14 de julio de 2011

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El Monasterio de los Jerónimos


El Monasterio de los Jerónimos es, junto a la Torre de Belem y el monumento a los Descubridores, la visita turística más importante de Lisboa, la capital de Portugal.   
En 1983 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su nombre en portugués es Mosteiro dos Jerónimos. Hace 500 años había en este lugar una modesta capilla –la Ermida do Restelo-, donde venían a rezar los navegantes que partían y llegaban del mar. El Rey D. Manuel I la transformó en este monumento admirable, himno a su gloria eterna y ofrecimiento a la Virgen de Belem, patrona de los hombres del mar, por el éxito del viaje de Vasco de Gama a la India.

Nave central y única de la iglesia
El dinero obtenido con el comercio de las especias impulsó al rey Manuel I a solicitar a la Santa Sede la autorización para la construcción de un gran monasterio a la entrada de Lisboa, en las márgenes del Tajo. Manuel I quería, en realidad, utilizarlo como panteón para la dinastía real Avis-Beja, por él iniciada.

Las obras comenzaron en 1501 y se extendieron durante todo el siglo XVI. Durante su construcción se sucedieron prestigiosos arquitectos: Diogo de Boitaca, João de Castilho, Diogo de Torralva y Jerónimo de Ruão son algunos de los que participaron en la obra.

Detalle de la fachada principal
El estilo manuelino del monasterio se caracteriza por la mezcla de motivos arquitectónicos y decorativos del gótico tardío y del renacimiento.  Destacan en el monasterio  los portales principal y lateral, el interior de la iglesia y el magnífico claustro. Las capillas de la iglesia fueron remodeladas en puro estilo renacentista en la segunda mitad del siglo XVI y contienen las arcas funerarias de Manuel I y su familia, además de otros reyes de Portugal.  

Manuel I eligió a los monjes jerónimos para ocupar el monasterio, quienes tenían entre otras, la función de rezar por el rey y dar asistencia espiritual a los marinos y navegantes que partían al descubrimiento de nuevas tierras. La orden de los jerónimos se disolvió en 1833 y el monasterio quedó desocupado y fue incorporado a los bienes del Estado. 

Sepulcro de Camoes
Aquí se guarda la memoria de los grandes hombres que hicieron los Descubrimientos: Luís de Camões, que los glorificó en el poema épico "Os Lusíadas", Vasco de Gama descubridor del camino por mar hacia la India y los sepulcros del Rey  D. Manuel y sus descendientes. Tienen también el del rey Sebastián, pero está vacío porque este joven personaje nunca regresó de la batalla de Alcazarquivir en 1578.

Todo el claustro está ampliamente decorado con motivos manuelinos (letra M, esfera armilar, cabos marineros, temas religiosos, hornacinas, medallones, etc.). Desde el piso de arriba se puede acceder al coro alto de la iglesia, que fue construido en el siglo XVI. En él se halla una importante sillería también del XVI. En este bellísimo claustro se encuentra un pequeño monumento simbólico custodia a quien fue el poeta portugués universal del siglo XX, Fernando Pessoa.

Un ángulo del claustro


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