El domingo de la verdad de Jesús
Hazme vivir, Señor, como Tú dices y vives.
Hazme vivir, Señor, como Tú dices y vives.
Que haga, no aquello que el mundo espera,
sino aquello que Tú deseas
para construir tu Reino siendo tu sal y tu luz.
Que con tu fuerza, Señor, y en tu Palabra,
viva con el fervor de tus discípulos,
con la sencillez de María,
y arropado con el testimonio de los mártires.
Señor, que no viva de espaldas a tu Verdad:
que mi “sí” a tu Palabra,
se manifieste en un compromiso sincero.
Que lejos de desafinar en mi existencia cristiana,
sepa armonizar mi idea con mi práctica,
mis ilusiones con mis realidades,
mis anhelos con mis luchas diarias,
mi amistad contigo
con la fraternidad del día a día,
con la fraternidad del día a día,
proclamando tu bondad en un mundo egoísta
y mostrando, con tus heridas y tu cruz,
que mi vida no es sólo palabra…
no sólo proyectos…
no sólo proyectos…
que mi vida es hacer aquello
como Tú dices y vives.
Javier Leoz,
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