¿Qué cómo se empina el papalote?
Marlene María Pérez Mateo
Un conocido humorista cubano, Carlos Ruiz de
la Tejera, mencionó en sus monólogos un episodio personal. Paseándose cerca del
Malecón habanero vio el cielo cubierto de jabas plásticas, creyó estarse
volviendo loco, afortunadamente rectificó a tiempo, se trataba de uno de los
inventos criollos mas recientes: el “Jabalote”. Ni mas ni menos, es la innovadora
idea debido a la escasez de papel; los
chicos usan las jabas plásticas y con una forma mas o menos aerodinámica las
lanzan a volar al viento. Tal historia original y también triste me llevó de la
mano al mundillo infantil hasta donde alcanzaban mis ojos tales artilugios
tienen su mayor reino. Ha querido también mi afán se entrecrucen líneas y
sirvan estas reflexiones para una pincelada mas a mi secuencia de música
cubana. Les invito a este fascinante viaje.
El
papalote nació en China dos mil años atrás. Fue el General Hansin quien al
verse sitiado utilizó de manera empírica el que mas tarde se conocería con el
nombre de efecto Bernoulli (la posibilidad de suspender y transportar un objeto
debido al movimiento de las fuerzas naturales) y un medio de comunicación.
Aunque
su creador lo implementó inicialmente con un fin bélico, pronto su difusión
pasó al mundo mercantil con el fin de levantar cargas en los puertos de mar.
Mas tarde al de la ciencia, específicamente a la meteorología. Benjamín Franklin
lo empleó en la invención del pararrayo y el estudio de las corrientes
de aire.
Durante el gobierno colonial español en
época del General Tacón, llegaron a Cuba los primeros chinos, prácticamente dos
siglos atrás, bajo la apariencia de contratados para la agricultura pero siendo
verdaderamente en condición de esclavos. Bien se dice que el cubano tiene “3”
mitades; la española, la africana y la china. Con ellos se unieron muchas cosas al acervo
cultural cubano que por entonces se gestaba. Allí estaba como objeto simple y
sencillo, ya con un fin solo recreativo, el papalote. Apodado en la isla caribeña como cometa o chiringa
(cuando es hecho de papel corriente).
Simultáneamente al arribo antes mencionado,
en el mundo rural cubano se estaba desarrollando la música campesina. La sumatoria del mundo emigrante español de extremeños
y canarios hechos al duro laboral agrícola, con la realidad de entonces del
mundo esclavo africano y asiático, fue con el devenir del tiempo formando una
identidad y con ello una música que alcanzó su consolidación a mediados del
siglo XVIII. Se usaban esencialmente instrumentos de cuerda. La lírica se
constituía de versos endecasílabos en estrofas de cuatro, con estribillo o en
forma de décima.
En las zonas centrales de la isla de Cuba
quizás debido al predominio de la ganadería y la agricultura por encima de otras labores, se conformó la idea del
grupo como forma danzante, hecho este no ajeno a otros elementos gestantes de
tal realidad. Valdría mencionar a los
aborígenes cubanos muy dados a la danza
en comunidad: el areíto. El acompañamiento consta de guitarras, tres,
acordeón, marimba, tambor, güiro, claves y machete.
Fue el espirituano (natural de la ciudad de
Sancti Spiritus) Pedro García Méndez, quien en el “Unión Club” -luego llamado
“Unión Latina”- en la ciudad de Majagua ideó en la década del 20 del siglo
XX y dio forma de cierta manera a todo
el fenómeno cultural antes descrito con el establecimiento de las Fiestas del
Bando Rojo y el Bando Azul.
Se trataba en cuestión de dos bandos, dos
grupos a los cuales se suscribían los vecinos de dicha ciudad por afinidad y
preferencia. Ambos se enfrentaban fraternalmente, con algunas excepciones, cantando y bailando con vestuarios y
coreografías de aficionados basadas en
el acervo musical de los campos a ellos tan vecinos. Todo comenzaba con un
desfile encabezado por una pareja. La joven representaba a Cuba y vestía con
una bandera. El joven representaba a Liborio, conocido personaje de la
caricatura, y obviamente representaba al pueblo cubano. Luego se cantaba el
Himno Nacional y cada bando hacia una presentación de su espectáculo por medio
de la declamación de una décima.
Son celebraciones populares y al mundo
popular se le canta. Así ven la luz diversas formas de baile y ejecución musical:
La chismosa (pequeña lámpara de alumbrado por combustible liquido); el gavilán
(ave de rapiña), Dona Joaquina (anciana entre los danzantes), la culebra (reptil
de los campos cubanos), zumbanatonio,
la caringa, el papalote, etcétera. El papalote es representado por la danza de
varias parejas. La joven trae sobre su bata cubana un papalote y su
acompañante simula con sus gestos ser
quien le guía con un hilo inexistente siendo el compás de las notas musicales
el aire donde se sostiene y oscila.
Pregunta el solista: ¿Cómo se empina
el papalote?
Responde el coro: Dándole
vuelta al monigote.
Marlene María Pérez Mateo Agosto 7, 2013
Elizabeth,
New Jersey
http://www.youtube.com/watch?v=-9g5kqlR7dA
Querida Marlene
ResponderEliminarEs un placer saber que sigues escribiendo y de tu interés por la historiografía de nuestro Camaguey. Es muy agradable conocer las historias de nuestra tierra natal de la mano de una de sus talentosas escritoras.
Te recuerdo con cariño de la secundaria (nuestras reuniones con Boris y Sarita en tu casa) y luego de nuestros momentos en el taller literario de la universidad.
Recibe un gran abrazo y por favor sigue escribiendo.
Un abrazo y los mejores deseos
Alain Rodríguez