26 de agosto de 2013

El nombre de María en los Evangelios


El nombre de María
en los Evangelios

El nombre de María, en arameo, Miryam, es de origen bíblico. María se llamaba la hermana de Moisés, el gran legislador del pueblo de Israel.

En los Evangelios hallamos a María, madre de Jesús, a María la Magdalena, a María de Cleofás y a María de Betania.  Las familias cristianas e islamistas ponen el nombre de María a sus hijas, siendo el más popular y más frecuente en ambas religiones.

María, la madre de Jesús, concebida sin pecado original por sus padres Joaquín y Ana, nace Nazaret. Se casa con José, del linaje de David, de profesión carpintero y nativo de dicha población. Concibe virginalmente a un hijo por obra misteriosa y milagrosa del Espíritu Santo. Visita a su prima Isabel. Da a luz sin perder su virginidad en Belén, al que ella y su esposo José le ponen el nombre de Jesús.
  
María Magdalena, natural de Magdala en el valle de Gennesaret del lago de Galilea, fue una de las mujeres a la que Jesús  curó de varias enfermedades nerviosas. En señal de agradecimiento le sigue en sus predicaciones evangélicas, le sirve con sus bienes y le acompaña en su crucifixión y muerte en la cruz y en su enterramiento en el sepulcro. En la mañana de la Pascua cristiana visita su sepulcro apareciéndole Jesús resucitado, noticia ella que comunica a los apóstoles. Ha sido muy venerada en la antigüedad y en la edad media por los fieles cristianos.

María, esposa de Cleofás y madre de Santiago el Menor y de José, era hermana de la virgen María madre de Jesús. Junto con María Magdalena y otras mujeres, acompaña a Jesús en sus predicaciones evangélicas, está presente y a su lado en su crucifixión y muerte, en su enterramiento en el sepulcro y le visita por la mañana el día de la Pascua.

María de Betania, llamada así para distinguirla de María Magdalena, era hermana de Lázaro y de Marta. Jesús estimaba y amaba mucho a esta familia por la laboriosidad de Marta, la bondad de Lázaro y el espíritu contemplativo de María que le ungía con perfume y le enjugaba sus pies con la cabellera.

José Barros Guede,
sacerdote español.

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