Los dos
valerosos jóvenes que dieron sus vidas
por los demás
rehenes en el "secuestro en Sydney"
SYDNEY, 16 Dic. 14 / 11:48 am (ACI).- El Arzobispo de
Sydney (Australia), Mons. Anthony Fisher, celebró este martes la Misa por las víctimas del secuestro del Lindt Café,
Tori Johnson y Katrina Dawson, quienes sacrificaron sus vidas por los demás
rehenes, «imitando el sacrificio de Cristo, quien dijo que no hay amor más
grande que dar la vida por los otros».
El lunes, el clérigo musulmán de origen iraní,
Man Haron Monis, irrumpió el Lindt Café y tuvo secuestrados a 17 personas
durante unas 16 horas, hasta que Johnson, administrador del local, «aparentemente
viendo una oportunidad», se fue contra el secuestrador y agarró la pistola,
recordó el Prelado.
«Trágicamente, esta se disparó causándole la
muerte, pero esto provocó la respuesta de la policía y la libertad para el
resto de rehenes». Los informes también han señalado que Katrina Dawson estaba
protegiendo a una amiga embarazada de los disparos. Estos héroes estaban
dispuestos a dar sus vidas para que otros puedan vivir, imitando el sacrificio
de Cristo quien dijo que no hay amor más grande que dar la vida por los otros”,
afirmó Mons. Fisher.
En su homilía, el Prelado dijo que los habitantes
de Sydney no estaban acostumbrados a relacionar las palabras “terrorista”,
“cerco”, “rehenes” y “fuerzas de seguridad” con su ciudad.
Sin embargo, señaló, en el mismo centro de la
ciudad se vio a los rehenes “inmovilizados durante horas contra las ventanas y
obligados a sostener una bandera” que usa el nombre de Dios como amenaza.
«Infierno nos había tocado», expresó.
Mons. Fisher dijo que solo la historia dirá
cuánto estos hechos afectarán «nuestra actitud, comportamiento, estilo de
vida». Sin embargo, el día de hoy «el corazón de nuestra ciudad está quebrado
por la muerte de dos rehenes inocentes».
«Katrina Dawson, una madre de tres pequeños niños
y una abogada talentosa (…). El otro, Tori Johnson, era el joven administrador
de la cafetería», recordó el Prelado, quien al referirse a Haron Monis, «el
autor de esta pesadilla», pidió evitar conclusiones rápidas y señalar con el
dedo.
En su homilía, el Arzobispo también abordó la
cercanía de la Navidad, «sin embargo, la última noche fue de oscuridad». «El
telón de fondo de la Luz de quien nos iluminará en Navidad es de hecho la
oscuridad. El Camino, la Verdad y la Vida viene a la gente que con frecuencia
pierde su camino, a una civilización a veces más cómoda con las mentiras que
con la verdad, a lo que es regularmente una cultura de muerte que de vida».
«Cristo es amenazado desde el momento de su
nacimiento», recordó. «Y nuestro mundo de hoy está tan confundido como el de la
primera Navidad. Se habla bastante de derechos humanos, de la dignidad de la
persona, de igualdad, respeto y cuidado. Estamos llenos de recursos, tecnología
(…). Sin embargo, personas inocentes son amenazadas en todo el mundo y un poco
de lo que es común en la región donde nació Jesús ha llegado a la Martin Place.
Navidad, pensamos, se supone que es diferente, pero en un sentido fue siempre
como esto».
Sin embargo, recordó que la oscuridad no supera a
la luz. Como enseña la Navidad y la Pascua, «hay algo más grande que el odio y
la violencia. Hay amor, ese amor humilde, que se dona en la forma del bebé de
la Navidad, el Príncipe de la Paz. Él puede ablandar los corazones más duros.
Él puede convertir al pecador más endurecido. Ven Príncipe de la Paz. Ven, ven
Emanuel», concluyó.
ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario