Regalos para Isabella de su abuela cubana
Martha Pardiño
Martha Pardiño
Para que no me olvides, Isabella,
te traje un frasco con agua azul de Varadero,
los colores de una tarde en primavera,
un sombrero de guano y un pañuelo.
Un zunzún y dos tomeguines en jaula de oro,
un ramo de jazmines y blancas mariposas,
dos maracas, una rumba y un bolero,
una bella pulsera de nácar y coralina roja.
Te traje el alegre pregón del manicero,
la fresca brisa de la madrugada,
un verso de Martí, mis fotos viejas,
y un cofre con estrellas y luceros.
Para que no me olvides y sepas que te quiero,
te traje de mi isla la alegría,
el arco iris después del aguacero,
ajonjolí, melcocha y gaseñiga.
La luna me prestó hilos de plata,
un rayo de sol se desprendió del cielo,
la espuma del mar me regaló su velo,
y se tiñó para ti el cielo de escarlata.
Y todos sabían de la abuela y de Isabella,
en la preciosa isla de bellas caracolas.
Hubo un triste adiós y se izaron las velas,
se escondió el sol y salió volando una paloma.
te traje un frasco con agua azul de Varadero,
los colores de una tarde en primavera,
un sombrero de guano y un pañuelo.
Un zunzún y dos tomeguines en jaula de oro,
un ramo de jazmines y blancas mariposas,
dos maracas, una rumba y un bolero,
una bella pulsera de nácar y coralina roja.
Te traje el alegre pregón del manicero,
la fresca brisa de la madrugada,
un verso de Martí, mis fotos viejas,
y un cofre con estrellas y luceros.
Para que no me olvides y sepas que te quiero,
te traje de mi isla la alegría,
el arco iris después del aguacero,
ajonjolí, melcocha y gaseñiga.
La luna me prestó hilos de plata,
un rayo de sol se desprendió del cielo,
la espuma del mar me regaló su velo,
y se tiñó para ti el cielo de escarlata.
Y todos sabían de la abuela y de Isabella,
en la preciosa isla de bellas caracolas.
Hubo un triste adiós y se izaron las velas,
se escondió el sol y salió volando una paloma.
Martha Pardiño
Miami, sept 23, 2004
Ilustración: Google
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Mil gracias Lolita por publicar mi poesía en La Gaceta de Puerto Príncipe.
ResponderEliminarEs uno de mis versos preferidos pues me salió de un tirón pensando en todas las cosas que le gustarían a mi nieta Isabella de Cuba.
Un abrazo y un beso,
Martha