24 de junio de 2013

EL ELMIRANTE ESPAÑOL COJO, MANCO Y TUERTO QUE VENCIÓ A iNGLATERRA




El almirante español, cojo, manco y tuerto
que venció a Inglaterra.

 Esta historia, digna de salir en cualquier película de la conocida saga “Piratas del Caribe”, es una de las muchas en las que se ha demostrado la capacidad estratégica de la marina española de la época. Sin embargo, se suma a las docenas de hazañas que han caído en el olvido.

Cojo, manco, y tuerto
Blas de Lezo nació Guipúzcoa en 1687. Su carrera militar empezó en 1704, siendo todavía un adolescente. Tenía 17 años cuando se enroló de guardiamarina al servicio de la escuadra francesa al mando del conde de Toulouse. Ese mismo año se quedaría cojo. La pierna la perdió en la batalla de Vélez-Málaga, la más importante de la Guerra de Sucesión, en la que se enfrentaron las escuadras anglo-holandesa y la franco-española.  

El ojo lo perdió dos años más tarde, en la misma guerra En esta acción y tras el impacto de un cañonazo en la fortificación, una esquirla se le alojó en su ojo izquierdo, que explotó en el acto.  

Finalmente, cuando tenía 26 años, el marino participó en varios combates y bombardeos a la plaza de Barcelona. En uno de ellos, el 11 de septiembre de 1714, se acercó demasiado a las defensas enemigas y recibió un balazo de mosquete en el antebrazo derecho que le rompió varios tendones y le dejó manco para toda su vida.  Así, y tras quedarse cojo, tuerto y sin mano, Blas de Lezo pasó a ser conocido como el «Almirante Patapalo» o el «Mediohombre». Su leyenda había comenzado.

Una vez finalizada la Guerra de Sucesión, una de sus misiones más destacadas fue la de acabar con los corsarios y piratas de los llamados Mares del Sur (Perú

El mayor reto de Lezo 
El mayor desafío de Blas de Lezo se sucedió sin duda en Colombia, donde tuvo que defender Cartagena de Indias (el centro del comercio americano y donde confluían las riquezas de las colonias españolas) de los ingleses, ansiosos de conquistar el territorio. En este caso, los británicos aprovecharon una afrenta a su imperio para intentar tomar la ciudad.

Los preparativos se iniciaron, y los ingleses no escatimaron en gastos al mando del Almirante inglés Edward Vernon Los ingleses contaban con 195 navíos, 3.000 cañones y unos 25.000 ingleses. Por el contrario, Blas de Lezo no disponía de un gran número de soldados ni barcos para defender la ciudad.

Pero, lo que tenía a su favor el «Almirante Patapalo» era un terreno que podía ser utilizado por un gran estratega como él. Y es que la entrada por mar a Cartagena de Indias sólo se podía llevar a cabo mediante dos estrechos accesos.  


Comienza la batalla
El 13 de marzo de 1741 apareció la flota de guerra y para el día 15 toda la armada enemiga se había desplegado en plan de cerco.  La batalla comenzó en el mar. Tras comprobar que no podían acceder a la bahía, los ingleses comenzaron un bombardeo incesante contra los fuertes del puerto.

Vernon se cree vencedor
Los ingleses habían conseguido acabar con varias fortalezas y asentarse en las bahías de Cartagena de Indias tras pasar los obstáculos puestos por los españoles. Sin duda, sentían la victoria cerca. «Vernon entró entonces triunfante en la bahía con su buque Almirante ydando la batalla por ganada y envió   una corbeta a Inglaterra con un mensaje en el que anunciaba su gran victoria sobre los españoles.

La noticia fue recibida con grandes festejos entre la población y, debido al júbilo, se mandó acuñar una moneda conmemorativa para recordar la gran victoria.   En ella, se podía leer «El orgullo español humillado por Vernon» y. además, se apreciaba un grabado de Blas de Lezo arrodillado frente al inglés.

La victoria del «Mediohombre»
Vernon estaba decidido, la hora de la victoria había llegado. Por ello, quiso darle el broche final tomando el símbolo de la resistencia española: el castillo de San Felipe, donde resistían únicamente seis centenares de soldados. Sin embargo, el asalto desde el frente era un suicidio, por lo que el inglés se decidió a dar la vuelta a la fortaleza y asaltar por la espalda a los españoles. Para ello atravesaron la selva, lo que provocó la muerte por enfermedad de cientos de soldados, pero al fin llegaron y Vernon ordenó el ataque.

Los ingleses se organizaron en tres grupos para atacar el fuerte.   Sin embargo, los asaltantes se llevaron una gran sorpresa: las escalas no eran lo suficientemente largas para alcanzar la parte superior de las murallas. El ‘Almirante Patapalo’ había ordenado cavar un foso cerca de los muros para aumentar su altura y evitar el asalto.

Los españoles aprovecharon entonces y acabaron con cientos de ingleses. La batalla acababa de dar un giro inesperado debido al ingenio de un solo hombre, o más bien, «Mediohombre».

La mentira del inglés
A Vernon todavía le quedaba un último mal trago: informar en Inglaterra de que la había perdido la batalla. «El rey Jorge II prohibió todo tipo de publicación sobre la batalla»,

Vernon fue relevado y expulsado de la Marina en 1746, aunque la arrogancia y el orgullo inglés hizo que le enterraran en la Abadía de Westminster, panteón de los héroes, y en su tumba pusieron: «Sometió a Charges, y en Cartagena conquistó hasta donde la fuerza naval pudo llevar la victoria»; lo que era la forma más humillante de ocultar tan vergonzosa derrota.
Fuente: abc.Madrid

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