Liturgia de la NAVIDAD
La Navidad es la
celebración, memoria y actualización del acontecimiento salvífico histórico del
nacimiento de Jesucristo, de la manifestación de la salvación de Dios en Jesús
de Nazaret.
La Navidad, con
toda su sencillez y ternura, con su misterio y su gracia, es mucho más que un
tiempo ingenuo o explotado por la sociedad de consumo.
Es el tiempo de
Dios y el tiempo del hombre. El clima creado por la liturgia de estos días
pretende provocar la fe en la manifestación divina, la apertura a la gracia, la
necesidad del amor y del seguimiento a Jesucristo.
La liturgia de la
Iglesia prolonga el tiempo de Navidad hasta la Epifanía, que se fija en el
sentido y significado de este acontecimiento. Navidad es la eclosión de la luz
y la luz es para alumbrar, para calentar, para guiar.
La liturgia de
Navidad y Epifanía se subdivide, a su vez, en la semana dentro de la Navidad,
la semana de la octava y las ferias de los días de Epifanía hasta la celebración
de la festividad del Bautismo del Señor. Durante toda la octava de la Navidad
se debe rezar o cantar el Gloria en la Eucaristía y el Te Deum en el oficio de
lecturas de la Liturgia de la Palabra. Igualmente, se recomienda cantar el
Aleluya, previo a la proclamación del Evangelio, en la Misa, o, en la Liturgia
de las Horas, donde se prescriba como Responsorio breve.
La liturgia de
Navidad y Epifanía, desde el Nacimiento hasta el Bautismo en el Jordán, va
desgranando las primeras manifestaciones de la salvación de Dios en Jesús: a
los pastores, a los magos, en el templo, a los discípulos en Caná de Galilea.
Desde las
celebraciones vespertinas de la Navidad (tarde del 24 de diciembre) hasta la
festividad del Bautismo del Señor (este año 2015, el domingo día 11 de enero)
discurre el tiempo litúrgico de Navidad y Epifanía. Su color litúrgico es el
blanco. La alegría, el gozo y la celebración de la Natividad y de la
Manifestación de Jesucristo son sus características principales.
Dentro de la
octava de la Navidad hay otros dos grandes fiestas: la Sagrada Familia y Santa
María Madre de Dios. El domingo dentro de la octava de la Navidad es la festividad
de la Sagrada Familia. Este año es el día 28 de diciembre. En el día
de la octava de la Navidad (1 de enero), toda la Iglesia Católica celebra la
solemnidad de la Maternidad divina de la Virgen María. Desde 1968, por
disposición del Papa Pablo VI, es también el día de la Jornada Mundial de
oración por la paz, que conlleva siempre mensaje papal.
La Epifanía es
una fiesta más conceptual. Celebra el mismo misterio de la Navidad, pero va más
directamente a su significación salvadora. Palabras claves de este tiempo son:
iluminación, manifestación, aparición, desvelamiento. El día 6 de enero la
Iglesia celebra la Epifanía del Señor. Este misterio complementa al de Navidad.
Este año cae en martes. En muchos países se celebra la fecha en domingo. El evangelio de esta solemnidad litúrgica es
precisamente la adoración de los magos de Oriente. El ciclo litúrgico de la Navidad concluye con la
fiesta del Bautismo del Señor, el comienzo de su vida pública.
Editado de revistaecclesia.com
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