Los comunistas
españoles, de luto:
Paracuellos del Jarama,
la obra cumbre de Santiago Carrillo
Santiago
Carrillo ha muerto hoy en Madrid mientras disfrutaba de una apacible siesta. Lo
esperan, en guardia junto a los luceros, los más de dos mil españoles asesinados
en Paracuellos cuando él era Jefe de la Defensa de Madrid.
Las llamadas matanzas de
Paracuellos fueron una serie de episodios de asesinatos masivos organizados
durante la Batalla de Madrid en el transcurso de la Guerra Civil Española y
que llevaron a la muerte de varios miles de prisioneros considerados opuestos
al bando republicano.
Los hechos
se desarrollaron en los parajes del arroyo de San José, en Paracuellos del
Jarama, y en el soto de Aldovea, en el término
municipal de Torrejón de Ardoz, ambos lugares cercanos a la ciudad de Madrid.
Las matanzas se realizaron
aprovechando los traslados de presos de diversas cárceles madrileñas, conocidos
popularmente como sacas, llevados a cabo
entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936, mientras se enfrentaban las tropas
gubernamentales y franquistas por el control de la ciudad. Del total de 33 sacas
de presos que tuvieron lugar en las fechas citadas, 23 de ellas terminaron en
asesinatos: las de los días 7, 8, 9, 18, 24, 25, 26, 27, 28, 29 y 30 de
noviembre y las del 1 y el 3 de diciembre. Entre el 10 y el 17 de noviembre no
hubo extracción alguna, y desde el 4 de diciembre cesaron.
Los convoyes mencionados fueron
desviados hacia los lugares del arroyo San José, en la vega del río Jarama, y a un caz o canal de irrigación fuera de uso, en la vega
del río del Henares donde miles de
prisioneros fueron asesinados. Entre ellos se encontraban militares que habían
participado en la sublevación o que no se habían incorporado a la defensa de la
República, falangistas, religiosos, militantes de la derecha, burgueses y otras personas que en su inmensa
mayoría habían sido detenidas por ser consideradas como partidarias de la
sublevación, y custodiadas sin amparo legal ni acusación formal.
Tras ser extraídos de las
prisiones con listas elaboradas y notificaciones de traslado o libertad con
membrete de la Dirección General de Seguridad y, en ocasiones, firmadas por
Segundo Serrano Poncela, el delegado de Orden Público de la Consejería de Orden
Público de la Junta de Defensa de Madrid, encabezada por Santiago Carrillo, y
posteriormente fusilados de manera sumaria por milicias pertenecientes a las
organizaciones obreras. Antes del 7 de noviembre ya habían tenido lugar algunas
sacas, especialmente durante el mes de octubre, fruto del cambio de
manos del control de las prisiones, que pasó de las de los funcionarios de
prisiones a las de las milicias a raíz del asalto a la Cárcel Modelo que tuvo
lugar el 22 de agosto de 1936, si bien el número de asesinados fue
mucho menor y carecieron del carácter sistemático y organizado que tuvieron las
de noviembre y diciembre.
Las matanzas de Paracuellos son
consideradas las de mayor dimensión que tuvieron lugar en la retaguardia de la
zona republicana. El número de asesinados ascendió a unas 2.500 personas, si
bien la cifra exacta sigue siendo objeto de discrepancia y controversia.
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