13 de febrero de 2010


Cupido

En la Mitología de la antigua Grecia, Eros fue el antecesor de Cupido, hijo de Afrodita, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Los romanos en su Mitología calcada de la griega, lo llamaron Cupido, hijo de Venus, diosa del amor, y de Marte, dios de la guerra.

A Cupido se le conoce como un niño alado y armado con arco y flechas que son disparadas a dioses y humanos, provocando que se enamoren profundamente. En ocasiones llevaba también los ojos vendados, para mostrar que el amor es ciego.

A la espalda cargaba dos clases de flechas: unas doradas con plumas de paloma que provocaban un amor instantáneo, y otras de plomo con plumas de búho que provocaban la indiferencia.

Venus comenzó a preocuparse porque su hijo no crecía, así que en busca de una respuesta se dirigió al Oráculo de Temis, quien le dijo: "El amor no puede crecer sin pasión". Venus no comprendió la respuesta hasta que nació su hijo Anteros, dios de la pasión. Cuando Cupido estaba junto a él, crecía y se transformaba en un hermoso joven, pero cuando se separaban, volvía a ser un niño.

Por otro lado, en la Tierra de los mortales vivía una princesa llamada Psique (Alma). Venus, celosa por la gran belleza de Psique, le pidió a Cupido que la hiciera enamorarse locamente del hombre más feo, vil y despreciable del mundo y envió a su hijo a dispararle sus flechas. Pero éste, al verla, se enamoró profundamente de ella y creció hasta convertirse en un apuesto joven.

Contra los deseos de Venus, Cupido llevó a Psique por arte de magia a un castillo aislado y se casó con ella con la condición de que, como simple mortal, tenía prohibido mirarlo. La princesa, al sentirlo cerca y escuchar su dulce voz, no sentía temor pues estaba segura que no era un monstruo, sino el amante esposo que tanto tiempo había deseado. Él la visitaba todas las noches rogándole simpre que no viera su rostro.

Fueron muy felices hasta que, convencida por sus envidiosas hermanas, Psique rompió la prohibición impuesta por los dioses y miró a su marido. Eso le valió el castigo de ser abandonada por Cupido, quien con tristeza se despidió diciéndole: "El Amor no puede vivir sin confianza".

Expulsada del castillo, la arrepentida princesa recorrió el mundo en busca de su amado, superando una serie de desafíos impuestos por Venus, cada vez más difíciles y peligrosos. Como última misión Venus le dio una pequeña caja indicándole que la llevara al inframundo. Tenía que llevar un poco de belleza a Proserpina, la esposa de Plutón. Le advirtió también que por ningún motivo debía abrir la caja.

Psique se alistó para el viaje, sin embargo la curiosidad por abrir la caja la venció. Al momento de hacerlo cayó en un profundo sueño parecido a la muerte. Cupido, al encontrarla, le retiró el sueño mortal de su cuerpo y lo puso de nuevo en la caja. Finalmente la perdonó al igual que Venus.

Fue tanto lo que ella luchó, que finalmente los dioses, conmovidos por el amor de Psique hacia Cupido, la convirtieron en una diosa para que pudiera reunirse con su amado.

Cupido y Psique -el Amor y el Alma-, se unieron felizmente tras duras pruebas. De esta unión nació una hija llamada Voluptas, cuyo nombre significa "placer", y del que derivan palabras como voluptuosidad.

A partir de la historia de estos dos personajes, el amor ha sido simbolizado por dos corazones atravesados por una flecha: la flecha de Cupido.

Ilustración: Imágenes Google
Texto: http://www.amor.com.mx/historia_de_cupido.htm



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