Parte del dinero de los fraudes
al Medicare
termina en bancos cubanos
Michael Sallah
El Nuevo Herald
En un caso sin precedentes, fiscales federales
acusaron a un hombre de Miami de involucrarse en una operación masiva de lavado
de dinero que movió millones de dólares robados del programa federal Medicare a
bancos en Cuba.
Los
fiscales dijeron que Oscar Sánchez, de 46 años, era una figura clave en un
grupo que canalizó $31 millones en dólares del Medicare a bancos en La Habana,
en el primero de estos casos que rastrea directamente el dinero robado al
programa federal en apuros hacia el sistema bancario de la isla.
La
mayor parte del dinero se movió a través de una intrincada red de compañías
extranjeras intermedias antes de terminar en Cuba, para evitar ser detectadas
en Estados Unidos, dijeron los investigadores.
“Obviamente,
tratamos con una red muy sofisticada”, dijo Ron Davidson, fiscal federal
asistente, durante una audiencia el lunes en la corte. La investigación federal
marca la primera vez que los fiscales han presentado un caso de efectivo
relacionado con Cuba en la actual batalla contra el fraude del Medicare en el
sur de la Florida.
A
pesar de los argumentos del abogado de Sánchez de que su cliente no
representaba un riesgo de huida y que tiene vínculos familiares en Miami, el
magistrado federal Jonathan Goodman ordenó que permanezca detenido sin fianza. “El
hecho de que [él] ha hecho más de 78 viajes fuera del país en el curso de los
años” fue una importante razón, dijo el juez. Durante años, Sánchez formó parte
de una organización mundial de lavado de dinero que se extendía desde Montreal
hasta La Habana, dijeron los fiscales.
Aunque
no se ha acusado formalmente a nadie más hasta ahora, los fiscales dicen que
Sánchez, que tenía un negocio de cambio de cheques, estaba en posición de lavar
millones en cheques y pagos por giro bancario del gobierno que se enviaron a
suministradores corruptos entre el 2005 y el 2009. Sánchez fue acusado la
semana pasada con un cargo de conspiración para realizar lavado de dinero.
“Oscar
Sánchez fue un financista de los estafadores y un capitalista de los bancos
cubanos”, dijeron los fiscales en una moción en la corte. Aunque Sánchez fue el
objetivo de la actual investigación, los fiscales dicen que decenas de
suministradores corruptos del Medicare – quienes ofrecían servicios para el
tratamiento del sida y equipos médicos- participaron en el timo establecido por
una razón: esconder el dinero.
Con
millones de dólares procedentes del Medicare, los defraudadores abrieron 15
cuentas bancarias en Canadá y Trinidad para mover el dinero de Estados Unidos,
de acuerdo con los registros de la corte.
En
una importante táctica, los cabecillas usaron millones de dólares para comprar
giros postales -20 cajas en total- y entonces colocar el dinero en una cuenta
en el Royal Bank de Canadá, en Montreal. Para hacer las compras, usaron una
variedad de nombres, incluyendo un famoso alias: Bill Clinton.
Después
de que el dinero se ocultó en cuentas de banco, se envió de inmediato a otras
cuentas en el Republic Bank, en Trinidad.
Los
investigadores encontraron posteriormente que las cuentas no se habían abierto
en realidad en Trinidad, sino en una sucursal del Republic Bank en La Habana,
indicaron los registros judiciales. Además, el banco tenía firmes instrucciones
en dos de esas cuentas para transferir de inmediato todo el dinero al sistema
bancario cubano.
Hasta
ahora, los fiscales, que reúnen su información de registros financieros y
testigos no identificados, dijeron que le han seguido el rastro a $63 millones
hasta los bancos cubanos, casi la mitad de ellos relacionada con el caso de
Sánchez. “Este no es un caso tradicional de lavado de dinero”, dijeron los
fiscales.
Una
de las razones por la cual los proveedores de servicios de salud acudían a
Sánchez fue porque éste actuó como una especia de cajero: suministrándoles el
efectivo que ellos tanto necesitaban mientras que esperaban que se lavara su
dinero, dijeron los fiscales.
“La
operación de lavado de dinero de los acusados fue más rápida, eficiente y
financieramente beneficiosa para todos los involucrados, incluyendo a [Oscar
Sánchez] quien cobraba una tarifa por sus servicios”, escribieron los fiscales.
En total, los dueños de 70 compañías médicas del sur de la Florida presentaron
facturas al Medicare por $374 millones, de los cuales se pagaron unos $70
millones.
Aunque
la fiscalía afirmó que Sánchez podría huir –agregando que había viajado 78
veces al extranjero desde el 2002– el abogado defensor Peter Raben dijo que la
mayoría de los viajes fueron a México, donde su cliente tiene un condominio. Agregó
que acusar a Sánchez en el esquema internacional de lavado de dinero era “una
gran pista falsa” para perjudicar a su cliente, quien no ha sido convicto de
ningún delito anteriormente.
Los
fiscales dijeron que Sánchez formaba parte de un timo mucho mayor para desviar
dinero a Cuba, un país comunista que no extradita fugitivos hacia Estados
Unidos. Como parte del caso de Sánchez, los fiscales le han pedido a la corte
que confisque siete casas que posee en los condados de Miami-Dade, Lee y
Collier, así como dos vehículos, para recuperar los millones en el lavado del
dinero.
Expertos
que han observado la emergencia de Miami-Dade como la capital del fraude al
Medicare en el país, dijeron que no se debe descartar la participación del
gobierno cubano, aunque no hay pruebas para respaldarla.
Andy
Gómez, académico de estudios cubanos en la Universidad de Miami, dijo que
fuentes en Miami y Cuba le habían dicho que el gobierno de Raúl Castro
extorsiona el botín de Medicare de los criminales, a los que se les permite
viajar libremente entre el sur de la Florida y la isla.
Más
de dos docenas de personas acusadas de fraude al Medicare han huido a Cuba en
los últimos cinco años, y se sospecha que muchas más están escondidas allá.
“El
gobierno cubano sabe lo que pasa”, dijo Gómez en una entrevista el año pasado
con The Miami Herald. “El gobierno sabe quiénes son los fugitivos, y mientras
más grande sean, el gobierno espera que le paguen más… Es una forma de obtener
moneda dura y una forma de desacreditar a la comunidad cubanoamericana
exiliada”.
Kirk
Ogrosky, un ex fiscal contra el fraude al Medicare, dijo que el caso más
reciente ocurre después de años de investigación de las conexiones cubanas.
“El
dinero de los contribuyentes de Estados Unidos destinado al Medicare ha estado
saliendo del sur de la Florida por décadas”, dijo Ogrosky. “Si el Departamento
de Justicia realmente desea detener este desorden en Miami, debería explicarles
a las personas mayores cómo su participación en estos timos ayuda a apoyar al
gobierno cubano y a la gente de Castro. Alguna parte de lo que queda se
canaliza fuera de Estados Unidos a lugares como Cuba, donde los contribuyentes
estadounidenses no tienen oportunidad de recuperarlo”.
Este caso es solo una muestra de los muchos fraudes que amenazan la estabilidad de los Servicios Sociales de USA, en los que la mayoria de los jubilados dependen para vivir. Aqui nos llega de cerca por tratarse de envios a Cuba fraudulentos despues del primer fraude de cobrar el pago por servicios, equipos y medicinas no recibidas y no necesarios. Por eso se debe perseguir tambien a todos los involucrados en recibir los pagos fraudulentos del Medicare: medicos,terapeutas, tecnicos, laboratorios y por supuesto, los pacientes que lo permiten. Oilda del Castillo
ResponderEliminar