18 de septiembre de 2012

LOS COMUNISTAS ESPAÑOLES, DE LUTO


Los comunistas españoles, de luto:

Paracuellos del Jarama,
la obra cumbre de Santiago Carrillo


Santiago Carrillo ha muerto hoy en Madrid mientras disfrutaba de una apacible siesta. Lo esperan, en guardia junto a los luceros, los más de dos mil españoles asesinados en Paracuellos cuando él era Jefe de la Defensa de Madrid.

Las llamadas matanzas de Paracuellos fueron una serie de episodios de asesinatos masivos organizados durante la Batalla de Madrid   en el transcurso de la Guerra Civil Española y que llevaron a la muerte de varios miles de prisioneros considerados opuestos al bando republicano.   

Los hechos se desarrollaron en los parajes del arroyo de San José, en Paracuellos del Jarama, y en el soto de Aldovea,  en el término municipal de Torrejón de Ardoz, ambos lugares cercanos a la ciudad de Madrid.   

Las matanzas se realizaron aprovechando los traslados de presos de diversas cárceles madrileñas, conocidos popularmente como sacas,  llevados a cabo entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936,  mientras se enfrentaban las tropas gubernamentales y franquistas  por el control de la ciudad. Del total de 33 sacas de presos que tuvieron lugar en las fechas citadas, 23 de ellas terminaron en asesinatos: las de los días 7, 8, 9, 18, 24, 25, 26, 27, 28, 29 y 30 de noviembre y las del 1 y el 3 de diciembre. Entre el 10 y el 17 de noviembre no hubo extracción alguna, y desde el 4 de diciembre cesaron.

Los convoyes mencionados fueron desviados hacia los lugares del arroyo San José, en la vega del río Jarama,  y a un caz  o canal de irrigación fuera de uso, en la vega del río del Henares  donde miles de prisioneros fueron asesinados. Entre ellos se encontraban militares que habían participado en la sublevación o que no se habían incorporado a la defensa de la República,   falangistas,  religiosos, militantes de la derecha,   burgueses y otras personas que en su inmensa mayoría habían sido detenidas por ser consideradas como partidarias de la sublevación, y custodiadas sin amparo legal ni acusación formal.

Tras ser extraídos de las prisiones con listas elaboradas y notificaciones de traslado o libertad con membrete de la Dirección General de Seguridad y, en ocasiones, firmadas por Segundo Serrano Poncela, el delegado de Orden Público de la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, encabezada por Santiago Carrillo, y posteriormente fusilados de manera sumaria por milicias pertenecientes a las organizaciones obreras. Antes del 7 de noviembre ya habían tenido lugar algunas sacas, especialmente durante el mes de octubre, fruto del cambio de manos del control de las prisiones, que pasó de las de los funcionarios de prisiones a las de las milicias a raíz del asalto a la Cárcel Modelo que tuvo lugar el 22 de agosto   de 1936, si bien el número de asesinados fue mucho menor y carecieron del carácter sistemático y organizado que tuvieron las de noviembre y diciembre.

Las matanzas de Paracuellos son consideradas las de mayor dimensión que tuvieron lugar en la retaguardia de la zona republicana. El número de asesinados ascendió a unas 2.500 personas, si bien la cifra exacta sigue siendo objeto de discrepancia y controversia.  

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