5 de febrero de 2012

EL USO CORRECTO DE LA LENGUA ESPAÑOLA


 
El uso correcto 
de la Lengua Española

Recientemente ha sido lanzada una nueva edición de la Gramática de la lengua Española. Es la primera gramática académica desde 1931 y ofrece el resultado de once años de trabajo de las veintidós Academias de la Lengua Española, que aquí fijan la norma lingüística para todos los hispanohablantes.

El objetivo de las Academias es conseguir que la nueva gramática, en sus diferentes versiones, llegue a todos los hispanohablantes: a  los usuarios y a los especialistas  e investigadores; a  los que tienen el español como primera o segunda lengua, y a los profesores de español en los diversos niveles académicos.

La nueva gramática nos clarifica también el uso de ciertas “novedades” que están surgiendo en nuestro idioma común. 

Un primer ejemplo lo tenemos con la palabra “miembro”.  Se admiten las alternancias “Ella es el miembro (o la miembro) más notable del equipo”, pero  el uso de “miembra”  no se recomienda

Del mismo modo vale aclarar que género no es igual que sexo. El género es una propiedad de los nombres y de los pronombres que no siempre está relacionado con el sexo biológico. Las personas  no tenemos  género,  tenemos   sexo. De ahí, que la tan repetida expresión “violencia de  género”  sea incorrecta porque la violencia la cometen las personas, no las palabras. En nuestra lengua se debe decir  violencia sexual  o violencia  doméstica, como nos indica la Real Academia Española.

Tampoco  es aceptable  la utilización redundante del masculino y del femenino como cuando incorrectamente se dice  La mayor parte de los ciudadanos y  de las ciudadanas”. Esto es un circunloquio innecesario. El criterio básico de cualquier lengua  es  economía y simplificación. Obtener la máxima comunicación con el menor esfuerzo posible, es decir, no diciendo con cuatro palabras lo que puede resumirse en dos.

A lo largo de los últimos años, destacados miembros de la RAE han venido rebatiendo la actual tendencia  al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina. Junto al machismo, que subordina todo al ser macho, han creado el hembrismo o feminismo. Y han olvidado lo central: el ser hombre, el ser humano, válido  en sus dos vertientes.  El género común es útil, evita pérdidas de tiempo, sintetiza abarcando ambos géneros y ambos sexos: es más económico decir, cuando traducimos el Evangelio, dejad que los niños se acerquen a mí que decir “los niños y las niñas”. O decir con Quintiliano, “al niño se le debe máxima reverencia”, es, decir evidentemente a  niños y niñas. O con Martí: “Los niños son la esperanza del mundo”.

Por tanto, sustituir los funcionarios por “los funcionarios  y las funcionarias”, es tonto e inútil y destroza la economía del lenguaje.  Es grotesco.   Al igual que eso de “los compañeros y las compañeras” …. “todos y todas”…    

 ¿Habría que aclarar que la @ no es una letra?

Pues bien, para evitar esas engorrosas repeticiones a que da lugar la reciente e innecesaria costumbre de hacer siempre explícita la alusión a los dos sexos (los niños y las niñas, los ciudadanos y ciudadanas, etc.)  ha comenzado a usarse el símbolo de la arroba (@) como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo, ya que este signo parece incluir en su trazo las vocales a y o: l@s niñ@s.

Debe tenerse en cuenta que la arroba no es un signo lingüístico y, por ello, su uso en estos casos es inadmisible desde el punto de vista normativo; a esto se añade la imposibilidad de aplicar esta fórmula integradora en muchos casos sin dar lugar a graves inconsistencias, como ocurre en Día del niñ@, donde la contracción “del” sólo es válida para el masculino niño.
    
 ¿Y qué es la @?
 
1- Es el  símbolo que se utilizaba para representar la unidad de masa llamada arroba: @ (plural @@), equivalente a 11,502 Kg.  

2- En la actualidad es muy conocido por los usuarios de informática, pues se utiliza para indicar «en» (at en inglés)  en las direcciones de correo electrónico y otros servicios que se suministran en la Internet.    

3- Durante buena parte del comienzo y mitad del siglo XX,  fue un símbolo usado en los libros de texto como representación del área, especialmente en libros de matemática e ingeniería.  

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