2 de agosto de 2009

Un Diógenes moderno


¿Se podría sobrevivir sin dinero? En Utah, un moderno hombre de las cavernas lo lleva haciendo por casi una década. Muchos piensan que está loco.

Daniel Suelo vive en una cueva. A diferencia del promedio de los norteamericanos que viven entrampados por las tarjetas de crédito, la deuda, aferrándose a una hipoteca o aterrados por la próxima reducción de empleados en la Oficina, él no está preocupado por la crisis económica. Ello se debe a que decidió que la mejor manera de mantenerse solvente es, en primer lugar, no ser solvente nunca. Hace nueve años, desde el otoño de 2000, que Suelo decidió dejar de utilizar el dinero. Simplemente lo dejó como si fuera el mal hábito de usar drogas.

Su refugio, oculto en un cañón bordeado de cascadas, dista una hora a pie del pequeño pueblo de Moab, en Utah, donde quienes lo conocen tienen de él dos opiniones distintas: es un profeta de los últimos días o un loco irremediable. El blog de Suelo, -que mantiene gratis en la biblioteca pública de Moab-, sugiere que él es las dos cosas. «Cuando viví con dinero, nunca me alcanzaba», escribe. «El dinero representa necesidad, el dinero representa las cosas del pasado (deuda) y las cosas para el futuro (crédito), pero nunca representa lo que está presente».

En un día cálido a comienzos de la primavera, escalé varios acantilados y rocas para poder llegar a la entrada de su cueva, y allí encontré una nota firmada con el dibujo de una «funny face»: CHRIS, SIÉNTASE LIBRE PARA USAR CUALQUIER COSA, PARA COMER CUALQUIER COSA, PORQUE NADA AQUÍ ES MIO. Desde el exterior, el lugar da ganas de llorar: es del tamaño del baño de los coches de Amtrak, con espacio suficiente para unas macetas que cuelgan del techo, una estufa formada con piedras, baldes llenos de frijoles y arroz, una cama de mantas sobre la tierra y no mucho más. Suelo lleva viviendo allí desde hace tres años, y así huele.

Christopher Ketchan,
Ilustración: Mark Heithof
Blogger
Colaboración: Gladys Gutiérrez

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