13 de febrero de 2011


 El domingo de la Ley de Jesús

Que no sea rebelde, Señor,
a tu Palabra, pues ella me ilumina
y me enseña los caminos hacia tu Reino.
A tu presencia, pues contigo y en Ti
encuentro la felicidad plena
la dicha verdadera y las razones para vivir.

Que no sea rebelde, Señor,
 a tus leyes, pues con ellas
podré ser libre de verdad
sin someterme a otras, que en el mundo,
son injustas y caprichosas

Que no sea rebelde, Señor,
a tu voluntad, para no ser esclavo de nadie
y, sirviéndote a Ti, pueda descubrirte
en mi entrega sencilla pero sincera a los demás.

Que no sea rebelde, Señor,
a tu proyecto sobre mí,
para llevar a buen puerto
lo que mis débiles fuerzas  me permitan.

Que no sea rebelde, Señor,
a tus exigencias en la vía hacia la perfección,
a tu corazón, para moldear el mío frío y duro,
a tu llamada, para no olvidarme
de lo mucho que, hoy y siempre, me amas.


Javier Leoz,
Betania.es

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