La Madonna de la Charca
"La Madonna de la Charca" llamaron a la monumental imagen de la Inmaculada Concepción que, inesperadamente, fue encontrada a mediados del mes de noviembre de 1986 en la ciudad de Santa Clara, parte Central de Cuba, a pocos metros del entonces “Mercado paralelo”, en un yerbazal detrás de unos arbustos, donde hubo anteriormente una zanja de aguas retenidas.
Esta imagen originariamente había sido colocada sobre un monumento ubicado a la entrada de la ciudad de Santa Clara, donde se encuentran la Carretera Central y la prolongación de la Calle Independencia.
Las “Damas Isabelinas”, una asociación católica de aquel tiempo, habían patrocinado la adquisición de esta estatua, que fue bendecida solemnemente el 12 de Mayo de 1957, Día de las Madres. Es una representación de la Virgen María, tallada en Italia en mármol blanco, que mide 3 metros de alto y pesa unas 3 toneladas.
Un tractor, removiendo el terreno para hacer un camino, la puso al descubierto. Cientos de personas acudieron de inmediato, movidas por una mezcla de curiosidad, piedad y simpatía. Unos trataban de limpiar la tierra que en parte seguía cubriéndola, otros con cepillos y escobas intentaban quitarle la suciedad; otros le llevaron flores y velas y los había que rezaban, y no faltaron tampoco los que comentaban y se dolían del mal trato que se le había dado a la imagen.
Al ser retirada de su monumento en la década del 60, y ser arrojada en la zanja donde por su propio peso quedó sepultada, recibió golpes y roturas en la boca, en la barbilla, en la nariz, en los ojos y también en la mano derecha. Han sido igualmente dañados los bordes del manto y las figuras de los angelitos que están en el pedestal.
A causa de los largos años que permaneció bajo tierra y sometido a la humedad, todo el conjunto ha sido afectado por una especie de hongo que, a pesar de las cuidadosas limpiezas a que se ha sometido, dejó una secuela de manchas negruzcas y una especie de reblandecimiento del mármol, sobre todo en la parte posterior de la imagen.
A los pocos días de su encuentro, "desapareció" de nuevo y tenida en un lugar desconocido hasta que, finalmente y a petición del Obispo Mons. Fernando Prego, fue entregada al Obispado con motivo de la creación de la nueva Diócesis de Santa Clara el 11 de Junio de 1995. Desde la víspera de ese día se encuentra colocada a la entrada de la Iglesia Catedral.
Con su verdadero nombre de Inmaculada Concepción o con su nombre popular de La Virgen de la Charca, esta imagen, la mayor de Cuba de las que representan a la Virgen María, Madre de Dios, es continuamente visitada por innumerables personas que vienen de lugares lejanos, o los muchos que transitan por la calle Marta Abreu. Unos vienen a pedirle ayuda y protección para superar sus problemas y dificultades, otros vienen a cumplir promesas o para agradecer la ayuda recibida.
Una historia más producto de las tantas barrabasadas que hizo el castrismo en muchos pueblos de Cuba al apoderarse de propiedades de la Iglesia y saquearlas, destruyendo los simbolos religiosos.
¡Pero esta gran Imagen de Maria (quizas la mayor de Cuba) se resistió a ser destruida..!
Foto y texto recibidos en mensaje electrónico
Colaboración de Teté Beyra
Esta imagen originariamente había sido colocada sobre un monumento ubicado a la entrada de la ciudad de Santa Clara, donde se encuentran la Carretera Central y la prolongación de la Calle Independencia.
Las “Damas Isabelinas”, una asociación católica de aquel tiempo, habían patrocinado la adquisición de esta estatua, que fue bendecida solemnemente el 12 de Mayo de 1957, Día de las Madres. Es una representación de la Virgen María, tallada en Italia en mármol blanco, que mide 3 metros de alto y pesa unas 3 toneladas.
Un tractor, removiendo el terreno para hacer un camino, la puso al descubierto. Cientos de personas acudieron de inmediato, movidas por una mezcla de curiosidad, piedad y simpatía. Unos trataban de limpiar la tierra que en parte seguía cubriéndola, otros con cepillos y escobas intentaban quitarle la suciedad; otros le llevaron flores y velas y los había que rezaban, y no faltaron tampoco los que comentaban y se dolían del mal trato que se le había dado a la imagen.
Al ser retirada de su monumento en la década del 60, y ser arrojada en la zanja donde por su propio peso quedó sepultada, recibió golpes y roturas en la boca, en la barbilla, en la nariz, en los ojos y también en la mano derecha. Han sido igualmente dañados los bordes del manto y las figuras de los angelitos que están en el pedestal.
A causa de los largos años que permaneció bajo tierra y sometido a la humedad, todo el conjunto ha sido afectado por una especie de hongo que, a pesar de las cuidadosas limpiezas a que se ha sometido, dejó una secuela de manchas negruzcas y una especie de reblandecimiento del mármol, sobre todo en la parte posterior de la imagen.
A los pocos días de su encuentro, "desapareció" de nuevo y tenida en un lugar desconocido hasta que, finalmente y a petición del Obispo Mons. Fernando Prego, fue entregada al Obispado con motivo de la creación de la nueva Diócesis de Santa Clara el 11 de Junio de 1995. Desde la víspera de ese día se encuentra colocada a la entrada de la Iglesia Catedral.
Con su verdadero nombre de Inmaculada Concepción o con su nombre popular de La Virgen de la Charca, esta imagen, la mayor de Cuba de las que representan a la Virgen María, Madre de Dios, es continuamente visitada por innumerables personas que vienen de lugares lejanos, o los muchos que transitan por la calle Marta Abreu. Unos vienen a pedirle ayuda y protección para superar sus problemas y dificultades, otros vienen a cumplir promesas o para agradecer la ayuda recibida.
Una historia más producto de las tantas barrabasadas que hizo el castrismo en muchos pueblos de Cuba al apoderarse de propiedades de la Iglesia y saquearlas, destruyendo los simbolos religiosos.
¡Pero esta gran Imagen de Maria (quizas la mayor de Cuba) se resistió a ser destruida..!
Foto y texto recibidos en mensaje electrónico
Colaboración de Teté Beyra
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