Los frutos secos del otoño
La Castaña
La Castaña
La castaña (chestnut en inglés) es el fruto del árbol del castaño, nativo de climas cálidos del hemisferio norte.
La difusión de los castaños en la península Ibérica hay que agradecérsela al Imperio Romano. La afición de los romanos por este fruto originario de Italia, les llevó a extender esta especie por todo el Imperio.
Las castañas fueron una importante fuente de alimentación en el Sur de Europa, en el Sudoeste y Este de Asia y también en el Este de Norteamérica. Durante la Edad Media, en el sur de Europa, las comunidades que habitaban cerca de bosques de castaños y que tenían escasez de acceso a la harina de cereal, utilizaban las castañas como principal fuente de carbohidratos. La castaña constituyó una importante aportación calórica para el hombre, debido a que son ricas en grasas, proteínas, minerales y en vitamina C.
Tradicionalmente se empleó como fuente energética para la población campesina, tanto mediante el consumo directo como en diversas recetas gastronómicas, y también como alimento para los animales domésticos (fundamentalmente cerdos), pero perdió su lugar de importancia en la dieta europea con la llegada de la patata de América.
Las recetas gastronómicas de castañas están saliendo a relucir últimamente con la recuperación de recetas tradicionales, especialmente en Italia. Se ha fomentado el reaprovechamiento de la castaña mediante la oferta de productos tradicionales como el aguardiente de castaña, la crema de castaña, el pan de castaña, etc. Las castañas se pueden comer crudas, hervidas, asadas o dulces. En Francia es común un dulce de castaña conocido como marrón-glacé.
En cuanto al árbol en sí, actualmente el principal uso del castaño es la obtención de su madera, muy valorada para fabricar muebles, entarimados de suelo, instrumentos musicales, etc.
Es tradicional la venta de castañas asadas en las calles de Italia, España, y otras ciudades del hemisferio norte durante los días otoñales. También es muy típica la venta de castañas asadas en las calles de Nueva York. Las castañas que se venden en los mercados norteamericanos provienen primordialmente de Italia, aunque también las hay de España y Portugal.
Receta para asar las castañas
Precalentar el horno a 200ºC (375º F aprox.) mientras se hace un corte a cada castaña para que no estallen en el horno. Es una incisión que se debe practicar del tamaño de una pequeña uña, lateralmente como si se fuera a pelar una patata. El corte debe atravesar la piel exterior y la interior, pero apenas rozar el fruto. Procurar no arrancar la piel, sólo un pequeño corte para que no se hinche y estalle.
Colócarlas en la bandeja de horno sin apilar y hornearlas durante ½ hora. Comprobar que estén hechas agarrando una con un guante de horno, si cede a la presión de la mano significa que ya están listas. Cuidado con probarla, evidentemente, quema.
La manera de conseguir pelar las castañas es pelándolas en caliente. Para conservarlas calientes unas pocas horas se colocan en cucuruchos de papel de periódico. Pero cuando inevitablemente se han enfriado y ya hay muchas que no se pelan, entonces se ponen en el microondas, calculando 4 ó 5 segundos por castaña. Calentar sólo las que se vayan a consumir para evitar que se vayan secando.
Guardar las que no se consuman en una bolsa de plástico para evitar que se sequen demasiado.
Guardar las que no se consuman en una bolsa de plástico para evitar que se sequen demasiado.
NOTA: Mi agradecimiento a Gladys Gutiérrez por aclararme que la traducción al inglés de castaña es «chestnut» y no hazelnut como yo había escrito anteriormente. Hazelnut es nuestra avellana. Valga la aclaración y pido disculpas.
Fuente: Wikipedia y web
Foto: Google
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