Pedro Luis
Boitel
El poder
del símbolo
El
presente escrito de Raúl Rivero fue publicado por CubaEncuentro en el
aniversario de la muerte de Boitel en 2008. Sigue teniendo plena vigencia en
todas sus partes, por eso se reproduce hoy en La Gaceta de Puerto
Príncipe en la fecha del cuadragésimo aniversario de la desaparición física
de este mártir de la libertad cubana. A su nombre se agregan hoy los de
Orlando Zapata y una docena más de prisioneros de conciencia que
decidieron inmolarse en gesto heroico de protesta y de impotente empeño
por despertar conciencias de un mundo indiferente. [adg]
Raúl Rivero
Es una presencia inmaterial. Un nombre que aparece en todas las cárceles de Cuba desde hace 36 años: Pedro Luis Boitel. El santo y seña que usó en su vida de sólo 21 años el líder estudiantil muerto en la prisión de El Príncipe, tras una huelga de hambre, en mayo de 1972.
Es una presencia inmaterial. Un nombre que aparece en todas las cárceles de Cuba desde hace 36 años: Pedro Luis Boitel. El santo y seña que usó en su vida de sólo 21 años el líder estudiantil muerto en la prisión de El Príncipe, tras una huelga de hambre, en mayo de 1972.
Había
sido electo presidente de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería de
la Universidad de la Habana y su enfrentamiento a la dictadura de
Fulgencio Batista lo hizo salir al exilio en Venezuela.
A
su regreso a Cuba, en 1959, volvió a la Universidad y, unos meses
después, fue condenado a 10 años de cárcel porque ya había iniciado su
lucha cívica contra la otra dictadura.
Por
su rebeldía, por su posición vertical en las galeras y por la esencia
misma del régimen, Boitel no fue puesto en libertad cuando cumplió la
condena. Ese hecho y las condiciones en que viven los presos políticos,
los malos tratos y el ensañamiento de los carceleros, lo llevaron a una
huelga de hambre de 53 días y a la muerte.
Todas
las generaciones de cubanos que han pasado por el presidio político han
mirado y miran para aquella celda donde murió en silencio. Su figura es
la fuerza de quienes tienen que pasar por esa franja del infierno. Su
nombre tiene un significado para los prisioneros y otro para los
verdugos.
Desde la década de
los noventa, José Luis Pérez (Antúnez) y su familia, junto a otros
prisioneros y ex prisioneros, fundaron la agrupación Presidio Político
Pedro Luis Boitel.
Ahora, esa
institución recuerda la muerte del líder estudiantil con campañas de
homenaje y con trabajos de apoyo a los que siguen en las cárceles (más
de 200 cubanos) en condiciones similares a las de los tiempos que tuvo
que padecer Boitel.
A esta
hora compleja en la que magos de cursos de emergentes, brigadas de
simuladores rápidos y ciegos con espejuelos mandados a graduar en las
ópticas del Partido Comunista, quieren mostrar un proceso de cambios a
la fuerza, es importante no dejar de mirar de frente y seguir la vida
diaria de los hombres y mujeres del Presidio Político Pedro Luis Boitel.
Ellos
están cerca de quienes más sufren. De los demócratas que salieron a la
calle sin disfraces a trabajar pacíficamente por los cambios esenciales y
verdaderos. Ellos, que conocen muy bien el color, el olor, la inmensa
noche de la cárcel, tienen que tener el respaldo permanente y la
credibilidad intacta. Ellos están allí.
Las
fechas puntuales y los aniversarios sirven para generalizar el
recuerdo. Los presos políticos de Cuba tienen una relación diaria (sobre
todo en momentos graves y peligrosos) con el joven dirigente cívico que
el 25 de mayo de 1972 se quedó muerto en una celda.
Los
carceleros y sus jefes conocen también el símbolo. No han visto su
foto, ni han escuchado nunca el testimonio de Sara Abrahantes, la madre
de Boitel. Pero ellos conocen el poder de su nombre.
Esta
es una nota escrita para recordar a quienes el gobierno quiere que
olvidemos: los presos políticos, la oposición interna, el Presidio
Político Pedro Luis Boitel.
Una
nota que pasa por la celda de Oscar Elías Biscet y por la de Víctor
Rolando Arroyo. Por la de Adolfo Fernández Saínz y Normando Hernández.
Por cada rincón de las 300 cárceles de la Isla donde todavía respiran
esos hombres.
© cubaencuentro.com
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