30 de septiembre de 2011

EL FIN DEL MUNDO (OTRA VEZ)

11-11-11  EL  FIN  DEL  MUNDO
(OTRA  VEZ)

Cada vez que el calendario se pone caprichoso, los profetas del apocalipsis salen de la cueva. Esta ocasión es especial: se acerca el 11 de noviembre de 2011, el 11-11-11, una oportunidad inmejorable para vaticinar el fin del mundo.

Solo hubo una posibilidad de que el fin del mundo no llegue el próximo 11 de noviembre de 2011. Que lo hubiera hecho antes, concretamente este 27 de septiembre, cuando el cometa Elenin impactó contra la Tierra sin dejar a su paso todo tipo de catástrofes naturales. Esta es la cruda premonición, (desbaratada por todos los científicos serios, empezando por la NASA), que estos días están haciendo los agoreros que oportunamente reaparecen cada vez que un fenómeno astronómico o una fecha especial les da pie para ello.

11 del 11 del 11. O si lo prefieren: 11-11-11. El fin del mundo está aquí, de nuevo, como cuando el predicador Harold Camping anunció (y a muchos convenció) que la Tierra se destruiría el pasado 21 de mayo. O como cuando diez días antes alguien vaticinó que un terremoto destruiría Roma y consiguió atemorizar a la población. O, sin ir más lejos, como cuando hace apenas dos semanas un pastor cubano se encerró con sus fieles en La Habana convencido de que solo ellos se salvarían del tsunami que iba a arrasar la ciudad.

Son los mismos, falsos científicos y  pseudo-profetas, que vaticinan mediante multitud de teorías, que llevan siempre al mismo sitio, que la Tierra dejará de existir en 2012, y a los que ahora les ha saltado la alarma ante una fecha realmente llamativa, y que tardará un siglo en repetirse. Mucho más allá de ser un día capicúa, la llegada del 11-11-11 ha sembrado la red de todo tipo de teorías apocalípticas, que han calado en los más crédulos de los foros.

La maldición de una fecha y la numerología

Para empezar, desde el punto de vista de la Numerología nada hay que sostenga que esta fecha arrastra una maldición detrás, ya que según esta disciplina el 2011 hay que descomponerlo en 2+0+1+1, con lo que da como resultado el 4. Es decir, el día ya no será capicúa ni tendrá todas sus cifras iguales. Tampoco tiene sentido recurrir a las interpretaciones literales de las Escrituras ya que es un error intentar comprenderlas fuera del contexto en el que fueron escritas.

¿Cuándo se acabará, por tanto, el mundo? Por supuesto, nadie lo sabe, aunque hay quien ha intentado tranquilizar a la parroquia echando mano de aquellos que alguna vez se han lanzado a aventurarlo. Es lo que hizo estos días, por ejemplo, la web de la mexicana Univisión, que optó por recurrir a lo que el astrónomo y astrofísico Carl Sagan dejó escrito en su obra “Cosmos”: “Dentro de varios miles de millones de años habrá un día perfecto. Entonces, a partir de un período de millones de años el Sol comenzará a hincharse, la Tierra se calentará, la mayoría de las formas de vida desaparecerán, el mar se retirará dejando libres las costas, los océanos comenzarán a evaporarse y la atmósfera escapará al espacio. A medida que el Sol avance hacia una gran estrella roja y gigantesca, la Tierra se secará, quedará árida, sin aire. Eventualmente el Sol tragará nuestro mundo y todo habrá acabado”.

Varios miles de millones de años… Tiempo más que suficiente, por tanto, para seguir viviendo como si tal cosa. 

Fuente: La Razón, Madrid

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