El doble asesinato de Frank Pais
Es sumamente
importante para conocimiento de las nuevas generaciones de cubanos, develar las
circunstancias que rodearon la muerte de Frank Pais Garcia, quien fuera
delatado por Vilma Espin Guillois, cumpliendo ordenes de Fidel Castro, segun
conducen todos los analisis investigativos en el caso. La “montaña” recelaba
del “llano” y del inmenso carisma de Frank Pais. Cuando marcamos estas
diferencias, entre uno y otro sector, nos referimos concretamente a la
mentalidad autoritaria predominante en la jefatura o cúpula dirigencial, que en
la Sierra Maestra la caracterizaban Fidel Castro, su hermano Raúl y el Che
Guevara. Y que en el “llano” y las ciudades, la personalizaron con perfiles
civilistas de excepción, hombres como Frank País, su hermano Josué, Rene Ramos
Latour, Menelao Mora y José Antonio Echeverría, por mencionar solo a algunos de
los más destacados a nivel nacional.
Frank País es
de los pocos mártires de la nación cubana que fue objeto de un doble asesinato
cruel. Era obvio que la jefatura represiva del régimen batistiano buscara su
cabeza a cualquier precio en aquel fatídico 30 de julio de 1957. Pero lo
inaudito de este escenario sangriento que analizamos, era que la jefatura de la
Sierra Maestra que todavía no había declarado su filiación marxista por
circunstancias de conveniencia, fuera la que finalmente entregara la cabeza de
Frank País al régimen de Fulgencio Batista, por ese temor enfermizo de Fidel
Castro a la autoridad civilista, democratica y libertaria, que se consolidaba
alrededor del carácter y la personalidad de este joven de creencias cristianas
muy arraigadas, que era el máximo dirigente de las fuerzas de la clandestinidad
del Movimiento 26 de Julio.
Entre “el
llano” y la “montaña”, durante la revolución contra el régimen de Fulgencio Batista,
se crearon en los niveles de las dirigencias, dos mentalidades con diferencias
muy marcadas.
En la “sierra”
yacía el autoritarismo gansteril de Fidel Castro que todo lo supeditaba a su
mando egocentrista. Su mirada prepotente y altanera desde lo alto de la montaña
despreciaba cínicamente a todos los de abajo.
En el “llano”
se consolidaba el civilismo libertario de Frank País, que fundamentaba el
futuro del país a elecciones democráticas, división de poderes, estado de
derecho, libertad de prensa y el respeto a la dignidad de la persona humana.
Claro, que
esto no quiere decir, que en la “montaña” no hubiesen combatientes heroicos con
mentalidad civilista, ni que en el “llano” no hubiese alguno que otro marxista
encubierto. El heroísmo en ambos escenarios fue liberalizante y ejemplar.
Cuando
marcamos las diferencias, entre uno y otro sector, nos referimos concretamente
a la mentalidad autoritaria predominante en la jefatura o cúpula dirigencial,
que en la “sierra” la caracterizaban Fidel Castro, su hermano Raúl y el Che
Guevara. Y que en el “llano” la personalizaron con perfiles civilistas de
excepción, hombres como Frank País, su hermano Josué, Rene Ramos Latour,
Menelao Mora y José Antonio Echeverría, por mencionar a algunos de los más
destacados a nivel nacional.
A 57 años de
la muerte de Frank País, que precisamente celebramos en estos días, los
recuerdos de su vida al servicio de Cuba se consolidan como un faro de luz
inagotable de libertad y de justicia hacia su Patria oprimida, que nos obligan
a mostrar las graves afirmaciones, ya expuestas, sobre el doble asesinato a su
persona.
Frank País fue
el héroe de Santiago de Cuba que creyó en la libertad y en el poder soberano de
la nación cubana para sacudirse del yugo militar autoritario y murió al frente
de aquella legión de jóvenes combatientes que soñaron con una Cuba libre de
tiranos.
Quiere esto
decir, que la Sierra Maestra no se hubiese convertido nunca en el baluarte
estratégico de la revolución cubana contra la dictadura batistiana, de no haber
mediado la ejecutoria revolucionaria eficiente y solidaria de Frank País.
Pero sigamos
en la línea argumental de la diferencia entre el “llano”y la “montaña”, que
explica con creces, como Fidel Castro no solamente nunca quiso que Frank País
fuese el que abriera el Segundo Frente guerrillero de la Sierra Cristal en
1957, sino que se opuso siempre con vehemencia a que Frank se uniera a la
guerrilla, a pesar de que todos los compañeros de la jefatura desde Santiago de
Cuba lo sugerían por razones elementales de proteger al joven dirigente
santiaguero.
Después de la
muerte de su hermano Josué, la permanencia de Frank en la ciudad era realmente
muy riesgosa, casi un suicidio metafórico, pues el acoso de las fuerzas
represivas iba cerrando el cerco cada día del dirigente harto conocido.
También se
sabe que desde la época de la famosa entrevista de Herbert Mathews en la Sierra
Maestra, Vilma Espín recibió órdenes precisas de Fidel Castro y de su hermano
Raúl, con el cuál a propósito iniciaba su relación sentimental, para que
informara a ambos de todo lo relacionado a las decisiones, al pensamiento y a
la vida cotidiana de Frank País y sus subalternos.
Ya entonces
era conocida la aversión que la jefatura de la Sierra Maestra tenía sobre las
ideas religiosas y democráticas de Frank País, que se volcaban en los
documentos que éste escribía para el M-26 de Julio.
Las
desavenencias entre las dirigencias de las dos partes del proceso
revolucionario, la Montaña y el Llano, eran de conocimiento de un gran número
de combatientes.
Resulta
revelador el testimonio de Enrique Canto, el hombre más cercano a Frank País
dentro de las filas de la clandestinidad y Tesorero Nacional del M-26 de Julio,
que afirma en su libro histórico-autobiográfico, que después de la entrevista
de Mathews, a la que Frank y Vilma asistieron por razón de sus respectivas
jerarquías, Frank le había ordenado que evitara darle a Vilma Espín información
sobre su paradero y sus teléfonos.
¿Qué puede
explicar este temor de Frank País a que Vilma Espín supiera la dirección de su
refugio y conociera su teléfono de contacto?
Al menos una
profunda desconfianza.
En esta
sucesión de hechos que investigamos hay testimonios muy esclarecedores, como el
de Jorge Gómez, dirigente sindical del M-26 de Julio y uno de los últimos compañeros
del “llano” que coincidió en una casa de seguridad con Frank País, unos días
antes de su muerte.
Gómez nos dice
que además de que Fidel fue el inventor de la intriga entre la “montaña” y el
“llano”, a Frank le molestaba mucho la obsesión de Vilma por seguir sus pasos y
por saber dónde se encontraba escondido.
A Frank
realmente lo asesina indirectamente, Fidel Castro, al dejarlo desprotegido en
el “llano”, nos añade con su voz altiva pero rajada por los años, este viejo
luchador santiaguero.
¿Qué puede
explicar la indiferencia de Fidel Castro ante los peligros que asediaban a
Frank País y la obsesión de Vilma Espín por conocer su paradero?
A pesar de
eso, Vilma hace una llamada a la casa de Raúl Pujol, donde estaba escondido
Frank País. Inmediatamente las fuerzas del coronel, Salas Cañizares detectan la
llamada de Vilma a Frank y rodean todas las casas de la cuadra. Esta llamada
telefónica quedó registrada en al BRAC y en los archivos de la policía. A los
pocos minutos, Frank País, junto a Raul Pujol, caerian asesinados en el
Callejon del Muro, al ser identificados por un chivato que formaba parte del
grupo de militares que les dieron el alto.
Es muy justo
separar, la taimada delacion de Vilma Espin, quien con su “candida” llamada
telefonica a la casa de Pujol, hizo que Frank saliera inmediatamente de su
escondite, tratando de evadir el cerco policial que se le tendia, y la
posterior identificacion del chivato, quien conocia personalmente a Frank, y a
quien la tergiversada version oficial del hoy regimen comunista, trata de hacer
ver como el unico y principal responsable en la muerte de los dos
revolucionarios.
Pero el
testimonio más revelador de toda esta complicidad criminal, nos lo da el
coronel Roger Lavernia, segundo jefe del Buró Represivo de Actividades
Anticomunistas (BRAC), cuando nos dice, que ella, refiriéndose a Vilma Espín,
“tenía que saber que las fuerzas policiales tenían tomados todos los teléfonos
de la ciudad de Santiago de Cuba. Todo indica al parecer, que Vilma, fue la
culpable directa de haber entregado sin decoro y sin recato alguno, la cabeza
de Frank País”.
Agustín País
Garcia, hermano de Frank, quien desde hace años se encuentra exiliado en EEUU,
presume también, que fue Vilma Espín quien de una manera u otra, delató a su
hermano mayor.
La ciudad de
Santiago de Cuba se paralizó con el entierro multitudinario de Frank País, cuyo
cadáver en hombros de su pueblo recorrió los barrios y las calles de toda la
ciudad. La conmoción en la ciudad duro varios dias.
Luego de la
muerte de Frank País, producto de la infame delación de Vilma Espín Guillois
(cumpliendo secretamente órdenes de Castro) la sección civilista y democrática
del Movimiento 26 de Julio queda definitivamente acéfala. Los revolucionarios
santiagueros, que tan valientemente habían combatido el 30 de Noviembre de
1957, tienen que huir de la ciudad, abandonar la lucha clandestina e integrarse
a las guerrillas de la Sierra Maestra controladas por Castro.
No obstante,
ya en la Sierra, surgen algunos enfrentamientos ideológicos, siendo el más
destacado la polémica surgida entre el “Che” Guevara y René Ramos Latour, el
Comandante “Daniel”, segundo hombre de Frank País en Santiago.
He aquí
algunos fragmentos de este polémico intercambio epistolar entre el revolucionario
democratico y el dogmatico stalinista argentino, extraidos del libro Diario de
la Revolucion Cubana, de Carlos Franqui:
En una carta
del 14 de diciembre de 1957, Guevara escribía al comandante Daniel: ”Pertenezco
por mi preparación ideológica a los que creen que la solución de los problemas
del mundo está detrás de la llamada cortina de hierro y tomo este movimiento
como uno de los tantos provocados por el afán de la burguesía de liberarse de
las cadenas del imperialismo”.
Daniel
responde a Guevara el 18 de diciembre de 1957: ”Los que tienen tu preparación
ideológica piensan que la solución a nuestros males está en liberarnos del
nocivo dominio yanqui, por medio del no menos nocivo dominio soviético”. En
aquella misma carta, Ramos Latour agregaba que la ideología del Movimiento “26
de Julio” se inspiraba en el pensamiento político de José Martí, que consistía
en hacer de Cuba un país democrático y próspero, pero con justicia social, y
que los pactos con otras fuerzas opositoras eran necesarios y saludables”.
Un tiempo
después, René Ramos Latour, el gran amigo y lugarteniente de Frank Pais, caería
heróicamente en un combate efectuado en la finca “El Jobal”, el 30 de julio de
1958. Un año exacto, despues de la muerte de Frank Pais.
De ideología
demócrata, fue el principal opositor de las ideas marxistas de Ernesto “Che”
Guevara dentro del movimiento guerrillero. A la muerte del comandante Daniel,
Guevara escribiría:
“Profundas
divergencias ideológicas me separaban de René Ramos Latour y éramos enemigos
políticos, pero supo morir cumpliendo con su deber, en la primera línea, y
quien muere así, es porque siente un impulso interior que yo le negara y que en
esta hora rectifico”.
Hipocritas
declaraciones del aventurero argentino, sobre Ramos Latour, quien si supo morir
lleno de valor, sin claudicar en sus ideas democraticas, mientras que algunos
años despues, el fiero stalinista caeria prisionero gritando cobardemente al
ejercito boliviano en la Quebrada del Yuro “no disparen, no disparen, soy el
“Che” Guevara y valgo mas vivo que muerto”.
Por eso, cada
30 de Julio recordamos a Frank y Rene, quienes despues de su muerte luchando
contra una dictadura, son asesinados dia a dia en sus ejemplos democraticos por
la peor tirania que ha conocido Cuba. La tirania comunista y totalitaria de los
traidores Castro Ruz.
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