Aniversario de Bodas
Martha Pardiño
Martha Pardiño
Ven amor, tomados de las manos,
Caminemos el pasado tan querido:
Hablemos de mi Habana, de sus playas,
De aquel beso primero que nos dimos.
Háblame de la casa en Vista Alegre,
Del Banco Mendoza en el Palacio Aldama,
Donde nos conocimos y nos enamoramos,
Háblame de aquel flamboyán color de fuego.
Háblame de la luminosidad y de la brisa,
Del rico mantecado de La Josefita,
De aquel primer baile nuestro en La Bodeguita,
De los tantos cines habaneros que juntos frecuentamos.
Háblame de mis padres asturianos,
Del aroma del café recién colado,
Del congrí, del lechón, del flan de coco,
De toda la alegría que juntos disfrutamos.
Más no me hables de la despedida,
De los días de angustia y de tristezas,
Del saber que no teníamos regreso.
De eso amor, no, no me hables de eso…
Caminemos el pasado tan querido:
Hablemos de mi Habana, de sus playas,
De aquel beso primero que nos dimos.
Háblame de la casa en Vista Alegre,
Del Banco Mendoza en el Palacio Aldama,
Donde nos conocimos y nos enamoramos,
Háblame de aquel flamboyán color de fuego.
Háblame de la luminosidad y de la brisa,
Del rico mantecado de La Josefita,
De aquel primer baile nuestro en La Bodeguita,
De los tantos cines habaneros que juntos frecuentamos.
Háblame de mis padres asturianos,
Del aroma del café recién colado,
Del congrí, del lechón, del flan de coco,
De toda la alegría que juntos disfrutamos.
Más no me hables de la despedida,
De los días de angustia y de tristezas,
Del saber que no teníamos regreso.
De eso amor, no, no me hables de eso…
Martha Pardiño, Miami, FL
Enero 6 del 2010
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¡Qué sorpresa, querida Lolita!
ResponderEliminarHe estado sin Internet por algunos días. Ayer comencé a mandar y a recibir mensajes y hoy entró a su blog y me encuentro con esta sorpresa.
¡Eres única! Sabes cuando y como hacernos felices.
El 6 de enero, nos reunimos con un grupo de amigos de la UCP en el restauran de la Sagüesera, La Carreta, y celebramos nuestro anivesario 48 allí, espléndidamente, comiendo potaje de garbanzos y conversando.
Le recité a Alberto la poesía que creo que todos se saben ya de memoria.
Miami, Florida
Enero 6 del 2010
Para Alberto, mi esposo y compañero
¿Te acuerdas de aquella mañana de nuestra boda en la Iglesia del
Carmen, en La Habana, el 6 de Enero de 1962?
¿Quién nos iba a decir que íbamos a celebrar nuestro 48 aniversario
de bodas, aquí, en Miami, rodeados de nuestros hijos y nietos todos
gringos?
Si me ves durmiendo amor, no me despiertes.
Déjame soñar en retroceso, volver a la casa de mis padres,
conversar con mi madre, acariciar sus manos… darle un beso,
contemplar desde el portal la tarde y despedirme con un hasta luego.
Y si me ves llorando amor, no me consueles.
Déjame derramar ríos de llanto, por todos los que estamos,
y por los que se fueron, por lo pasado y por las omisiones,
por el pan que negué, por las veces que callé, por todo eso…
Más si me ves alegre cuál fiesta de colores, ven amor,
encendamos juntos los luceros, llenemos de flores los jarrones.
En el fogón está el congrí, la yuca, el rico lechón y los buñuelos,
como punto final, un dulce flan de coco, café y un rítmico bolero.
¡Ay!, si me ves callada, amor, ven a mi lado.
Y cuéntame de mi Habana, de su historia, del malecón,
de mi abuela asturiana, léeme cuentos de reinas y de hadas,
Abrázame amor junto a tu pecho, y háblame, háblame…
Enero 6, 2010