24 de octubre de 2013

Asturias, tierra de campos, mar y fabada


El Valle de Paredes
Mis raíces quedaron plantadas en Camagüey. Las plantaron mis padres, que antes habían dejado las suyas en el Valle de Paredes y que,  cuando plantaron las mías entre tinajones,  alguna tierrina asturiana se venía con ellas. 
 
Hoy me place reproducir un artículo publicado este martes en el ABC de Madrid, donde se describen  esos parajes tan conocidos y queridos del Concejo de Valdés. Allí  transcurrieron la infancia y la juventud de dos indianos que también se enraizaron en Camagüey y lo adoptaron como propio.
Asturias,
tierra de campos,mar y fabada 
Una vuelta por los Concejos de Valdés y Navia, donde crecen las fabes, deliciosas semillas de sus tierras.

La parte occidental de la Costa Verde asturiana, ocupada por los concejos de Navia y Valdés, es un destino ideal para disfrutar de la diversidad natural y social que aportan los distintos estilos de vida que conviven allí en torno al campo y el mar.

A Cadavedo, donde se inicia la ruta, se puede llegar desde Oviedo. Es un apacible núcleo rural que cuenta con un centenar de hórreos y paneras, tradicional construcción rural asturiana. La visita a la Torre de Villademoros es imprescindible y las vistas de los acantilados desde el mirador de la ermita de La Regalina, inolvidables.
 El recorrido de la ruta se adentra por el interior asturiano. Para ello se toma la vía local VA-3 desde Cadavedo en dirección a Trevías. Su iglesia, la de San Miguel Arcángel, es el único edificio que se conserva de lo que fue monasterio medieval del mismo nombre.

Casas unidas a los hórreos con arcos

Brieves
Siguiendo por la N-634, perpendicular al río Esva, se llega a Brieves. Conviene detenerse para observar el conjunto arquitectónico que forman los arcos que unen las casas con los hórreos.
San Pedro de Paredes

Desde Brieves, por la AS-221, se llega hasta el encantador pueblo de San Pedro de Paredes, en el valle de Paredes, quizá el más bonito de la zona. Además de ver su puente romano, San Pedro es punto de partida de las excursiones que se realizan a pie por las sendas labradas en la roca de las hoces del río Esva. Son dignos de visitar igualmente el Dolmen de Paredes y el Menhir de Ovienes.


Junto al Menhir de Ovienes*

Para conocer la cultura tradicional de los vaqueiros de alzada, grupos trashumantes que se trasladaban, según la época, de pastos en pastos con su familia, enseres y ganados, es necesario llegar a alguna de las brañas, como la de Aristébano, que se erige como mirador sobre el valle del Paredes. La braña era el lugar de los pastos y donde los vaqueiros erigían modestas cabañas para el ganado y los caseríos donde vivían.

Desde Aristébano, por la carretera AS-219, se llega a Luarca, la villa blanca de la Costa Verde, una población marinera volcada al mar como atestigua la historia de los barrios del Carambal y la Pescadería, donde se desarrolló la industria ballenera. En Luarca se disfruta visitando el Aula del Mar, que acoge la mayor colección de calamares gigantes de Europa; los barrios de Barcellina y Villar, donde se aprecian las casas de indianos -mansiones construidas gracias a las remesas de los emigrantes que marcharon a América- el faro, la capilla de la Atalaya o la Mesa de Mareantes.

La playa de Frejulfe, monumento natural
Se finaliza el paseo en la Plaza del Ayuntamiento para contemplar el estilo modernista de sus edificios. Aquí puede ser conveniente comer una gratificante fabada al estilo tradicional o degustarla con centollos o almejas. 

Siguiendo la N-634 hacia Navia y cogiendo en ésta la salida hacia Tox, se llega a la villa de Puerto de Vega. Sin duda, uno de los pueblos de mayor encanto de la costa asturiana. Merecen una visita el paseo del Baluarte y el conjunto arquitectónico que forman el casino y las casonas de indianos.

Antes de llegar a Navia conviene acercarse a la playa de Frejulfe, que, gracias a su campo de dunas y al estuario del río del mismo nombre, es monumento natural. Navia es el centro comercial y administrativo de la zona.

Se puede recorrer parte de su muralla medieval. Es interesante conocer el Monumento al Emigrante, en la playa, y varios ejemplos destacados de arquitectura indiana. Para terminar la ruta se vuelve hacia Luarca, llegando a Polavieja y ahí tomar la AS-37.

Subiendo al Alto de la Bobia, se alcanza Busmargalí, cuya foto será el penúltimo recuerdo del viaje. Desde allí se aprecian los valles y sierras y, hacia el norte, la costa de los concejos de Valdés y Navia, donde los cultivos de la faba han sido los protagonistas de este viaje al interior asturiano.

Rincón de las fabes
Dependiendo del lugar donde se cultiven, las vainas que encierran semillas comestibles tienen nombres diferentes; en Asturias se las llama “faba”. Se identifican como faba asturiana o fabes d'Asturies,  las judías secas, separadas de la vaina, de la especie Phaseolus vulgaris, L., de la variedad tradicional La Granja asturiana.

El grano, de propiedades cremosas, es oblongo, largo y aplanado y de fondo blanco. La referencia inmediata de la faba es la fabada, el cocido más tradicional de la cocina asturiana. Elaborada con alubias blancas -fabes- y distintos embutidos del cerdo.

Fundación Española de la Nutrición
Fuente de hidratos de carbono, proteínas de origen vegetal, fibra y bajo contenido en lípidos. Es rica en calcio, hierro, zinc, magnesio, fósforo y vitaminas del grupo B. Su aporte de ácido fólico es elevado. Una ración cubre más del 50% de las ingestas diarias recomendadas de hidratos de carbono.

PRODUCTOS DE LA ZONA
La gastronomía se basa en la excepcional calidad de los pescados y mariscos. La centolla o las almejas suelen incorporarse a la legumbre tradicional asturiana, la faba. En Navia se puede saborear el rapón, una especie de empanada de maíz con tocino, y la venera, el dulce más conocido del concejo. En Valdés se celebran diversas jornadas gastronómicas como las del pescado de roca, las del pitu de calea (pollo de la tierra), las de las setas, los callos o las de la cocina asturiana.

QUÉ COMPRAR
En los concejos de Valdés y Navia se celebran durante el año varias ferias populares. En ellas puede admirarse el arte y la cultura populares y comprar productos tallados en madera o forjados, madreñas, redes marinas, dulces, mermeladas, miel, embutidos, etc.

MEJOR ÉPOCA PARA HACER LA RUTA
Cada temporada tiene su encanto en esta zona que unifica el interés del mar y de la montaña. Durante el verano, las fiestas populares de los pueblos son un formidable atractivo para el viajero.

VISITA OBLIGADA
La ermita de La Regalina en Cadavedo, para disfrutar de un atardecer especial. Desde este espectacular mirador natural situado frente al Cantábrico se disfruta del perfil accidentado de la costa asturiana y de sus acantilados. También se aprecian desde allí todas las tonalidades de verde del litoral con la estampa de un hórreo construido junto a la ermita.

SORPRESA
La Reserva Natural Parcial de Barayo, un interesante espacio natural de 2,5 kilómetros cuadrados con dunas y marismas de gran valor ecológico y paisajístico. Se sitúa entre los concejos de Navia y Valdés y se extiende desde la Punta de Romanellas hasta la playa de Arnela.

FIESTAS
El Festival Vaqueiro y de la Vaqueirada, el último domingo de julio en Aristébano, mantiene viva la cultura tradicional de los vaqueiros de antaño. La romería de San Timoteo, fiesta de prao asturiana, el 22 de agosto en Luarca, es la más popular y concurrida de la zona. El Descenso Internacional a nado de la Ría de Navia es también una cita obligada en agosto.

*El menhir de Ovienes es un monumento funerario perteneciente a la cultura neolítica, enorme piedra de unos tres metros de altura y cerca de 1,70 de ancho.  
Fotos: adg

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