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Terremoto altera rutina de
millones
(EFE)
Un fuerte terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter se sintió en
buena parte de la costa este de EE.UU al mediodía del martes (1:57 pm) y,
aunque no dejó víctimas ni grandes daños, alteró la rutina de millones de
personas en toda la región.
El informe más actualizado del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS)
indicó que el epicentro del terremoto se situó a 8 kilómetros al suroeste de la
ciudad “Mineral”, en el estado de Virginia,
colindante con Washington, y a unas 35 millas de Richmond (VA). Según el propio Instituto ha
habido tres réplicas del sismo en Virginia a lo largo de la noche del martes, y
la última se produjo el miércoles a 52
kilómetros al este-sureste de Charlottesville.
El terremoto, de unos 20 segundos de duración, no dejó víctimas ni daños de
consideración, pero sí ocasionó la evacuación de edificios públicos, incluyendo
la Casa Blanca, el Capitolio y el Pentágono. También hubo retrasos en los
servicios de transporte público y en los aeropuertos, congestión en las
autopistas, el cierre de dos reactores nucleares en Virginia y el cierre de
monumentos y demás atracciones turísticas en toda la zona.
De hecho, el monumento a George Washington, un obelisco de 169,2 metros de
altura en pleno centro del “Mall” en la capital estadounidense y al sur de la
Casa Blanca, permanecerá cerrado al público debido a daños en su parte más
alta.
En Nueva York, además de gran volumen de llamadas de ciudadanos que recibió
el Departamento de Bomberos, se evacuaron temporalmente las torres de control
de los aeropuertos internacionales John F. Kennedy y Newark, lo que provocó
retrasos y una breve suspensión de los vuelos.
El movimiento telúrico, que evocó memorias del caos tras los atentados de
2001, también produjo una interrupción de varias horas de los servicios de
telefonía celular, por lo que el Comité de Comercio del Senado pidió hoy que el
Congreso estudie mejoras al sistema de comunicaciones de los equipos de
emergencia, cuando reanude sus sesiones el mes próximo.
Desde 1897 no se había registrado en esta zona de EE.UU. un terremoto de
tal magnitud, según los registros del USGS. El sismo interrumpió la rutina de
decenas de miles de trabajadores en Washington y otros centros urbanos de la
costa Este del país. En particular hubo mucha expectación en las ciudades de
Nueva York y Washington DC. En la primera, porque aún están bien presentes los
momentos de terror vividos en 11 de septiembre de 2001. Y en Washington, ante
el temor original de que se trataba de un nuevo acto de terror perpetrado
contra los edificios federales que alberga la ciudad, Capitolio y
Casa Blanca, y el cercano Pentágono.
Información complementaria:
La Catedral Nacional de Washington
(Episcopal) cuya construcción fue concluida en la 2ª mitad del pasado siglo,
sufrió roturas en una de sus torres y permanece cerrada al público hasta que
se determinen exhaustivamente los daños habidos. Lo mismo sucede con el monumento-obelisco a Washington y algunas
dependencias de los Museos Smithsonian de la capital de la Nación.
En el condado de Prince George,
Maryland, aledaño al Distrito de Colombia, las escuelas (cuyas clases apenas habían
comenzado el día anterior), han quedado cerradas en vista de que en varias de
ellas se han detectado grietas y daños. En el propio condado fueron desalojados y trasladados a albergues los vecinos de un edificio de apartamentos que
resultó grandemente dañado.
En Washington se produjo una
verdadera congestión del tráfico después del sismo al cerrarse las oficinas
estatales. Contribuyó a esa congestión el hecho de que las autoridades del
transporte público subterráneo determinaran que los trenes viajaran a una
velocidad máxima de 15 millas por hora en previsión de algún desperfecto en las
vías de circulación.
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