesto en el parnaso natal. Fue el poeta que manejaba las palabras con tanta facilidad como igual las manejaba para escribir textos a grandes autores de la trova tradicional cubana, como Graciano Gómez -compositor, flautista y guitarrista- y Eusebio Delfin -compositor y cantante-, quienes por derecho propio figuran entre los grandes músicos. Galarraga se volcó en creaciones que le garantizaron su propia dimensión tal como sucedió con Flor de pantano y Lección de piano, ambas convertidas en canciones, tornando esa época en el fenómeno de la poesía cantada.

Su repertorio fue muy amplio y exitoso. Cultivó el teatro con obras como: Carmen, El mundo de los muñecos, La verdad de la vida ...y El héroe, obra ésta presentada en Mayari, Cuba, en abril 11 de 1934 a beneficio de Martín Meléndez para comprarle un instrumento musical. Colaboró con Ernesto Lecuona -compositor y excelente pianista- y juntos promovieron el Teatro Lírico Cubano. Arraigando ya en el ambiente habanero la zarzuela cubana, se estrena en el Teatro Payret la zarzuela María la O, de Ernesto Lecuona pero con libreto de Gustavo Sánchez Galárraga, la que después resultó de un gran éxito en Europa. El cafetal y Rosa la china fueron otras zarzuelas importantes de su autoría con el maestro Lecuona.

Por largo tiempo mantiene una estrecha amistad con el Sr. Manolo R. Bastamente -de los Antiguos Alumnos de la Academia de La Salle- a quien había conocido a través del Dr. José Manuel Carbonell, presidente de la Academia de Artes y Letras. Años después, en una noche de fiesta en la Academia De La Salle, el laureado poeta –allí por deferencia especial- recita sus versos a San Juan Bautista De La Salle. Esa misma noche mostró extrañeza de que el colegio no tuviera un Himno y al momento brindose a escribirlo. Días después entregó al Sr. Bustamante El Himno Lasallista encerrando sus tres elementos básicos: Dios, Patria y Hogar.

Himno Lasallista.
Letra: Gustavo Sánchez Galárraga.
Música: Buenaventura Yánez.

La poesía neoromántica -llena de emotividad- también se vio representada en la obra de Sánchez Galárraga. Su poema Meditación ganó un sitio en las antologías, tal como Empieza a perdonar. El amor fue su tema reiterado, expresado con sensibilidad. Formó parte de las tertulias artístico-literarias de distinguidas familias durante la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, destacándose las tertulias en la casa de los pianistas Fernando y Cecilia Arizti, ...y en la casa de Sánchez Galárraga, en la calle Tulipán, El Cerro, en su misma casa donde falleció el 5 de noviembre de 1934.

Empieza a perdonar
Empieza a perdonar, corazón mío.
Serénate, ave loca, que es la hora.
Estamos ya muy lejos de la aurora,
y hay sombra en torno, soledad y frío.

Deja que el tiempo, en su flotante río,
arrastre tus agravios; calla, y ora,
y no inflames tu carne pecadora
con la torpe arrogancia del impío.

Empieza a perdonar... ¡tú tienes tanto
que lavar en las aguas de tu llanto,
tal como en un Jordán copioso y triste!

No te erijas en juez, ¿con qué derecho?
Y en vez de recordar lo que te han hecho,
¡solloza, corazón, por lo que hiciste!


Junio 22, 2010
ashiningowrld@cox.net
http://www.eu93.net/MariaTeresaVT/htlm
_____________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario