Cuba anuncia solución
para el transporte urbano
La Guayaba de
Cartón/Cafefuerte
El
gobierno cubano acaba de hallar una salida salomónica a la crisis del
transporte urbano que se acrecienta en este verano a lo largo de la islita: el
reciclaje de viejos camiones soviéticos para el trasiego de pasajeros.
La
iniciativa está en marcha. El ministro de Transporte, César Ignacio Arocha, lo anunció en
una "reunión de balance" de eso que en buena jerga burocrática se
sigue llamando cadena puerto-transporte-economía interna, aunque nadie en su
sano juicio cree que exista y, mucho menos, que funcione.
Arocha
dijo que ya se trabaja en la remotorización de camiones Zil, modelos 130 y 131,
y Gaz, 53 y 56, para emplearlos como "semiómnibus" en el traslado de
pasajeros. Un semiómnibus (la neolengua socialista tiene sus encantos) es como
una suerte de Minotauro mecanizado que se desplaza por la vía pública.
Para
finales de diciembre, el sector del transporte promete tener listos 343 de
estos cachivaches reciclados. El ministro declaró, sin ruborizarse ni esconder
la cara, que esta remotorización de camiones soviéticos constituye "una de
las prioridades del transporte en Cuba".
La
disponibilidad de estos camionazos se debe a un "programa nacional de
reordenamiento de los medios automotores" que organismos gubernamentales
han ideado para facilitarle el transporte al pueblo. La papa caliente del
remodelaje le ha caído a las unidades del Ministerio de la Industria
Sideromecánica, que en una prueba de preocupación en las comodidades y la
seguridad de los viajeros tiene la misión de elaborar casetas para los
semiómnibus.
Frankeinstenes
rodantes
Las
acciones de reparación tienen garantizadas presupuesto (aunque no se dijo el
monto, ni ningún periodista se encargó de averiguarlo) y brigadas de mecánicos
que se encargarán de restaurar discos, platos opresores de cloche, cajas de
velocidad y otros agregados para estos Frankeinstenes rodantes que nos depara
el 2012.
La
medida no puede ser más desesperada. Casi la mitad del transporte urbano en La
Habana está paralizado por falta de piezas de repuesto, deficiente
mantenimiento, y maltratos de sus operadores y el público. Estadísticas de la
Dirección de Transporte en la capital indicaron que a la altura del pasado
abril sólo funcionaba el 54 por ciento de los ómnibus del sistema urbano de
pasajeros en La Habana.
La
solución ha sido volver al pasado
Luego
de agónicos problemas en la red de transporte público durante años, en el 2007
vino un alivio con la compra de 450 ómnibus articulados y 200 rígidos marca
Yutong a China, un centenar de carros MAZ de Bielorrusia, y unos 200
articulados Liaz, de Rusia.
Pero
las épocas de estabilidad son poco duraderas en el socialismo criollo. Y cinco
años después, el Ministerio del Transporte está dando carreras para armar estos
dinosaurios rodantes ante el fracaso de la era Yutong. Semiómnibus a lo que
permite una semieconomía para la semivida de un país a la mitad.
La
verdad, lo que hace el "bloqueo"... [Bueno, para quien crea aun en el cuento del “bloqueo”].
Caricatura: Omar Santana (Pinche sobre ella para ampliar su tamaño)
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