Siete minutos para robar un Picasso
Nadie
sospechaba que este error estaba inducido por un grupo de ladrones –de número
indeterminado todavía por la Policía helena– que ya se preparaba para dar un
golpe maestro: extraer de las salas de la pinacoteca «Cabeza de mujer», de
Pablo Picasso; «Molino», de Piet Mondrian, y un dibujo de Guglielmo Caccia que
representa a San Diego de Alcalá en éxtasis. El sonido de las alarmas volvió a
atraer la atención de los vigilantes del museo. Eran las 03:58 de la mañana. Ya
había sucedido antes. Todo apuntaba de nuevo a un problema técnico. Nada más
lejos.
Pero, en esta sucesión encadenada de hechos, los asaltantes ya habían llevado a cabo el primer paso. Mientras los funcionarios públicos encargados de custodiar las piezas de estas plantas comprobaban reiteradas veces el sistema privado de seguridad, ellos ya habían forzado el cierre de la puerta de un balcón –sin abrirla para no levantar sospechas– y roto el marco de una ventana de forma discreta y sin que ningún sistema preventivo lo detectara.
Pero, en esta sucesión encadenada de hechos, los asaltantes ya habían llevado a cabo el primer paso. Mientras los funcionarios públicos encargados de custodiar las piezas de estas plantas comprobaban reiteradas veces el sistema privado de seguridad, ellos ya habían forzado el cierre de la puerta de un balcón –sin abrirla para no levantar sospechas– y roto el marco de una ventana de forma discreta y sin que ningún sistema preventivo lo detectara.
Alrededor de las
04:30, como la Policía griega ha informado a este diario, es cuando se produjo
el robo. Los vigilantes de la Galería Nacional, que siempre van desarmados,
vieron un par de sombras deslizándose por los pasillos. Las siguieron, pero
sólo lograron acercarse a ellas cuando ya saltaban por una de las ventanas
abiertas con anterioridad. Al sorprenderlos, los ladrones, apresurados,
abandonaron algunas de las piezas que habían juntado para llevárselas.
La
Policía asegura que se trataba de un Mondrian. Otra persona, en cambio, asegura
a LA RAZÓN, que eran dos Monet los lienzos que dejaron atrás. El hurto se
perpetró en tan sólo siete minutos. Nadie ha sido detenido por este robo que ha
conmocionado a Grecia, que ha visto cómo uno de sus tesoros nacionales
desaparece de su patrimonio en un delicado momento emocional y económico.
Alejandro Moz, reportero de «Ert», aseguraba que este delito ha «conmocionado
al pueblo, ya que Picasso lo donó personalmente a Grecia como homenaje a la
humanidad, valentía y resistencia de nuestra nación ante el nazismo». En el
reverso del óleo, de hecho, puede leerse una dedicatoria escrita de puño y
letra del artista malagueño que dice: «Para el pueblo griego, homenaje de
Picasso, París».
Recogido de La Razón, Madrid
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