20 de mayo de 2012

20 DE MAYO DE 1902

 20 de Mayo de 1902


Ana Dolores García
Nacían un siglo y una república. En los albores de la nueva centuria, una nación mas se sumaba al concierto de los pueblos libres de América. Es decir, el territorio donde se iba a asentar una nación. La nación tenían que empezar a crearla los hijos de aquella isla que tras varias décadas de sacrificios habían logrado sobrevivir a la lucha emancipadora.

Sabemos que Cuba, la hermana menor de las Américas, no tuvo en sus luchas la suerte que acompañó a sus fraternas vecinas, tal vez, quizá, por su propia condición insular y aislada. La lucha de sus mambises fue lucha continua, sin treguas, sin ayuda. 

Esta hostilidad a la metrópoli, tan heroicamente  sostenida durante más de treinta años, hizo ceder al fin los fuertes lazos que a esta la ataban. Mas cuando parecía que aquellos lazos estaban definitivamente rotos, a Cuba le apareció una madrastra: había sido inútil toda la previsión de Marti. La necesidad de nuevos y mejores mercados y de una avanzada estratégica inmejorable decidió a la poderosa vecina del norte a intervenir en la ya casi definida lucha de Cuba.

Al cabo de los tres años, cuatro meses y diecinueve días que duró la ocupación estadounidense, y tras unos comicios en los que hubo figurado como único candidato, don Tomás Estrada Palma  ocupó la presidencia de la nueva República.

Se ha dicho -y no sin alguna razón- que los más capaces sucumbieron en el empeño, no pudiendo ayudar de esta manera a la república que surgía. No podemos omitir, empero, que fueron muchos los preclaros cubanos que afortunadamente estuvieron presentes en aquellos primeros momentos de la patria nueva y que pusieron de si todo su interés y esfuerzo  para no malograrlos.

Durante poco menos de medio siglo de existencia, Cuba  pasó indistintamente por períodos disímiles. Sufrió   errores de sus hijos pero también los vio orgullosa aprovecharse de esas caídas y, aprendiendo la lección que ellas brindan, marchar poco a poco hacia la integración nacional dfinitiva. 

Nadie pensaba en el retorno del caudillismo y, sin embargo, no ha podido ser así. La República inicial de "Generales y Doctores" descrita por Loveira en su novela volvió a verse oprimida por las botas militares. Antes de celebrar su cinuentenario, fueron las de un general reincidente, tras las cuales llegaron las de comandantes disfrazados de libertadores. Lobos que haciéndose pasar por corderos implantaron un régimen despótico que sobrepasa ya los años vividos por la República. A la falsa democracia que ofrecieron le ha seguido una inhábil gerontocracia que ha hundido en el atraso y la miseria a la en otro tiempo "isla de corcho". Marxismo o castrismo, el sistema impuesto no solamente ha destruido la otrora floreciente economía cubana, sino que de un vuelco ha echado por tierra todas las Instituciones de la República.


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