Canto a
Maceo
Alfredo M
Cepero
Antonio
de la patria,
arcángel de la guerra,
general de esperanza
de mi indómita tierra.
Hay un sueño frustrado
en los campos fecundos,
donde yacen sepultos
tus antiguos soldados.
Hay un pueblo que busca
su camino y su estrella,
sin más norte en su brújula
que el fulgor de tu huella.
Antonio del pasado
glorioso de mi pueblo,
jinete en el caballo
del patriótico empeño,
que escribiste en los campos
tu leyenda de acero.
Corazón de paloma
bajo piel de león,
que esperabas la aurora
con un canto de amor.
Que infundiste a la tropa
enemiga el terror,
y a tu tropa bisoña
sembraste valor
para que una colonia,
se hiciera nación.
Antonio del presente
terrible del destierro
en la Cuba doliente
con atuendo extranjero.
Antonio de la angustia
de un pueblo esclavizado
por la bota y la fusta
de un tirano alquilado.
arcángel de la guerra,
general de esperanza
de mi indómita tierra.
Hay un sueño frustrado
en los campos fecundos,
donde yacen sepultos
tus antiguos soldados.
Hay un pueblo que busca
su camino y su estrella,
sin más norte en su brújula
que el fulgor de tu huella.
Antonio del pasado
glorioso de mi pueblo,
jinete en el caballo
del patriótico empeño,
que escribiste en los campos
tu leyenda de acero.
Corazón de paloma
bajo piel de león,
que esperabas la aurora
con un canto de amor.
Que infundiste a la tropa
enemiga el terror,
y a tu tropa bisoña
sembraste valor
para que una colonia,
se hiciera nación.
Antonio del presente
terrible del destierro
en la Cuba doliente
con atuendo extranjero.
Antonio de la angustia
de un pueblo esclavizado
por la bota y la fusta
de un tirano alquilado.
Cadáver
sin descanso,
Antonio idolatrado
que gritas en el trueno
en busca de soldados,
que libren nuestro suelo
del odio de los malos
y lleven a la patria
el reino de los buenos.
Antonio del eterno
trabajo libertario.
Tu voz llega en el viento
como un golpe de látigo,
castigando el silencio
y rompiendo el letargo
de tus hijos cansados
de horizontes sin puertos.
Antonio idolatrado
que gritas en el trueno
en busca de soldados,
que libren nuestro suelo
del odio de los malos
y lleven a la patria
el reino de los buenos.
Antonio del eterno
trabajo libertario.
Tu voz llega en el viento
como un golpe de látigo,
castigando el silencio
y rompiendo el letargo
de tus hijos cansados
de horizontes sin puertos.
Regresa
de tu sueño
general obstinado,
y recluta tu ejército
de múltiples soldados
entre los obreros
y los acaudalados,
para que se oiga de nuevo
en La Habana y Bayamo
el grito guerrero
del pueblo cubano.
general obstinado,
y recluta tu ejército
de múltiples soldados
entre los obreros
y los acaudalados,
para que se oiga de nuevo
en La Habana y Bayamo
el grito guerrero
del pueblo cubano.
Washington DC, 1979
No hay comentarios:
Publicar un comentario