¿Porqué un papel de aluminio
recien sacado del horno
no nos quema cuando lo tocamos?
La sensación
de quemadura es la respuesta sensorial a un proceso de transferencia de
calor desde el foco caliente –bien sea un cubierto, otro metal o papel de aluminio recién
sacado del horno– hasta el foco frío, es decir, nuestros dedos.
Si se transfiere una cantidad
de calor lo suficientemente grande entre el foco caliente y el foco frío, se
produce una evaporación brusca del agua tisular, con la consiguiente
destrucción de las estructuras biológicas de la epidermis.
Si comparamos un cubierto caliente
con papel de aluminio recién sacado del horno, el papel de aluminio es un
depósito que tiene almacenada una cantidad de calor mucho menor que el cubierto
debido, sobre todo, a su menor masa.
El papel de aluminio, por lo tanto, a
pesar de estar muy caliente, no tiene almacenado suficiente calor como para
producir quemaduras: de hecho, en ocasiones, ni siquiera lo sentimos
caliente cuando lo sacamos del horno. Sin embargo, un cubierto caliente,
con una masa mucho mayor, sí puede tener almacenada energía suficiente como
para producir una quemadura.
Por
Eduardo Martínez Tamayo. Instituto de Ciencia de los Materiales. Parque
Científico, Universidad de Valencia.
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