29 de agosto de 2009


Desde Cuba:

De Nipe al Cobre
Peregrinación siguiendo la ruta de la imagen de la Virgen de la Caridad

Lorenzo Ferrer

Tres arriesgados obispos tomaron la valiente decisión de caminar la misma ruta que recorrieran hace 4 siglos los 3 jóvenes que encontraron la imagen de la Virgen de la Caridad: Juan y Rodrigo de Hoyos y Juan moreno (117 km).

Los osados peregrinantes fueron Juan García, arzobispo de Camagüey, Wilfredo Pino, obispo de Guantánamo-Baracoa y Domingo Oropesa, obispo de Cienfuegos.

Los últimos dos eran ya experimentados caminantes: al menos dos peregrinaciones a pie desde Camagüey hasta El Cobre.

En ésta los acompañaron 62 jóvenes y la superiora de las Siervas de María en Camagüey (cubana de 40 años que según Mons. Willy siempre andaba “en primera fila”).

El peregrinaje comenzó en la Bahía de Nipe, el 18 de Agosto y terminó en El Cobre el 22 de Agosto. Suena un poco descabellado, arriesgado, hasta quijotesco… excepto para los que conocemos a estos tres grandes hombres de Dios que un día determinaron que valía la pena correr cualquier riesgo por seguir los caminos de Jesús de Nazaret.

El primer día recorrieron 23.7 km, saliendo del Cayo de la Virgen (playa Morales) hasta el pueblo de Cueto. Segundo día: 22.3 km. desde Cueto hasta Alto Cedro. En el tercer día recorrieron 20.4 km desde Alto Cedro hasta Mella.

Saliendo de Mella caminaron el cuarto día 24.6 km para llegar hasta Palma Soriano, desde donde recorrieron el último día los últimos 26.3 km llegando exhaustos a El Cobre.

Mons. Willy: -“Te cuento también esta anécdota del viaje: Al llegar al entronque del antiguo Central Miranda (hoy Mella) y pasar por delante de un "amarillo" (se visten de ese color y son los que organizan la subida de los viajeros a los camiones, guaguas, máquinas, etc.) éste, al darse cuenta de quiénes éramos y de las estampas y estandartes de la Virgen que llevábamos, dijo en alta voz: "Sólo Cristo tiene poder".

Estábamos, pues, en presencia de un pentecostal. Pero en ese momento, luego de 25 kilómetros caminados, llevábamos la vista puesta en un kiosco de frituras y refrescos que había en el entronque. Y, por aquello del "primum vivere"... hacia allí nos fuimos a merendar.

Pero Dios facilitó las cosas. El amarillo cruza la carretera y se sienta solito debajo de un árbol. Hasta allí fui, me quité la mochila y me senté a su lado. Mi pregunta fue: "¿Cuál es la tarea que hacen ustedes, los amarillos?". Y su respuesta no pudo ser mejor para lo que yo quería aclararle a él. Me respondió: "Ayudar a que la gente llegue a su destino".

Entonces le dije: "Pues mire, los felicito porque ustedes hacen lo mismo que la Virgen María. Ella no es Dios pero ayuda a que la gente llegue a su destino"... Ustedes no son los dueños del transporte ni el Ministro de transporte, como la Virgen no es Dios, pero ustedes y Ella saben cómo "resolver"...

La conversación siguió muy agradable con abrazo de despedida incluido. Al otro día, cuando salíamos de Mella lo pudimos saludar nuevamente y ahora había una sonrisa en su cara”.

Nunca le falta la jocosidad a Mons. Willy: -“ no sólo hubo zapatos rotos... Lo más duro, aunque llevaderas, son las ampollas en los pies, que demoran varios días en curarse…”

¿Qué habrá en el corazón de estos cubanos de Dios que a pesar de todas las dificultades, obstáculos e incomprensiones, dedican cuatro días de su vida a caminar el pedregoso camino de la vida que los acerca a la Caridad del Cobre, a nuestra querida “Cachita”.

Oremos por todos los cubanos en este 8 de Septiembre, Día de la Caridad del Cobre, Día de nuestra “Cachita”.

Lorenzo Ferrer,
28 de agosto de 2009
Colaboración: Acelo D'Alessandro
Foto: Google

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