"Nada de catastrofismos!
“¡Nada de
catastrofismos! a los que temen que la Iglesia abdique de su doctrina les digo
que no tengan ese temor, y a los que lo desean, les digo que lo van a desear
inútilmente”
En declaraciones
al programa “El Espejo” de la Cadena COPE, el cardenal Fernando Sebastián, uno
de los miembros del Sínodo de los Obispos que acaba de abordar la situación de
la familia, ha explicado que el clima de los debates ha estado marcado por la
indicación del Papa: “hablad con claridad y escuchad con humildad”. El desarrollo
del Sínodo ha sido “una búsqueda de convergencia, no de confrontación” El
cardenal Sebastián ha explicado en el programa de José Luis Restán que la
Relación tras los debates de la primera semana, tenía un carácter algo
“notarial” y resultaba desequilibrada.
Las aportaciones
de los padres sinodales en la segunda semana han completado y equilibrado el
texto. “Hemos buscado un diagnóstico realista, saber qué pasa hoy en las
familia, para después preguntarnos ¿qué podemos hacer nosotros para llevar a
los cristianos y a la humanidad entera el esplendor, la belleza y la aportación
de humanidad y de esperanza que significan el matrimonio y la familia
cristiana”
Por otra parte el
cardenal Sebastián rechaza la impresión de “blandura” a la hora de sostener y
proclamar la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio. “Lo quiero decir
escuetamente: eso nunca ha sido verdad, en ningún momento ha habido blandura en
la transmisión de la doctrina”
Sobre los tres
puntos de la Relación final que no han alcanzado los dos tercios de los votos,
Don Fernando ha destacado que estos temas (la cuestión del acceso de los
divorciados vueltos a casar civilmente, y la de las personas homosexuales) “han
quedado donde tenían que estar”. El cardenal ha advertido que el Sínodo “no se
ha focalizado sobre estos asuntos” como algunos pretendían o temían, pero sí
los ha abordado con claridad.
Sobre la pastoral
de las personas homosexuales, el cardenal ha dicho que se trata de “acercarse
con benignidad, comprensión y deseo de ayudar, reiterando que la visión
cristiana del matrimonio es una alianza de amor integral de un varón y una
mujer según los designios de Dios”.
En cuanto a las
personas divorciadas que se han vuelto a casar, ha sostenido que “éste no es el
principal problema que afronta la pastoral familiar de la Iglesia, sino el
hecho del gran número de bautizados que no se casan o lo hacen sólo civilmente,
y que viven tranquilamente fuera de la Iglesia y de la gracia de Dios. “Esa es
la gran angustia y la preocupación de la Iglesia”, ha dicho el cardenal.
Sobre el deseo de
acceder a la comunión eucarística por parte de algunas personas divorciadas que
se han vuelto a casar civilmente, Fernando Sebastián advierte que “querer
comulgar no puede ser un capricho… sino querer volver a la comunión plena en la
Iglesia”. A estas personas hay que ofrecerles “un itinerario de penitencia y de
conversión… para reconstruir el orden de la justicia y de la caridad en sus
vidas, y eso no será igual para todos… en cada caso la Iglesia tendrá que ver
lo que hay que hacer para ayudar a estas personas” Por último, el cardenal
Sebastián ha rechazado cualquier catastrofismo al hilo del Sínodo. “A los que
temen que la Iglesia abdique de su doctrina les digo que no tengan ese temor, y
a los que lo desean, les digo que lo van a desear inútilmente, porque la
Iglesia será fiel a Jesús y desde la doctrina y el corazón de Cristo buscará la
manera de acercarse a todas las personas, estén donde estén”.
revistaecclesia.com
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