Por Marlene María Pérez Mateo
“Hasta que San Juan baje el
dedo” es una expresión tan vieja como simbólica. Su origen está entre lo
evangélico y lo popular.
Primero se refiere al hecho acaecido en el río
Jordán, donde el Bautista identifica a
Jesús como el Mesías. De ello ha derivado que en las múltiples representaciones
del santo aparezca con el dedo apuntando hacia el cielo en clara referencia a
la divinidad de Cristo. La más famosa de ella es la de Da Vinci, 1510. Lo
segundo hace denotar la imposibilidad o la nulidad de que algo ocurra. Existe
una versión latina de la frase usada oficialmente por primera vez en Colombia en 1867 en la novela María del
escritor Jorge Isaac: Hasta que San Juan agache el dedo.
San Juan es probablemente el
único santo que se celebra su nacimiento y no su muerte. El calendario
gregoriano hizo coincidir tal fecha con el solsticio de verano y las fiestas
previamente celebradas en honor al sol .De ello se ha derivado la permanencia
aun hoy de ritos tales como las hogueras, los baños de playa nocturnos, el
corte de cabello, las veladas musicales, la supuesta aparición de hadas y seres
fantásticos. También el cancionero infantil nos menciona en uno de sus cantos: “Aserrín,
aserrán, los maderos de San Juan...” Fecha
carnavalesca tiene lugar por estos días en Camagüey, Cuba y otros lugares.
Parece ser cierto que las lunas de junio son las más bellas del año muy en especial las del 24.Celebremos tal hecho y todo lo que a él acompañe, no está de más; pero no olvidemos poner lo mejor de nuestra mirada en el hijo de Isabel y Zacarías: Juan el Bautista.
Marlene María Pérez Mateo
Junio 24, 2013
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