.
¿Y AHORA QUÉ?
- Ana Dolores García
- La edición digital de ayer del diario “El Mundo” de Madrid se hace eco de un sinfín de comentarios y elucubraciones sobre pormenores de los 33 mineros chilenos después de su vuelta a la vida cotidiana.
La crónica deja un sabor amargo, porque mayormente lo que se resalta en ella es lo negativo. No falta, sin embargo, la súplica de los mineros a los medios informativos para que suspendan el asedio al que los tienen sometidos.
Que si la futura esposa del minero que le pidió matrimonio desde su encierro y la madre de éste no se llevan, que si les han lavado el cerebro en el centro médico donde estuvieron poco más de veinticuatro horas para dictarles lo que debían contestar a la prensa; que si algunos ya han pedido millones por ofrecer entrevistas, a pesar de que existe un pacto entre ellos de no contar nada de lo pasado bajo tierra... Son los comentarios principales que se hacen resaltar. Y es de imaginar que el enfoque de El Mundo no sea exclusivo, sino que lo compartan otros medios informativos.
El mundo entero vivió semanas de expectación y de esperanza y abrazó al pueblo chileno que vivía aferrado a esa esperanza. La humanidad no había visto desde hace -¿será exagerado decir siglos?- un espectáculo de tanta hermandad y unión. Los medios informáticos se lucieron y, más aún, la organización con la que las autoridades chilenas dispusieron todos los detalles para que la improvisación no diera al traste con el rescate.
¿Por qué ahora, después que la prensa radial, escrita y -sobre todo- la televisiva, alcanzaron el máximo puntaje en sus emisiones y publicaciones, y cuyo inmenso esfuerzo es encomiado por todos, no dejan a los mineros en paz para que puedan disfrutar de la intimidad con sus familias sin ser el centro de supuestas rencillas y reacciones?
Será que no han quedado satisfechos con todo lo vivido y logrado, y pretenden prolongar los mismos “ratings” de audiencia y de lectores, aunque sea a base de puro morbo.
Si ya se comienzan a ver los comentarios negativos, que van a tratar de anular, todo lo positivo, que hubo en el rescate. Es que el ser humano trata de encontrar la publicidad a como de lugar, no importa que eche por tierra todo lo bello, que vivimos solo hace unas horas.
ResponderEliminarRuego porque Dios que los devolvió a la vida los mantenga unidos, para un desenvolvimiento feliz en esta historia.
Gladys