23 de octubre de 2014

El doble asesinato de Frank País

El doble asesinato de Frank Pais


Es sumamente importante para conocimiento de las nuevas generaciones de cubanos, develar las circunstancias que rodearon la muerte de Frank Pais Garcia, quien fuera delatado por Vilma Espin Guillois, cumpliendo ordenes de Fidel Castro, segun conducen todos los analisis investigativos en el caso. La “montaña” recelaba del “llano” y del inmenso carisma de Frank Pais. Cuando marcamos estas diferencias, entre uno y otro sector, nos referimos concretamente a la mentalidad autoritaria predominante en la jefatura o cúpula dirigencial, que en la Sierra Maestra la caracterizaban Fidel Castro, su hermano Raúl y el Che Guevara. Y que en el “llano” y las ciudades, la personalizaron con perfiles civilistas de excepción, hombres como Frank País, su hermano Josué, Rene Ramos Latour, Menelao Mora y José Antonio Echeverría, por mencionar solo a algunos de los más destacados a nivel nacional.

Frank País es de los pocos mártires de la nación cubana que fue objeto de un doble asesinato cruel. Era obvio que la jefatura represiva del régimen batistiano buscara su cabeza a cualquier precio en aquel fatídico 30 de julio de 1957. Pero lo inaudito de este escenario sangriento que analizamos, era que la jefatura de la Sierra Maestra que todavía no había declarado su filiación marxista por circunstancias de conveniencia, fuera la que finalmente entregara la cabeza de Frank País al régimen de Fulgencio Batista, por ese temor enfermizo de Fidel Castro a la autoridad civilista, democratica y libertaria, que se consolidaba alrededor del carácter y la personalidad de este joven de creencias cristianas muy arraigadas, que era el máximo dirigente de las fuerzas de la clandestinidad del Movimiento 26 de Julio.

Entre “el llano” y la “montaña”, durante la revolución contra el régimen de Fulgencio Batista, se crearon en los niveles de las dirigencias, dos mentalidades con diferencias muy marcadas.

En la “sierra” yacía el autoritarismo gansteril de Fidel Castro que todo lo supeditaba a su mando egocentrista. Su mirada prepotente y altanera desde lo alto de la montaña despreciaba cínicamente a todos los de abajo.

En el “llano” se consolidaba el civilismo libertario de Frank País, que fundamentaba el futuro del país a elecciones democráticas, división de poderes, estado de derecho, libertad de prensa y el respeto a la dignidad de la persona humana.

Claro, que esto no quiere decir, que en la “montaña” no hubiesen combatientes heroicos con mentalidad civilista, ni que en el “llano” no hubiese alguno que otro marxista encubierto. El heroísmo en ambos escenarios fue liberalizante y ejemplar.

Cuando marcamos las diferencias, entre uno y otro sector, nos referimos concretamente a la mentalidad autoritaria predominante en la jefatura o cúpula dirigencial, que en la “sierra” la caracterizaban Fidel Castro, su hermano Raúl y el Che Guevara. Y que en el “llano” la personalizaron con perfiles civilistas de excepción, hombres como Frank País, su hermano Josué, Rene Ramos Latour, Menelao Mora y José Antonio Echeverría, por mencionar a algunos de los más destacados a nivel nacional.

A 57 años de la muerte de Frank País, que precisamente celebramos en estos días, los recuerdos de su vida al servicio de Cuba se consolidan como un faro de luz inagotable de libertad y de justicia hacia su Patria oprimida, que nos obligan a mostrar las graves afirmaciones, ya expuestas, sobre el doble asesinato a su persona.

Frank País fue el héroe de Santiago de Cuba que creyó en la libertad y en el poder soberano de la nación cubana para sacudirse del yugo militar autoritario y murió al frente de aquella legión de jóvenes combatientes que soñaron con una Cuba libre de tiranos.

Quiere esto decir, que la Sierra Maestra no se hubiese convertido nunca en el baluarte estratégico de la revolución cubana contra la dictadura batistiana, de no haber mediado la ejecutoria revolucionaria eficiente y solidaria de Frank País.

Pero sigamos en la línea argumental de la diferencia entre el “llano”y la “montaña”, que explica con creces, como Fidel Castro no solamente nunca quiso que Frank País fuese el que abriera el Segundo Frente guerrillero de la Sierra Cristal en 1957, sino que se opuso siempre con vehemencia a que Frank se uniera a la guerrilla, a pesar de que todos los compañeros de la jefatura desde Santiago de Cuba lo sugerían por razones elementales de proteger al joven dirigente santiaguero.

Después de la muerte de su hermano Josué, la permanencia de Frank en la ciudad era realmente muy riesgosa, casi un suicidio metafórico, pues el acoso de las fuerzas represivas iba cerrando el cerco cada día del dirigente harto conocido.

También se sabe que desde la época de la famosa entrevista de Herbert Mathews en la Sierra Maestra, Vilma Espín recibió órdenes precisas de Fidel Castro y de su hermano Raúl, con el cuál a propósito iniciaba su relación sentimental, para que informara a ambos de todo lo relacionado a las decisiones, al pensamiento y a la vida cotidiana de Frank País y sus subalternos.

Ya entonces era conocida la aversión que la jefatura de la Sierra Maestra tenía sobre las ideas religiosas y democráticas de Frank País, que se volcaban en los documentos que éste escribía para el M-26 de Julio.

Las desavenencias entre las dirigencias de las dos partes del proceso revolucionario, la Montaña y el Llano, eran de conocimiento de un gran número de combatientes.

Resulta revelador el testimonio de Enrique Canto, el hombre más cercano a Frank País dentro de las filas de la clandestinidad y Tesorero Nacional del M-26 de Julio, que afirma en su libro histórico-autobiográfico, que después de la entrevista de Mathews, a la que Frank y Vilma asistieron por razón de sus respectivas jerarquías, Frank le había ordenado que evitara darle a Vilma Espín información sobre su paradero y sus teléfonos.

¿Qué puede explicar este temor de Frank País a que Vilma Espín supiera la dirección de su refugio y conociera su teléfono de contacto?

Al menos una profunda desconfianza.

En esta sucesión de hechos que investigamos hay testimonios muy esclarecedores, como el de Jorge Gómez, dirigente sindical del M-26 de Julio y uno de los últimos compañeros del “llano” que coincidió en una casa de seguridad con Frank País, unos días antes de su muerte.

Gómez nos dice que además de que Fidel fue el inventor de la intriga entre la “montaña” y el “llano”, a Frank le molestaba mucho la obsesión de Vilma por seguir sus pasos y por saber dónde se encontraba escondido.

A Frank realmente lo asesina indirectamente, Fidel Castro, al dejarlo desprotegido en el “llano”, nos añade con su voz altiva pero rajada por los años, este viejo luchador santiaguero.

¿Qué puede explicar la indiferencia de Fidel Castro ante los peligros que asediaban a Frank País y la obsesión de Vilma Espín por conocer su paradero?

A pesar de eso, Vilma hace una llamada a la casa de Raúl Pujol, donde estaba escondido Frank País. Inmediatamente las fuerzas del coronel, Salas Cañizares detectan la llamada de Vilma a Frank y rodean todas las casas de la cuadra. Esta llamada telefónica quedó registrada en al BRAC y en los archivos de la policía. A los pocos minutos, Frank País, junto a Raul Pujol, caerian asesinados en el Callejon del Muro, al ser identificados por un chivato que formaba parte del grupo de militares que les dieron el alto.

Es muy justo separar, la taimada delacion de Vilma Espin, quien con su “candida” llamada telefonica a la casa de Pujol, hizo que Frank saliera inmediatamente de su escondite, tratando de evadir el cerco policial que se le tendia, y la posterior identificacion del chivato, quien conocia personalmente a Frank, y a quien la tergiversada version oficial del hoy regimen comunista, trata de hacer ver como el unico y principal responsable en la muerte de los dos revolucionarios.

Pero el testimonio más revelador de toda esta complicidad criminal, nos lo da el coronel Roger Lavernia, segundo jefe del Buró Represivo de Actividades Anticomunistas (BRAC), cuando nos dice, que ella, refiriéndose a Vilma Espín, “tenía que saber que las fuerzas policiales tenían tomados todos los teléfonos de la ciudad de Santiago de Cuba. Todo indica al parecer, que Vilma, fue la culpable directa de haber entregado sin decoro y sin recato alguno, la cabeza de Frank País”.

Agustín País Garcia, hermano de Frank, quien desde hace años se encuentra exiliado en EEUU, presume también, que fue Vilma Espín quien de una manera u otra, delató a su hermano mayor.

La ciudad de Santiago de Cuba se paralizó con el entierro multitudinario de Frank País, cuyo cadáver en hombros de su pueblo recorrió los barrios y las calles de toda la ciudad. La conmoción en la ciudad duro varios dias.

Luego de la muerte de Frank País, producto de la infame delación de Vilma Espín Guillois (cumpliendo secretamente órdenes de Castro) la sección civilista y democrática del Movimiento 26 de Julio queda definitivamente acéfala. Los revolucionarios santiagueros, que tan valientemente habían combatido el 30 de Noviembre de 1957, tienen que huir de la ciudad, abandonar la lucha clandestina e integrarse a las guerrillas de la Sierra Maestra controladas por Castro.

No obstante, ya en la Sierra, surgen algunos enfrentamientos ideológicos, siendo el más destacado la polémica surgida entre el “Che” Guevara y René Ramos Latour, el Comandante “Daniel”, segundo hombre de Frank País en Santiago.

He aquí algunos fragmentos de este polémico intercambio epistolar entre el revolucionario democratico y el dogmatico stalinista argentino, extraidos del libro Diario de la Revolucion Cubana, de Carlos Franqui:

En una carta del 14 de diciembre de 1957, Guevara escribía al comandante Daniel: ”Pertenezco por mi preparación ideológica a los que creen que la solución de los problemas del mundo está detrás de la llamada cortina de hierro y tomo este movimiento como uno de los tantos provocados por el afán de la burguesía de liberarse de las cadenas del imperialismo”.

Daniel responde a Guevara el 18 de diciembre de 1957: ”Los que tienen tu preparación ideológica piensan que la solución a nuestros males está en liberarnos del nocivo dominio yanqui, por medio del no menos nocivo dominio soviético”. En aquella misma carta, Ramos Latour agregaba que la ideología del Movimiento “26 de Julio” se inspiraba en el pensamiento político de José Martí, que consistía en hacer de Cuba un país democrático y próspero, pero con justicia social, y que los pactos con otras fuerzas opositoras eran necesarios y saludables”.

Un tiempo después, René Ramos Latour, el gran amigo y lugarteniente de Frank Pais, caería heróicamente en un combate efectuado en la finca “El Jobal”, el 30 de julio de 1958. Un año exacto, despues de la muerte de Frank Pais.

De ideología demócrata, fue el principal opositor de las ideas marxistas de Ernesto “Che” Guevara dentro del movimiento guerrillero. A la muerte del comandante Daniel, Guevara escribiría:

“Profundas divergencias ideológicas me separaban de René Ramos Latour y éramos enemigos políticos, pero supo morir cumpliendo con su deber, en la primera línea, y quien muere así, es porque siente un impulso interior que yo le negara y que en esta hora rectifico”.

Hipocritas declaraciones del aventurero argentino, sobre Ramos Latour, quien si supo morir lleno de valor, sin claudicar en sus ideas democraticas, mientras que algunos años despues, el fiero stalinista caeria prisionero gritando cobardemente al ejercito boliviano en la Quebrada del Yuro “no disparen, no disparen, soy el “Che” Guevara y valgo mas vivo que muerto”.

Por eso, cada 30 de Julio recordamos a Frank y Rene, quienes despues de su muerte luchando contra una dictadura, son asesinados dia a dia en sus ejemplos democraticos por la peor tirania que ha conocido Cuba. La tirania comunista y totalitaria de los traidores Castro Ruz.

Reproducido de Cubanos en contra del Régimen de Fidel Castro y todos sus seguidores.

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