Pimientos en vinagre...
El cristiano es un hombre y una mujer de gozo… y este gozo es algo más que la alegría, es
algo más profundo, es un don… Este gozo es como una unción del Espíritu. Y esta
alegría está en la seguridad que Jesús está con nosotros y con el Padre…
Este gozo no podemos "embotellarlo", porque
si queremos tener esta alegría solamente para nosotros, al final se enferma y
nuestro corazón se arruga un poco y nuestra cara no transmite esa alegría sino
nostalgia, esa melancolía que no es sana... A veces estos cristianos
melancólicos tienen cara de "pimientos en vinagre" más que de
personas gozosas que tienen una vida bella. Este gozo es una "virtud
peregrina", "un don que camina" y además camina con Jesús…
Fragmentos de la homilía del Papa Francisco, ayer viernes 10 de mayo.
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