Monumentos de la Roma Eterna:
el Panteón de Agrippa o Panteón de Roma
Ana Dolores García
La palabra panteón proviene del
griego: “pan”, traducida por todo, y “theon”
que quiere decir de los dioses. O sea, que su significado
primigenio es el de “conjunto de todos los dioses de una religión o una
mitología”.
La palabra fue derivando en otro
concepto y pasó a identificarse como templo de todos los dioses. ¿Fue ese el propósito
de Agrippa al construirlo? Por
testimonios del historiador y senador romano Dion Casio se conoce que la intención de Agrippa fue más
bien la de crear un culto a los dioses protectores de la dinastía julia, Marte y Venus y, de paso,
divinizar al propio Julio César. Es por ello que su primer nombre ni siquiera
fue “panteón”. Su significado actual dista mucho de la etimología de la
palabra: panteón, hoy, se refiere mayormente a una edificación funeraria donde reposan
los restos de una familia.
“Marco Agrippa, hijo de Lucio,
cónsul por tercera vez,
(lo) hizo”
Tal es la
inscripción en latín que puede leerse en el friso del pórtico de entrada. La
fecha no consta, pero los historiadores la sitúan entre los años 27 y 25 a.C. Sin embargo, lo que vemos detrás de ese friso no
es precisamente el panteón o templo construido por Agrippa, puesto que luego de
haber sufrido daños por un incendio en el año 80 y de ser reparado sufrió nuevos daños, -esta vez irreparables-, en el
año 110.
Fue después de esto cuando el
emperador Adriano ordenó la construcción de un nuevo templo que es el que se
visita actualmente, de forma esférica, aunque el primitivo “Panteón” era de
planta rectangular. Además, su entrada no estaba orientada como la actual sino
al sur, en el lado opuesto.
Típica de la época de su construcción en tiempos
de Adriano y aún posterior a ella, es la cúpula circular tan característica de
la arquitectura romana, tal como la cúpula de la Basílica de San Pedro y que, además, se extendió a otros países a través de siglos. Muestras
son, entre otros edificios famosos, la cúpula de los Inválidos en París y la del
capitolio de EE.UU. El diámetro de la cúpula del Panteón es aún mayor que el de
la cúpula de San Pedro. Es por tanto, la mayor cúpula de hormigón en el mundo.
Casi
seis siglos después de haber ido reconstruido por Adriano, el Panteón fue transformado
en iglesia cristiana. Fue por decisión
del emperador bizantino Flavius
Phocas Augustus
que, siendo emperador de tierra conquistada, lo cedió al Papa Bonifacio
IV. El templo fue dedicado a todos los mártires de las persecuciones religiosas,
muchos de cuyos restos fueron trasladados hasta allí desde las catacumbas. Se
le dio el nombre de “Sancta María ad Martyres” y hoy en día sigue siendo
iglesia católica abierta para el culto. Constituye el primer caso de la conversión
de un templo pagano al culto cristiano. Además, en el descansan los dos
primeros reyes de Italia y el insigne
pintor Rafael. Su interior es
bien sencillo y se encuentra enriquecido por bellos frescos.
El Panteón de Roma, de Agrippa
o de la Rotonda, -que también así se le llama-, ocupa todo un lateral de una
pequeña plaza conocida por ello como de la Rotonda. En el centro de la plaza se alza uno de los
ocho obeliscos que los romanos se trajeron de Egipto durante sus conquistas.
Se trata de uno de
los dos que existían en el Templo de Ramsés en Heliópolis. Fue trasladado
primeramente al templo de Isis cerca de la Basílica Menor de Santa María Sopra
Minerva, precisamente detrás del Panteón. En el año 1373 se le encontró cerca de la iglesia
renacentista de san Macuto, de donde fue trasladado frente la iglesia de Santa
María in Aracoeli, sobre el Capitolio. Por último fue coocado frente al Panteón
en la Piazza della Rotonda por el papa Clemente XII en 1711 y se le agregó una
bella fuete obra de Filippo Barigioni.
En
1980 el centro histórico de Roma, incluyendo el Panteón y la Piazza della
Rotonda fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La Piazza della Rotonda, el domingo 28 de julio de 2013, colmada de turistas y romanos que buscaban un alivio del calor:
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