¡Fenómena la caricatura! En cuanto sopla un friecito polar por Miami, comienza el desfile de carnaval, y mucho más estos días que si hemos tenido frío de verdad. Yo observo calladita el desfile en el súper mercado, la iglesia, las tiendas, etc. Me llaman la atención las mujeres que se abrigan muchísimo, usan guantes y se encaquetan un gorro que casi les tapa los ojos, y sin embargo tienen los pies desnudos calzados con sandalias. Otras sacan sus abrigos y pieles de tiempos atrás cuando vivieron en New York o otros estados de frio y nieve, y parecen modelos sacados de un Vogue de los años cuarenta, porque los años y las masas adquiridas, no perdonan. Y no es que me burle, es que pienso que los miamenses somos exagerados. Si, es verdad que hay frío, pero no para ir al mercando con un abrigo de pieles que llega casi al suelo y luciando unas sandalias playeras. Cuando sopla el mono en Miami, definitivamente las mujeres perdemos el caché, o como diría mi amigo Cheo: "se nos cae el chemis". Martha Pardiño
Te pido prestada esta caricatura para cjaronú.. ¡está formidable!
ResponderEliminarPuedes tomarla con entera libertad: la comparto con gusto, jaja.
ResponderEliminarSe la debemos Pong, ¡qué chispa tiene para sus caricaturas!
¡Fenómena la caricatura!
ResponderEliminarEn cuanto sopla un friecito polar por Miami, comienza el desfile de carnaval, y mucho más estos días que si hemos tenido frío de verdad.
Yo observo calladita el desfile en el súper mercado, la iglesia, las tiendas, etc.
Me llaman la atención las mujeres que se abrigan muchísimo, usan guantes y se encaquetan un gorro que casi les tapa los ojos, y sin embargo tienen los pies desnudos calzados con sandalias.
Otras sacan sus abrigos y pieles de tiempos atrás cuando vivieron en New York o otros estados de frio y nieve, y parecen modelos sacados de un Vogue de los años cuarenta, porque los años y las masas adquiridas, no perdonan.
Y no es que me burle, es que pienso que los miamenses somos exagerados. Si, es verdad que hay frío, pero no para ir al mercando con un abrigo de pieles que llega casi al suelo y luciando unas sandalias playeras.
Cuando sopla el mono en Miami, definitivamente las mujeres perdemos el caché, o como diría mi amigo Cheo: "se nos cae el chemis".
Martha Pardiño